La empresa YPF, líder en el mercado local, prevé que todavía falta un aumento del 10% en el precio de la nafta y el gasoil en surtidores para alcanzar el objetivo de un precio de “paridad de importación”. A eso habrá que sumarle en los próximos meses la actualizaciones previstas del impuesto a los combustibles y el traslado de la devaluación, con un deslizamiento del tipo de cambio oficial del 2% mensual.
Durante su presentación trimestral con inversores, en la que mostraron el balance de 2023 y su plan estratégico para 2024, los directivos de la petrolera estatal mencionaron que hacia finales de octubre el precio en sus combustibles estaba 28% por debajo de la “paridad de importación”, es decir, el valor de importar el petróleo.
La ola de aumentos desde noviembre pasado, en particular tras la asunción de Javier Milei y la liberalización de los precios que estaban regulados por el anterior Gobierno, redujo esa brecha al 8% en diciembre pasado. Según comentó a Infobae una fuente de YPF, que en enero se quedó con el 58% de las ventas en el mercado local, ese “gap” saltó al 10% ya que en febrero no se trasladó la suba del 2% en el dólar oficial de enero.
El viernes pasado las petroleras decidieron un incremento promedio del 7,5% en sus combustibles por la primera de tres actualizaciones mensuales previstas para el impuesto a los combustibles líquidos correspondiente a marzo, y la evolución del tipo de cambio. Así, en la Ciudad de Buenos Aires YPF llevó la nafta súper a $800, la premium a $987, el gasoil a $843 y el euro a $1.073 según el sitio web Surtidores. La suba de la nafta súper entre noviembre y marzo es del 157% punta a punta.
No es un secreto que la Secretaría de Energía que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo dio vía libre a las empresas para acomodar sus precios más en línea con sus necesidades financieras ya que el congelamiento previo atentaba, entendían, contra el normal funcionamiento del mercado. La referencia es el precio de exportación de crudo y la importación de combustibles, conocidos como “import y export pairty”.
En la petrolera estatal reconocieron que, traducido al surtidor, esa referencia implicaría que los usuarios paguen la nafta súper entre USD 1 y USD 1,20 por litro. Esa referencia la realizan al dólar oficial de $845,50 según la cotización de este jueves. De todos modos, no está claro el sendero en el cuál se llegará a ese objetivo. La venta de combustibles representó en 2023 el 57% de los ingresos de YPF por unos casi USD 10.000 millones según los números presentados este jueves por su presidente, Horacio Marín.
El impacto de los aumentos en el bolsillo comenzaron a notarse en la baja del consumo y la migración de los consumidores hacia los precios más convenientes. Un informe de Politikon Chaco, en base a datos de Energía, precisó que en enero se registró una caída de las ventas del 5,8% respecto al mismo mes del año pasado y fue la peor desde febrero de 2021. Contra diciembre el retroceso fue del 7,5% mensual.
“Analizando las ventas por tipo de combustible, en enero el mayor volumen de ventas estuvo en las naftas con el 56% del total comercializado contra el 44% del gasoil. En referencia a sus desempeños, las naftas exhibieron una baja del 6,3% interanual (con tracción de la premium que cayó 22,7% frente a una leve suba del 0,1% de la súper); a su vez, el gasoil mostró una baja del 5,1% con descensos en ambos segmentos (-3,8% el común y -7,5% el premium)”, detallaron.
Las ventas cayeron en todas las jurisdicciones de la Argentina, salvo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La mayor merma se registró en Misiones (19,3%), lo que se explica en que los puntos fronterizos comenzarán a tener una menor demanda a medida que los valores locales se equiparen al internacional.
En tanto, al tener precios más bajos, YPF ganó casi 3% en la participación de las ventas y se quedó con el 58,3% del mercado. El resto de las petroleras sufrieron fuertes caídas: Shell -15%, Axion -14,3% y otras -18,8 por ciento.