La fuerte racha compradora de dólares del Banco Central por la que se alzó con unos USD 1.000 millones en apenas seis ruedas, es decir, desde que empezó el mes, alivian al Gobierno y también al mercado. Desde que asumió, el Central compró en el mercado de cambios prácticamente el mismo monto que le exigió el FMI como meta de acumulación de reservas: USD 10.000 millones. Sin embargo, apenas la mitad de ese monto se habría consolidado como aumento de reservas netas según diferentes estimaciones privadas.
Es decir que las reservas siguen en terreno negativo, por una cifra entre USD 4.000 y USD 5.000 millones de acuerdo a las diferentes cuentas de analistas que monitorean de cerca las variables financieras.
Esto, entre otras medidas, porque la autoridad monetaria privilegió hacer frente al pago de deuda con organismos internacionales como el BIS y la redujo en más de USD 1.600 millones, de los USD 3.117 millones a USD consolidados al 23 de noviembre a los USD 1.461 millones registrados al 29 de febrero.
No se trata sólo de cancelación de deudas. También la solución ideada para la deuda comercial, es decir, el bono para los importadores, sumó un pasivo para la entidad monetaria que, en parte, tendrá impacto en las reservas este mismo año. De ahí el cómputo de la consultora 1816, que estima que las reservas netas ascienden a los USD 5.000 millones, lo que implica una acumulación de unos USD 6.000 millones.
“Pagar importaciones en 4 cuotas es el principal driver del rebote de reservas. Proyectamos USD 3000 millones en diciembre de 2024″ (FMyA)
“El Central continúa con saldo positivo en el MULC: acumuló USD 2.358 millones en febrero y en marzo sigue comprando, algo explicado en parte por el descenso de la demanda privada en el mercado de cambios. El BCRA aprovecha para seguir cancelando deuda con el BIS y el stock de deuda con organismos cayó a USD 1.461 millones (...). Las reservas netas del BCRA rondan los USD -5.000 millones, tomando como pasivos las amortizaciones del BOPREAL Serie 2 de los próximos 12 meses”, marcaron los analistas de la consultora financiera.
Esos cálculos tienen poca diferencia con otras estimaciones, como la de FMyA, de Fernando Marull, quien calculó una acumulación algo mayor ya que, según su informe, las reservas pasaron de los USD 11.000 millones heredados en terreno negativo a unos USD 4.000 millones. Este resultado, se afirmó, se obtuvo gracias al combo de medidas como el dólar exportador que aumentó la oferta de divisas al permitir liquidar 20% en el contado con liquidación -lo que terminó por derrumbar la brecha cambiaria- tras la fuerte devaluación de diciembre que se complementa con el debatido ritmo de devaluación de 2% desde entonces.
El economista reseñó, además, el pago de importaciones “en 4 cuotas”, más suba de alícuota del impuesto PAIS al 17.5%, lo que le permitió al Central USD 9.600 millones de divisas desde que asumió, además de hacer frente a los pagos de bonos.
En ese sentido, el informe de la consultora de Marull arriesgó un pronóstico: proyectó que, a diferencia de lo establecido en el acuerdo con el Fondo, en el que se admite llegar a fin de año con las reservas netas en terreno levemente negativo, esa meta se sobrecumplirá. Aunque no por mucho. “Pagar importaciones en 4 cuotas es el principal driver del rebote de reservas. Proyectamos USD 3000 millones en diciembre de 2024″, aseguró FMyA.
En el Banco Central, y también en el resto del Gobierno, son extremadamente cautelosos respecto del entusiasmo que despierta la buena cosecha de divisas que viene levantando la entidad. Aseguran que si bien es una excelente noticia la posibilidad de acelerar la compra de divisas, los pasivos heredados de la entidad son gigantescos, entre los que incluyen el pago que habrá que hacer este año a China por el uso del tramo del swap durante la gestión anterior. “No vamos a estar holgados con la meta de reservas, hay muchas cuentas pendientes”, aseguró un funcionario.