Como contó Infobae hace una semana, las empresas del sector energético están en estado de alerta. Los reclamos ante la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) son cada vez más elocuentes y en la industria reiteran que hay quiebre en la cadena de pagos por falta de fondos que tiene que hacer el Estado por medio de esa intermediaria. En ese contexto de extrema tensión también hay dudas sobre el futuro de Cammesa.
Ayer una luz roja se encendió cuando Transener advirtió a sus inversores que por la crisis financiera que le genera la falta de transferencias del Tesoro Nacional no podrá hacer frente al pago de sus obligaciones operativas y salariales en término. Transener, la única transportista de alta tensión del país, pertenece en partes iguales al estado nacional y a Pampa Energía, el holding de Marcelo Mindlin. Ya en este mes de marzo había pagado los sueldos al personal en dos partes.
Además, los tiempos parecen acortarse a la velocidad de la luz. “Abril es el límite, después vamos a ver qué pasa. Las transportistas y las generadoras no aguantan. Si no aparecen los fondos podría empezar a resentirse todo, y hasta haber algún compromiso en el suministro”, dijeron ayer en una de las firmas más grandes del mercado.
Las empresas de generación eléctrica y transporte son las más expuestas financieramente por la falta de aportes del Estado. Son las que dependen casi 100% de los pagos de Cammesa. Entre las primeras se pueden contar a Central Puerto, Pampa y Enel y otras que generan energía térmica, nuclear, hidroeléctrica y renovable. En las segundas están la mencionada Transener y también Transba, Transcuyo, Traspa, Epen y otras.
Las firmas aseguran que buena parte del superávit financiero que celebraron el presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo se dio a costa de “pisar” los pagos al sector.
Además, las productoras de gas tampoco cobran el PlanGas. Entre ellas están YPF, Pluspetrol, de Techint; PAE, Pampa Energía, Vista y otras. Son empresas con algo más de espaldas financieras, pero que también se quejaron fuerte por carta –como adelantó la semana pasada este medio– ante la Secretaría de Energía por la falta de pagos.
Según fuentes del sector, la deuda total de Cammesa ya habría superado 1 billón de pesos. En la secretaría de Energía, a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo, en tanto, juran que no hay quiebre en los pagos y que en las últimas semanas le giraron a Cammesa unos $300.000 millones (el 50% de la deuda enero, según fuentes oficiales). Tres empresas con las que habló Infobae ayer aseguraron no haber cobrado nada aún. Cammesa recibe fondos del Estado y de las distribuidoras. Estás, además, están pagando cerca del 10% mensual de lo que deben.
“Las generadoras no dan más. Sin pagos se quiebra el eje de su negocio. Y con las transportistas pasa lo mismo, pero más rápido porque tienen márgenes menores. En las próximas semanas pueden empezar los conflictos más notorios: sin fondos es complicado enviar energía a la red... salvo que los accionistas de las empresas pongan dinero de sus bolsillos”, explicó un importante ejecutivo del sector que pidió reserva de su nombre.
Hay otra parte de la explicación que enciende las preocupaciones de cara al futuro próximo. Entre enero y mayo las generadoras hacen trabajos de mantenimiento de sus “máquinas” (las usinas que producen la electricidad) de cara a reforzar el consumo del invierno. Entre junio y agosto, si llegara a faltar el gas para la generación, como suele ocurrir, esas máquinas deberán usar combustible líquido (gasoil y fueloil), que exige más a los motores. Por eso es vital el mantenimiento preventivo.
“Las generadoras no dan más. Sin pagos se quiebra el eje de su negocio. Y con las transportistas pasa lo mismo, pero más rápido porque tienen márgenes menores”, explicó un ejecutivo del sector
“Si no se resuelven las cosas van a llegar los problemas de generación. No necesariamente cortes de entrada, pero sí puede haber menos entregas al sistema”, aseguró otro ejecutivo. Y advirtió: “La generación es un servicio de interés público, pero no es un servicio público. O sea, no están obligadas a mandar energía al sistema. Podrían dejar de hacerlo en cualquier momento si no les pagan”.
Cammesa
Mientras tanto, el sector espera una desregulación total. Sería inminente. El Gobierno quiere que Cammesa regrese a su rol original, sólo de intermediación, y que las distribuidoras y generadoras negocien libremente la energía y el combustible que necesitan. ¿Cómo y a qué precios? No está claro aún. ¿Qué pasará hasta que la suba de tarifas sin subsidios se nivele con los gastos del sector? Tampoco se sabe. El Estado tendrá que dar respuestas.
El Gobierno espera tener un rol al menos de transición en los próximos meses. Hoy se supo que la empresa estatal Enarsa comenzó el proceso para licitar la compra de barcos de gas licuado (GNL). Por ahora son 10, mucho menos de lo que se importaba en años anteriores.
Como sea, Cammesa ya no será lo que era. Días atrás, por caso, fueron desarmadas por completo las áreas de Legal y Contratos. En el sector, en tanto, ya la describen como una empresa en default, cuyas acreencias pasarían consolidadas al Gobierno. Si eso ocurre, los funcionarios de Milei tendrán que sentarse con generadoras, transportistas y productoras para ver cómo se van cancelando esas deudas. En ese contexto, las empresas tendrán más para perder que para ganar.
La carta de Transener
Cómo se dijo, Transener avisó que no tiene fondos para pagar gastos y sueldos. En la carta que ayer le envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y la Bolsa local, cuya referencia es “Situación de caja”, detalló el contexto que atraviesa. Argumentó que el 95% de sus recursos financieros provienen de Cammesa y que el “incumplimiento se traduce en el desfinanciamiento de la Sociedad”.
También se menciona una reciente reunión del Comité Ejecutivo de Cammesa en la que tampoco hubo certezas sobre los futuros pagos.
“La falta de recursos en Cammesa para atender los compromisos habituales es consecuencia de la demora en los pagos por parte de los distribuidores –que a la fecha han cancelado solamente el 49% de lo adeudado, conjuntamente con la falta de los necesarios aportes del Tesoro Nacional para cubrir los subsidios otorgados. A la fecha están pendientes de pago el 50% de la factura de los servicios prestados en noviembre y el total de la de diciembre 2023, por un total de $11.900 millones más intereses, estando próxima a vencer la factura de enero 2024, y sin certeza respecto a los futuros pagos”, detalló la misiva que firmó, José Santiago Refort, Responsable de Relaciones con el Mercado de la compañía.
“Habiendo notificado al ENRE, Cammesa y Secretaría de Energía de la Nación sobre la situación mencionada, no hemos recibido certezas y por lo tanto, hemos puesto en conocimiento de las autoridades que de no cobrar al menos una transacción completa durante marzo, Transener no podrá cancelar sus obligaciones operativas y salariales en término”, cerró la transportista que encendió nuevas luces rojas en un sector en tensión.