En el mercado energético coinciden con una palabra para definir la situación del sector: “mucho estrés”. Pero algunas de las empresas que componen esta industria van más allá y hablan de un contexto extremo desde lo financiero que, aseguran, no deja de sumar incertidumbre y podría derivar en problemas mayores, como reducción de inversiones e, incluso, cuestiones vinculadas al suministro y al buen funcionamiento de las redes.
Como contó Infobae hace 15 días, en medio de fuertes subas en las boletas de la luz, que podrían llegar hasta 300%, y con el gas que también tendrá incrementos muy importantes, la falta de transferencia de fondos por parte del Gobierno al sector genera un tembladeral.
“Estamos en medio de una tormenta perfecta”, dijo en ese entonces una fuente de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), la empresa del Estado que se encarga de la intermediación y los pagos. Esta semana, la administración de Javier Milei comenzó a hacer cambios en cargos técnicos en Cammesa y desde la secretaría de Energía aseguran que habrá más modificaciones.
La pregunta que surge ahora desde estas compañías y cámaras sectoriales es hasta cuándo podrán aguantar. Hay varias grandes, con más espaldas, y otras que sólo soportan retrasos de un mes y dependen 100% de lo que les pague Cammesa.
Luis “Toto” Caputo y Milei celebraron el superávit financiero de enero y se aprestan a hacerlo en febrero, pero con pagos al sector y otras deudas –donde entra la puja con los gobernadores– “pisadas”. Por caso, en enero y febrero Cammesa le avisó a Energía que necesitaba fondos por casi 1,7 billones de pesos para cubrir los pagos comprometidos. Sólo recibió $330.000 millones.
Muchos jugadores
Los players del mercado eléctrico son las generadoras (térmica, nuclear hidroeléctrica y renovable; y empresas como Central Puerto, Pampa y Enel); transportadoras (Transener y otras) y distribuidoras (Edenor, Edesur y varias provinciales y cooperativas). El gas, en tanto, tiene a los grandes productores, la mayoría con negocios en Vaca Muerta. Son YPF, Pluspetrol, de Techint; PAE, Pampa Energía, Vista y otras. También hay transportistas (TGN y TGS) y distribuidoras (Metrogas, Naturgy, Camuzzi). Son negocios separados pero con muchos puntos en común: parte de la generación eléctrica usa gas como insumo central, ambos son mercados con subsidios –que ahora intenta desarmar el Gobierno– y reciben pagos desde Cammesa y la Secretaría de Energía. Así, los problemas se entrelazan y el mencionado estrés llega, en mayor o menor medida, a todos los protagonistas.
Si bien desde el Gobierno aseguran haber pagado parte de lo adeudado del año pasado, varias dicen haber recibido “cero pesos” hasta el momento. Desde una de las empresas más importantes fueron más que contundentes: “El quiebre en la cadena de pago produjo que se acumule una deuda que afecta a todo el sector, pero principalmente a transportistas, generadores y productores de gas. Es imposible pretender que las empresas sigan produciendo electricidad y gas cuando no se les paga. Ninguna empresa en el mundo aguanta sin cobrar, no se puede”.
Y agregaron: “De continuar esta situación, lo más probable es que se realicen menos inversiones, lo que generaría una crisis eléctrica y menos abastecimiento de gas local. Esto último se traduce en un necesario aumento de las importaciones de GNL a un precio cuatro veces mayor”.
En la secretaría de Energía que comanda Eduardo Rodríguez Chirillo, en tanto afirmaron que se están haciendo algunos pagos. “Es mentira que esté rota la cadena de pagos, pero hay una realidad: no hay dinero. Se va a ir haciendo el esfuerzo en ir haciendo pagos paulatinos hasta finiquitar la deuda. Lo que sí se hizo con las nuevas medidas, con las actualizaciones del precio y demás, es trazar una línea y que no se siga generando deuda. Queremos que las tarifas empiecen a cubrir el costo de suministro. A partir de esa línea que trazamos para adelante no está pasando, pero para atrás tenemos esa deuda que ya se empezó a regularizar… de a poco”, argumentaron cerca de Chirillo.
¿Hasta cuándo?
Las generadoras y las transportistas, las más complicadas financieramente en este momento, advierten que no saben por cuánto más podrán sostener el negocio.
Son las que cobran 100% de Cammesa, que a su vez recibe pagos de las distribuidoras, las encargadas de cobrarle a los usuarios. Con tarifas pisadas por años, ess distribuidoras se “financiaron” no pagándole a Cammesa y acumularon una deuda total de más de $400.000 millones que era solventada mes a mes con aportes del Tesoro. Con la política de “no hay plata” esos fondos se cortaron, Cammesa no recibe dinero –los privados tampoco transfieren su parte– y, por lo tanto, no paga.
“Los transportistas aguantan cero, no tienen otro ingreso. Los generadores, si tienen contratos con privados, quizás estén un poco mejor”, resumió un experimentado ejecutivo del sector. Dos datos que grafican con crudeza el contexto: este mes, Transener, la transportadora de alta tensión que es mitad de Pampa Energía y mitad del Estado, por medio de Enarsa, pagó los sueldos en dos partes, y febrero fue el primer mes en 15 años en el que no se le pagó a las empresas la cuota del Fondo para Inversiones Necesarias que Permitan Incrementar la Oferta de Energía Eléctrica en el Mercado Mayorista (Foninvemen).
“El Gobierno nos dice que se arregla en unos meses porque la suba de tarifas hará que las distribuidoras empiecen a pagar, pero con mucha suerte podrían llegar al 70% del total. ¿Quién va a poner el otro 30%? No me parece mal tener el ancla política y macroeconómica en el superávit fiscal, pero no está bien que no nos llamen para resolver este tema. Es un agujero que hay que tapar y tiene alternativas para hacerlo, pero el mensaje es ‘no te pago y no te pago’. Veremos cómo sigue”, se preguntó el ejecutivo.
Preocupación de los productores
Los grandes productores también tienen problemas porque no les pagan el PlanGas, el programa oficial de precios a cambio de inversiones destinada a llegar a picos de producción. Esta deuda rondaría los $150.000 millones.
Infobae accedió a la última de una serie de cartas que la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) le viene enviando a Chirillo. Allí se reiteró “la preocupación de las empresas asociadas a esta Cámara con motivo del continuo atraso que la Secretaría de Energía mantiene en relación con la emisión de las Órdenes de Pago”.
“Este retraso constante en los pagos agrava los significativos perjuicios ya causados a nuestros asociados por esos retrasos al impactar severa y negativamente en el flujo de fondos previsto en las inversiones comprometidas”, agregó CEPH y subrayó que además de la deuda del Plan Gas, que tiene que pagar Energía, hay otro atraso importante también de Cammesa con pagos por gas que les enviaron a las generadoras eléctricas.
“El problema es que el Estado nacional no paga ni las facturas provisorias ni las definitivas, que son los esquemas que usamos. No pagaron nada. Se están sentando en la caja: ahí está el superávit que festejaron. La preocupación es que no hay plan de pagos ni oferta de canjear la deuda por certificados de crédito fiscal. Estamos atrapados y lo que nos dicen es que no hay plata. Tuvimos otros atrasos grandes antes, el tema es que ahora es todo ‘no hay plata’. Para el sector esto se va a trasladar en menos inversiones”, dijeron en una de las grandes productoras.
Son todas empresas con “espaldas” que a diferencia de las generadoras, por ejemplo, aún no ven “parate” en el corto plazo. “Pero levantamos la mano y decimos que se nos está complicando”, avisaron.