Las principales empresas de consumo masivo le manifestaron este miércoles a Luis Caputo su preocupación por la fuerte caída en las ventas que se registran desde que comenzó el año ante el impacto de la inflación, la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos y la recesión. Así lo hicieron en el marco de una reunión a la que fueron convocados en el quinto piso del Palacio de Hacienda.
Según pudo reconstruir Infobae, el ministro de Economía sostuvo que no habrá una devaluación brusca en el corto plazo y espera que los precios en las góndolas acompañen el sendero del tipo de cambio previsto por el Gobierno. Una búsqueda por dar certidumbre a las firmas y evitar mayores incrementos ante una demanda que, de todos modos, parece no convalidarlos. De los puntos más llamativos de la reunión fue el “tirón de orejas” oficial a uno de los rubros por “aumentos desmedidos” y un pedido por mayor claridad en las promociones.
Por el lado de las empresas participaron representantes de Las Tres Niñas; Molinos Río de la Plata; Molinos Cañuelas; Quickfood SA; Establecimiento Las Marías; Procter & Gamble; Johnson & Johnson; Arcor; Mondelez; Mastellone; Loreal; Danone; Unilever; Compañía Industrial Cervecera; Coca Cola; Nestlé; y Quilmes. Caputo estuvo acompañado por el secretario de Comercio, Pablo Lavigne.
Desde una de las compañías presentes comentaron: “Básicamente escuchó a los sectores. Manifestamos preocupación generalizada por la fuerte caída en las ventas. Nos pidió claridad en dinámicas de precios, como en el caso de las promociones y los descuentos”.
“Hubo un tirón de orejas para algunos rubros donde habría aumentos altos a revisar. Fundamentalmente para una empresa de bebidas. Pero todo en muy buen tono”, agregaron.
Desde otra firma precisaron: “Dijeron que están trabajando muy fuerte en la macro para que no haya ningún desajuste en las variables que pueda afectar los costos de producción de acá en adelante; que son conscientes de la importancia que tiene el dólar oficial para el consumo masivo y que no ven hacia adelante una devaluación brusca y que esperaban que los precios acompañen. Hubo varios mensajes de parte de las principales empresas de que los aumentos de precios en febrero y especialmente en marzo, comenzaron a bajar sostenidamente”.
Es que en el contexto actual de caída del consumo, las empresas comenzaron a revisar sus precios para no perder más ventas y evitar que se profundice el parate de la actividad. Desde la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (AmCham) precisaron a Infobae que en las alimenticias que forman parte de la entidad hubo caídas de hasta 20% en las ventas.
La convocatoria de Caputo a este grupo de empresas tenía que ver, principalmente, con explicar los principales lineamientos y la evolución del programa económico del Gobierno según informó oficialmente Economía. El ministro destacó ante los presentes la desaceleración de la inflación a partir del “ordenamiento de las cuentas públicas” y la “mejora en la hoja de balance del Banco Central”.
Además, repasaron las últimas medidas que impulsó Lavigne para desregular el comercio exterior e interior y eliminar los controles que utilizaba el anterior Gobierno. La Libertad Avanza por ahora espera que la “certidumbre” sobre el futuro de la macro evite una nueva escalada en los precios de las góndolas, es decir, que no haya un proceso de “cobertura”.
Entre las principales desregulaciones se encuentran la no renovación del programa Precios Justos, la derogación de las leyes de Abastecimiento, Góndolas y Observatorio de Precios, la finalización de fideicomisos, y la derogación de regímenes informativos. Hay consenso entre las empresas de que todas esas legislaciones implicaban mayores costos y menor competitividad.
Otro de los puntos que llamó la atención es que durante el encuentro hubo foco sobre las políticas de promociones y descuentos de cada sector, “enfatizando la importancia de que los precios de lista reflejen con fidelidad las condiciones de mercado”.
La consultora Scentia relevó que el consumo masivo empaquetado tuvo en enero una retracción de 3,8% respecto al mismo mes del año pasado pero con diferencias entre los canales. Los autoservicios marcaron una suba del 0,5% mientras que las ventas en supermercados se desplomaron 8% interanual. Esa dinámica se dio en medio de “fuertes cambios en los precios y la pérdida del poder adquisitivo”. Para febrero se espera una nueva caída.
“También es interesante ver que mientras los supermercados tuvieron un movimiento parejo entre el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) e Interior, los autoservicios crecieron en AMBA y retrocedieron en el Interior…, posiblemente encontremos la explicación a este tema en un menor éxodo turístico, que siempre es de ayuda para este canal en esta época del año. Otro aspecto a considerar es la posible caída en las ventas de ciudades fronterizas, que tenían un impacto importante en el interior y ya no son tan atractivas con las condiciones actuales”, añadieron.
Hacia adelante resaltaron la posibilidad de que se profundicen los cambios en los hábitos de consumo: “Es probable que también se intensifiquen hábitos que ya hemos visto, con una mayor frecuencia de compra y menor cantidad de unidades por ticket, con el fin de cuidar más el gasto en cada acto de compra”.
Los primeros datos de consumo de febrero reflejaron la continuidad de la recesión: la venta de materiales para la construcción se desplomó 29% interanual, el patentamiento de motos 13,7%, la producción de autos 19%, las ventas minoristas pymes 25,5%, entre otros. La recaudación tributaria también mostró los signos de la recesión en marcha: contribuciones patronales (-21,1%), IVA DGI (-12,6%), créditos y débitos (-6,2%).