En medio de la tensión generada en el sector energético por la falta de recursos, la empresa YPF informó que no comparte la postura crítica de otras compañías que cuestionaron al Gobierno.
En un comunicado, YPF indicó que “toda comunicación emitida por la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos – CEPH –, no incorpora la posición de YPF, salvo que expresamente así lo indique”.
“La presente decisión surge de una deliberación con los asociados y directivos de la Cámara, en la que YPF, atento a su conformación accionaria, expresó que se abstiene de participar en las comunicaciones externas”, explicó la empresa que tiene una importante participación estatal.
“YPF continúa participando en la Comisión Directiva y trabajando activamente en las Comisiones de la CEPH aportando a la construcción de la agenda sectorial y de su cadena para el crecimiento y desarrollo de la Argentina”, indicó.
Además, “YPF mantendrá la modalidad expresada precedentemente al incorporarse a las distintas Cámaras del sector energético, como la Cámara Argentina de la Energía – CADE –”.
La nota crítica
Este comunicado se dio a conocer luego de que CEPH enviara una nota al Secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, en el que manifestaron “una vez más la preocupación de las empresas asociadas a esta Cámara con motivo del continuo atraso que la Secretaría de Energía mantiene en relación con la emisión de las Órdenes de Pago Provisorias y Ajustadas y el pago de las mismas de conformidad con lo dispuesto en los puntos 63, 74 y 76 del Anexo del DNU N° 892/20, modificado por el DNU N° 730/22 (“Plan Gas.Ar”)”.
También, en la nota del 16 de febrero, expresaron “la falla en el funcionamiento del sistema de garantía contemplado, expresamente, en el Punto 27 del Plan Gas.Ar. Este retraso constante en los pagos agrava los significativos perjuicios ya conocidos”.
“Este retraso constante en los pagos agrava los significativos perjuicios ya causados a nuestros asociados por esos retrasos al impactar severa y negativamente en el flujo de fondos previsto en las inversiones comprometidas”.
“A los perjuicios indicados, hay que sumar los retrasos en los pagos del gas natural entregado por los productores nucleados en esta Cámara a Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (“CAMMESA”) y a Energía Argentina S.A. (“ENARSA”, antes Integración Energética Argentina S.A.). A las sumas de capital adeudado corresponde adicionar también los intereses correspondientes por la falta de pago en tiempo y forma, lo cual aumenta la deuda de las citadas compañías”.
“Todo ello sumado al elevado índice de inflación mensual, que se ha agravado considerablemente en los últimos meses, y la fuerte devaluación que ha sufrido nuestra moneda. En atención a todo lo expuesto, solicito al Señor Secretario que disponga todas las medidas a su alcance a fin de regularizar la emisión de las Ordenes de Pago Provisorias/Ajustadas según los puntos 63 y 74 y su correspondiente pago en los términos del punto 76, del Plan Gas.Ar”.
“Solicito también al Señor Secretario que se tomen los pasos necesarios para poner en marcha a la brevedad un plan de pago que contemple el deterioro sufrido por estas demoras para regularizar la deuda existente, que tenga principio de ejecución a través de un pago de forma inmediata y/o mediante los CCF. Finalmente, solicito al Señor Secretario que, en el marco de sus competencias, disponga las medidas a su alcance a fin de evitar los perjuicios que causa la falta de pago por parte de CAMMESA y ENARSA a los asociados a esta Cámara”, indicó la nota firmada por el director ejecutivo, Manuel García-Mansilla.
Los antecedentes
Como contó Infobae semanas atrás, en medio de fuertes subas en las boletas de la luz, que podrían llegar hasta 300%, y con el gas que también tendrá incrementos muy importantes, la falta de transferencia de fondos por parte del Gobierno al sector genera un tembladeral.
Los grandes productores también tienen problemas porque no les pagan el PlanGas, el programa oficial de precios a cambio de inversiones destinada a llegar a picos de producción. Esta deuda rondaría los $150.000 millones.
“Estamos en medio de una tormenta perfecta”, dijo en ese entonces una fuente de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), la empresa del Estado que se encarga de la intermediación y los pagos. Esta semana, la administración de Javier Milei comenzó a hacer cambios en cargos técnicos en Cammesa y desde la secretaría de Energía aseguran que habrá más modificaciones.
La pregunta que surge ahora desde estas compañías y cámaras sectoriales es hasta cuándo podrán aguantar. Hay varias grandes, con más espaldas, y otras que sólo soportan retrasos de un mes y dependen 100% de lo que les pague Cammesa.
