Cómo cambió la estructura tributaria con el nuevo gobierno

El sinceramiento del tipo de cambio, junto a la recesión inicial que provocó la aceleración de la inflación, trastocó el aporte de las diferentes fuentes del fisco al total. Expectativas

Un tercio de los recursos tributarios del primer trimestre se originaron en operaciones vinculadas con el comercio exterior (Reuters)

Los recursos agregados sobre el comercio exterior, generados por retenciones a las exportaciones y derechos de importación, más tasa de estadística y los pagos netos de IVA y cobro anticipado de Ganancias por parte de la Administración Nacional de Aduanas, junto al Impuesto PAIS, explicaron en los primeros dos meses de 2024 el 33,7% del total de fondos que nuclea la AFIP.

El resto se integró con 44,8% por otros tributos percibidos por la DGI; y 21,5% por los ingresados a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).

En similar período de un año antes, esas proporciones eran de 16,8% de los recursos recaudados por la Administración Nacional de Aduanas más PAIS; 56,8% la DGI; y 26,5%, la Anses.

Paradójicamente, un gobierno que aspira a ampliar la frontera del comercio exterior, con el levantamiento de todas las prohibiciones y restricciones sobre las exportaciones, como de la eliminación de las trabas a las importaciones, como las SIRA (Solicitud de Autorización de Importaciones), se ha visto forzado a centrar su fuente de recursos fiscales en las percepciones a cargo de la Aduana, más el agregado potenciado del Impuesto PAIS.

Si bien se trata de gravámenes considerados “distorsivos”, porque por un lado limita los ingresos de los sectores de la producción con ventajas comparativas con el resto del mundo, y por el otro, encarece y con ello desalienta la competencia de artículos foráneos y eleva el denominado “costo argentino”, no se presentan como una política de Estado, sino de emergencia, frente a una inédita herencia de alto déficit fiscal, reservas internacionales netas negativas en el Banco Central.

Paradójicamente, un gobierno que aspira a ampliar la frontera del comercio exterior se ha visto forzado a centrar su fuente de recursos fiscales en las percepciones a cargo de la Aduana, más el agregado del Impuesto PAIS

En el caso de las exportaciones, el aumento de los recursos por retenciones se sustenta inicialmente en el “sinceramiento cambiario”, al pasar de un nivel singularmente distanciado de las paridades en el mercado libre, con brecha de hasta 200% hasta el 7 de diciembre 2023, a menos 30% el último viernes.

Mientras que en el de las importaciones, además de un tipo de cambio sustancialmente más alto que un año antes, se agrega el aumento del impuesto de emergencia, como PAIS, con fines netamente recaudatorio y también de desaliento de las compras externas prescindibles, hasta tanto el Banco Central pueda consolidar la recuperación de las reservas, con la compra neta del superávit del comercio exterior.

El resultado de esa estrategia ha sido positivo del lado de los recursos tributarios, porque aceleró la relevancia de esa fuente de ingresos a la Tesorería a través de la Aduana, desde un mínimo de 2,6% del total que había registrado en 2017. Alcanzó así una proporción que superó el pico anterior de 29% del total que había alcanzado en 2008, al comienzo de la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

El récord de la contribución de las exportaciones a la recaudación de la AFIP se anotó en 2008, con 13,8% del total, cuando se registró la escalada de los precios internacionales de las materias primas, en particular de la soja, y el gobierno intentó imponer una retención móvil, pero fracasó luego de la inédita reacción de la dirigencia rural y el “voto no positivo” del presidente del Senado, Julio Cobos.

El récord de la contribución de las exportaciones a la recaudación de la AFIP se anotó en 2008, con 13,8% del total

Por el contrario, por las restricciones cambiarias y las crecientes limitaciones a las autorizaciones de pagos de importaciones por el estado de estrés de las reservas en el BCRA, el aporte de los impuestos sobre las compras en el exterior al total de los recursos tributarios se había mantenido en niveles singularmente bajos, por debajo de 4%, y ahora se estima habría ascendido hasta 9% del agregado de los recursos tributarios.

Por el contrario, en los dos primeros meses de 2024 perdieron relevancia la contribución a los recursos totales de los tributos vinculados con la actividad productiva y consumo interno de bienes y servicios producidos locales, a tono con el receso que acusaron en el período los sectores dependientes de poder de compra del conjunto de los residentes.

Así, de la planilla de ingresos de la AFIP se desprende que los recursos por IVA DGI pasaron de aportar 23,9% en el primer bimestre de 2023 a 22,4% un año después. Y también en el caso de Ganancias DGI, se achicó más aún, de 19,9% a 11,8%, en dichos tramos del año, respectivamente.

Un fenómeno similar se observó en el caso de los recursos captados por la Anses por aportes personales de los trabajadores, contribuciones patronales, Monotributo previsional y pago de moratorias: pasó de generar 26,5% de los recursos tributarios en el primer bimestre de 2023 a 21,5% en similar período del corriente año.

Según las estimaciones del Gobierno, que revelan un proceso gradual de “normalización” de la economía, que permita la recuperación trimestre a trimestre de los ingresos en términos reales, junto a la estacionalidad favorable de la liquidación de las exportaciones entre abril y agosto, cabe prever que la estructura de los recursos tributarios no cambiará en forma inmediata.

Sin embargo, según se desprende de los objetivos de estabilización del Gobierno y recuperación de la actividad, que presentó el presidente Javier Milei en su primer Mensaje de Apertura de la Asamblea Legislativa, es de esperar que la estructura tributaria tienda a recuperar el peso de los gravámenes vinculados con la actividad doméstica y las ganancias de las empresas, y retrocedan los originados en el comercio exterior.