El Diputado Nacional Martin Tetaz presentó un proyecto de Ley para la Medicina Prepaga tras los aumentos de los últimos meses, producto de la liberación de precios mediante el DNU del presidente Javier Milei en diciembre pasado.
El legislador explicó: “Corresponde que el Estado regule las prepagas. Una vez que se desregularon las tarifas no observamos que los médicos estén mejor, que la atención sea superior y que haya más frecuencia de turnos. Lo único que se puede observar es un incremento muy marcado en beneficio de las prepagas por lo tanto es necesario que se derogue el artículo del DNU y se retrotraiga a diciembre”.
Desde la publicación del decreto 70/23 las cuotas tuvieron aumentos del 40% en enero, del 30% en febrero y del 23% en marzo en promedio.
“Dicha situación trajo aparejado desde la entrada en vigencia del DNU aumentos de hasta 60% en varios casos en un mes. El escenario actual de recesión e inflación que la sociedad viene atravesando en los últimos años conlleva a que los afiliados a dichos servicios de salud no puedan afrontar las cuotas actuales con aumentos exorbitantes y en muchos casos accedieron a la justicia para solicitar que se condenara a la empresa a dejar sin efecto los aumentos”, se indicó en los fundamentos del proyecto presentado por Tetaz que cuenta con la firma de los diputados Danya Tavela, Marcela Antola, Melina Giorgi, Gerardo Cipolini, Gabriela Brouwer De Koning, Mariela Coletta, Carla Carrizo y Pedro Galimberti
“La decisión tomada respecto a la desregularización de las empresas de medicina prepaga no parece haber mejorado la calidad de las prestaciones de los servicios, ni que los médicos sean mejores pagados, llegando incluso a generar inconvenientes en la calidad de vida de los ciudadanos afiliados a dichas instituciones”, argumentan.
“Además, al tratarse de un mercado oligopólico, la competencia es escasa y no garantiza la fijación de un precio accesible y la calidad de la prestación de un buen servicio. Y por tratarse de cuestiones de salud, siendo un mercado de características oligopólicas, el Estado no puede prescindir de la regulación de las tarifas, motivo por el cual aconsejamos la derogación de los citados artículos”, agregan.
En diálogo con Infobae, Tetaz dijo: “En la teoría económica que aprendemos y enseñamos en la facultad y en la experiencia de todos los países liberales del mundo, se regula la medicina prepaga y los medicamentos, y el criterio es propender a que el precio sea igual que el costo marginal. Buscamos que los precios sean iguales a los costos marginales de provisión de servicio. No buscamos congelar los precios como hacía el kirchnerismo. Esa fue una pésima regulación. Pero que hayamos sufrido una pésima regulación durante muchos años, no implica que lo mejor sea eliminar todo tipo de regulación”.
Cabe mencionar que, de acuerdo con la última presentación de padrones frente a la Superintendencia de Servicios de Salud (mayo 2022), 6.796.690 personas se encuentran afiliadas a empresas de medicina prepaga. Aproximadamente el 40% de dichos afiliados son de adhesión directa, mientras que el otro 60% provienen de la derivación de aportes vía planes corporativos o desregulación de obras sociales. Esto representa que poco más del 14,77% de la población cuenta con cobertura médica privada.
Desde el sector justifican las subas en el aumento de costos y en que las cuotas habían quedado muy atrasadas con respecto a la inflación de los últimos años.
“Los costos iban por el ascensor y las actualizaciones (de las cuotas) por la escalera, lo que generaba un deterioro descomunal”, había señalado Claudio Belocopitt, el dueño de Swiss Medical y presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS).
Desregulación de obras sociales: ¿aumentarán las cuotas de prepagas?
Por otro lado, el gobierno nacional desreguló las obras sociales y los trabajadores podrán optar libremente entre una obra social o prepaga. A su vez, los beneficiarios ya no deberán permanecer obligatoriamente un año en la obra social de su actividad al ingresar a un nuevo empleo.
“Adhiero completamente a la idea del Gobierno de que la gente pueda elegir la derivación de sus aportes. La desregulación de Milei es buena, pero crearon un nuevo impuesto que hace inviables a las prepagas”, dijo Belocopitt. Se trata de una contribución del 20% que las empresas deberán aportar al Fondo Solidario de Redistribución (FSR) en el marco de la nueva normativa.
Para las entidades de medicina prepaga agrupadas en la UAS, este nuevo aporte del 20% elevará los costos de la cobertura en un sistema de salud que “ya está sumamente estresado” y sostienen que será difícil de absorber por los prestadores y que deberán encarecer las tarifas para enfrentarlo.