El Banco Galicia contactó a la filial argentina del banco de origen británico HSBC con el objetivo de comprarlo. Si bien las partes no llegaron a un acuerdo, ambas empresas confirmaron las conversaciones.
El Galicia es el tercer banco más grande del país en el ranking por activos. Y el número uno entre las entidades privadas, ya que sólo es superado por el Banco Provincia y el Banco Nación. HSBC, por su parte, administra el sexto activo más importante del país entre las entidades privadas y ocupa la novena posición en el ranking que incluye también a los bancos público.
Una compra transformaría al Galicia en el segundo banco del país, sólo detrás del Banco Nación, ya que la suma de sus activos alcanzaría los 7,928 billones de pesos, contra los 6,119 billones que administra el Banco Provincia.
“HSBC ha sido contactado por terceras partes interesadas en la adquisición de nuestras operaciones en Argentina. No obstante, por el momento, no se ha llegado a un acuerdo”, confirmaron voceros del banco de capitales extranjeros a este medio.
“Siempre buscamos oportunidades para hacer crecer nuestro negocio en Argentina, incluyendo potenciales adquisiciones. No obstante, por el momento, no hemos llegado a ningún acuerdo y no tenemos más comentarios para hacer”, dijeron a Infobae desde el Galicia.
El 2023 fue un año de enorme rentabilidad para los bancos que operan en la Argentina. El último informe sobre Bancos del Banco Central explicó que “el conjunto de entidades financieras acumuló resultados totales integrales en moneda homogénea equivalentes a 5,4% del activo (ROA) y 27,6% del patrimonio neto (ROE)”.
“HSBC ha sido contactado por terceras partes interesadas en la adquisición de nuestras operaciones en Argentina”
El ROA permite evaluar la rentabilidad de una empresa en relación con sus activos totales y el ROE determina la rentabilidad de una empresa respecto del patrimonio de sus accionistas.
Entre las principales causas que explican esa disparada de la rentabilidad bancaria está el aumento de los ingresos por margen financiero —la diferencia que obtienen por las tasas que cobran por préstamos o inversiones y las tasas que pagan a sus depositantes— gracias, más que nada, a las altas tasas que pagó el Tesoro por sus emisiones de deuda en pesos.
Sin embargo, la alta rentabilidad de sus operaciones no implica necesariamente una marcha saludable de los negocios. En los últimos meses, muchas entidades empezaron a desarmar sus activos ante la baja de tasas de referencia combinada con la fijación de un piso para lo que pagan por depósitos a plazo. El negocio de colocar préstamos, en medio de la alta inflación y la caída de la actividad, tampoco aparece como interesante.
En ese contexto, HSBC no es el primer banco de capitales extranjeros que analiza salir del mercado local. El año pasado, por ejemplo, el brasileño Itaú vendió sus operaciones en el país al Banco Macro. Los que analizan irse suelen bancos multinacionales que, en cada mercado en el que operan, se encuentran entre los líderes. Itaú nunca alcanzó ese rol en el país, pero HSBC si juega entre los pesos pesados del mercado local.
Sin embargo, el crecimiento del negocio argentino no aparece como promisorio para muchos de ellos. Y las entidades de capitales nacionales aprovechan el poco interés de los bancos globales para ampliar su participación en el mercado local.
Sin ir más lejos, ayer la calificadora de riesgo Moody’s dijo que la perspectiva para las entidades argentinas es negativa.
“La perspectiva del sistema bancario sigue siendo negativa debido a las severas condiciones operativas que restringen el potencial de generación de utilidades y las actividades bancarias”, explicó en un informe.
“La recesión prevista, el aumento de la inflación en 2024 y la ambiciosa agenda de reformas del nuevo gobierno impondrán importantes riesgos de implementación. Los cambios en la política monetaria, incluyendo los recientes recortes de las tasas de interés, presionarán los márgenes y la rentabilidad en general, aunque desde los máximos históricos de 2023″, agregó Moody’s.