El plan de shock ortodoxo del gobierno, basado en un ancla fiscal, salarial, cambiaria y otra monetaria-financiera, podría no ser suficiente para bajar la inflación, que según el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), podría rondar el 20% en los próximos meses.
El ajuste del Gobierno recae sobre las transferencias a las provincias, sobre los ingresos de jubilados y trabajadores del sector público. También, sobre lo que representa el salario “indirecto” de muchos trabajadores, tal como los subsidios al transporte y a la energía.
“En segundo lugar, recae sobre un ancla salarial. En especial, a partir del ajuste llevado a cabo en los salarios del sector público. Ajuste que, por un lado, contribuye al éxito del ancla fiscal, y por otro intenta actuar como disciplinamiento para los trabajadores del sector privado. En conjunto, estas dos anclas apuntan a la necesidad de menor emisión para financiar el gasto y a inducir una recesión que ‘enfríe’ la demanda”, señaló el CESO.
Respecto a esto último, el consumo cae y las ventas minoristas de las pymes se desplomaron 25,5% interanual en febrero y 7,4% respecto a enero. Así, en el primer bimestre del año, las ventas acumulan una baja del 27% en relación al mismo período de 2023, según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
También, el CESO mencionó el ancla cambiaria: “Si bien una de las primeras medidas económicas de este gobierno fue aplicar una devaluación del 118%, luego adoptaron una estrategia cambiaria de micro devaluaciones diarias que alcanzan el 2% mensual, ritmo muy por debajo de una inflación del 20% mensual en enero y proyectada alrededor del 15% para febrero”.
En este sentido, y descartada una nueva devaluación por parte del ministro de Economía Luis Caputo, un atraso en el tipo de cambio podría desincentivar la liquidación de la cosecha gruesa, lo que implicaría el no ingreso de un volumen de importante de divisas y necesarias para quitar el cepo. De hecho, “el FMI ya se adelantó y sugirió acelerar el crecimiento del 2% al 8%mensual”, aseguró el CESO.
“Por último, una poco ortodoxa ancla monetaria-financiera, a partir de la implementación de una tasa de interés que se encuentra sustancialmente por debajo de la inflación y la licuación del stock de pesos de la economía. De nuevo, pensando que esta reducción de la base monetaria contribuirá a disminuir la inflación presente y futura”, indicó el CESO.
“En un régimen de alta inflación, cualquier shock de precios en variables clave (como una suba brusca del dólar o las tarifas) acelera la inflación no sólo en el presente, sino también hacia adelante” (CESO)
En este escenario, el informe indica que el factor inercial es un componente clave y sostiene que si no se combate, difícilmente la inflación pueda ceder sostenidamente. Para el CESO ninguna de dichas anclas parece atender este problema.
“En un régimen de alta inflación, cualquier shock de precios en variables clave (como una suba brusca del dólar o las tarifas) acelera la inflación no sólo en el presente, sino también hacia adelante ya que la misma es perpetuada por los componentes inerciales (indexación de contratos y expectativas)”, aseguraron.
“Así, en diciembre el shock devaluatorio duplicó la inflación -pasó del 12,8% en noviembre al 25,5% en diciembre, manteniéndose en el 20,6% en enero-. La disminución coyuntural de febrero cercana al 15%, se verá opaca en marzo ante el reajuste de precios estacionales (cuotas educativas) y la actualización de tarifas de servicios públicos y de transportes (que deben recuperar adicionalmente la suba de costos generada por la devaluación de diciembre)”, sostuvieron.
“Con la consecuencia de que el ‘piso’ que deja la inercia se mantendrá más cerca del 20% de enero que al posible 15% de febrero, hacia los próximos meses del año”, agregaron.
Otras opiniones
Al respecto, otras consultoras estiman, al igual que el gobierno, que la inflación de febrero rondó el 15%. De acuerdo a EcoGo, los precios aumentaron 15,9% el mes pasado, para Focus Market fue del 14,8%, según C&T para la región GBA, del 16,3% y para la Fundación Libertad y Progreso, 16,8 por ciento.
Damián Di Pace, director de Focus Market, sostuvo: “La inflación de marzo sostenemos que quizás esté en los mismos niveles de febrero o incluso pueda superarla. Hay mucha estacionalidad en diversos rubros relevantes, como lo es educación e indumentaria, pero además suben tarifas de servicios públicos, combustibles, recreación y cultura por el fin de semana largo, entre otros”.
En este sentido, en marzo las tarifas de luz aumentarán hasta 150%, trenes de larga distancia, 70%; prepagas, 23% en promedio; y colegios privados entre un 40 y 50% en el AMBA. Las naftas ya subieron este sábado 7,5% en promedio.
“En el caso de las tarifas de gas natural,aún se desconoce el porcentaje de incremento que implicaría la quita de subsidios en febrero,pero todas las estimaciones apuntan a números de por lo menos 3 dígitos”, aseguró el CESO.
El centro de estudios afirmó que, de producirse dicho salto cambiario o una aceleración del crawling peg, habrá nuevas subas de precios que mantendrán la inflación elevada, aún en un contexto del fuerte programa de ajuste con una economía en recesión.
Sobre esto último, desde Fundación Capital prevén una caída de la actividad económica del 4,3% en 2024.