En enero y febrero Cammesa le avisó a Energía que necesitaba fondos por casi 1,7 billones de pesos para cubrir los pagos comprometidos. Sólo recibió $330.000 millones.
Las empresas
Los jugadores del mercado eléctrico son las generadoras (térmica, nuclear hidroeléctrica y renovable; y empresas como Central Puerto, Pampa y Enel); transportadoras (Transener y otras) y distribuidoras (Edenor, Edesur y varias provinciales y cooperativas). El gas, en tanto, tiene a los grandes productores, la mayoría con negocios en Vaca Muerta. Son YPF, Pluspetrol, de Techint; PAE, Pampa Energía, Vista y otras. También hay transportistas (TGN y TGS) y distribuidoras (Metrogas, Naturgy, Camuzzi). Son negocios separados pero con muchos puntos en común: parte de la generación eléctrica usa gas como insumo central, ambos son mercados con subsidios –que ahora intenta desarmar el Gobierno– y reciben pagos desde Cammesa y la Secretaría de Energía. Así, los problemas se entrelazan y el mencionado estrés llega, en mayor o menor medida, a todos los protagonistas.
Aunque desde el Gobierno aseguran haber pagado parte de lo adeudado del año pasado, varias dicen haber recibido “cero pesos” hasta el momento. Desde una de las empresas más importantes fueron más que contundentes: “El quiebre en la cadena de pago produjo que se acumule una deuda que afecta a todo el sector, pero principalmente a transportistas, generadores y productores de gas. Es imposible pretender que las empresas sigan produciendo electricidad y gas cuando no se les paga. Ninguna empresa en el mundo aguanta sin cobrar, no se puede”.
Y agregaron: “De continuar esta situación, lo más probable es que se realicen menos inversiones, lo que generaría una crisis eléctrica y menos abastecimiento de gas local. Esto último se traduce en un necesario aumento de las importaciones de GNL a un precio cuatro veces mayor”.
En la secretaría de Energía que dirige Rodríguez Chirillo, afirmaron que se están haciendo algunos pagos. “Es mentira que esté rota la cadena de pagos, pero hay una realidad: no hay dinero. Se va a ir haciendo el esfuerzo en ir haciendo pagos paulatinos hasta finiquitar la deuda. Lo que sí se hizo con las nuevas medidas, con las actualizaciones del precio y demás, es trazar una línea y que no se siga generando deuda. Queremos que las tarifas empiecen a cubrir el costo de suministro. A partir de esa línea que trazamos para adelante no está pasando, pero para atrás tenemos esa deuda que ya se empezó a regularizar… de a poco”, argumentaron cerca de Chirillo.
Complicaciones
Las generadoras y las transportistas, las más complicadas financieramente en este momento, advierten que no saben por cuánto más podrán sostener el negocio.
Son las que cobran 100% de Cammesa, que a su vez recibe pagos de las distribuidoras, las encargadas de cobrarle a los usuarios. Con tarifas pisadas por años, esas distribuidoras se “financiaron” no pagándole a Cammesa y acumularon una deuda total de más de $400.000 millones que era solventada mes a mes con aportes del Tesoro. Con la política de “no hay plata” esos fondos se cortaron, Cammesa no recibe dinero –los privados tampoco transfieren su parte– y, por lo tanto, no paga.
“Los transportistas aguantan cero, no tienen otro ingreso. Los generadores, si tienen contratos con privados, quizás estén un poco mejor”, resumió un experimentado ejecutivo del sector. Dos datos que grafican con crudeza el contexto: este mes, Transener, la transportadora de alta tensión que es mitad de Pampa Energía y mitad del Estado, por medio de Enarsa, pagó los sueldos en dos partes, y febrero fue el primer mes en 15 años en el que no se le pagó a las empresas la cuota del Fondo para Inversiones Necesarias que Permitan Incrementar la Oferta de Energía Eléctrica en el Mercado Mayorista (Foninvemen).
“El Gobierno nos dice que se arregla en unos meses porque la suba de tarifas hará que las distribuidoras empiecen a pagar, pero con mucha suerte podrían llegar al 70% del total. ¿Quién va a poner el otro 30%? No me parece mal tener el ancla política y macroeconómica en el superávit fiscal, pero no está bien que no nos llamen para resolver este tema. Es un agujero que hay que tapar y tiene alternativas para hacerlo, pero el mensaje es ‘no te pago y no te pago’. Veremos cómo sigue”, se preguntó el ejecutivo.