La inflación sigue avanzando sobre los salarios y la urgencia por mantener el poder de compra de los ingresos es cada vez mayor. Por eso, miles de argentinos buscan mes a mes proteger sus ahorros a través de los dos métodos de inversión más tradicionales, el dólar y el plazo fijo.
Ahora bien, ¿cuál es la mejor inversión? La respuesta cambia según el período de tiempo que se tome como referencia. En este caso, se analizará lo ocurrido durante febrero, tomando como ejemplo el caso de un ahorrista con un millón de pesos a disposición.
Si el inversor se inclinaba por el plazo fijo, el primero de febrero hubiera accedido a una tasa de interés del 110% anual (el mismo valor se mantiene en la actualidad). De esa forma, al finalizar el mes hubiera obtenido un retorno de $87.397 que, sumado al capital inicial, hubiera sumado un total de $1.087.397. Con ese monto, entonces, hubiera terminado el mes con una ganancia nominal del 8,73%.
Si en cambio optaba por el dólar las cuentas hubieran sido diferentes. Al 1° de febrero pasado, el dólar libre cotizaba en el país a $1.095, lo que significa que, con la suma de $1 millón, hubiera podido acceder a un total de USD 913. A diferencia de lo ocurrido durante gran parte del año pasado, esta vez el valor del dólar libre retrocedió en febrero, llegando ayer a una cotización promedio de $1.030. Por lo tanto, si el ahorrista hoy quisiera vender sus USD 913, sólo obtendría a cambio $940.390, lo que daría como resultado una pérdida del 5,9%.
Es diferente el caso para aquellos inversores que tienen acceso al cupo de USD 200 para ahorro. Si bien se trata de casos cada vez más limitados, aún hay varios miles de personas que tienen esa posibilidad. En ese escenario, el inversor hubiera podido acceder a principios de febrero a una cotización de $1.353 (dólar oficial más impuestos) y hoy podría vender los dólares por el mismo medio a un valor de $1.377. Eso significa que de punta a punta habría obtenido una ganancia nominal del 1,77% y hoy tendría en su bolsillo $1.017.738.
En conclusión, en febrero la mejor de las tres opciones fue el plazo fijo, con un rendimiento total del 8,73%. Eso no quiere decir, sin embargo, que depositar el dinero en el banco para obtener un rendimiento fijo haya sido una buena decisión. Según las consultoras privadas, la inflación general del mes pasado rondó el 16%, lo que significa que aún aquellos inversores que se inclinaron por la alternativa más rentable perdieron contra el avance de los precios.
El plazo fijo no atrae
No obstante, cada vez menos personas invierten su dinero en plazo fijo. Según un informe publicado por el Banco Central (BCRA), la demanda de ese instrumento de inversión se redujo un 57,6% en enero de este año, en comparación con igual mes del año pasado. La diferencia se midió tomando en consideración la totalidad de la plata invertida en plazo fijo en el primer mes del 2023 y comparándola con enero de este año, restando por supuesto el efecto de la inflación.
“La tasa mensual de referencia (de un plazo fijo) continua en un 9%. Esto la ubica por debajo de las proyecciones de inflación y de las expectativas implícitas de depreciación de los dólares alternativos, implicando un rendimiento negativo”, explicaron desde la consultora LCG.
“Por otro lado, los depósitos atados a inflación se vieron afectados por la extensión a 180 días el plazo mínimo. Sin embargo, ha sido tan grande la caída en los meses previos, que es posible que ésta se desacelere, debido a los agentes cautivos en pesos que tienen dificultades para acceder a otros métodos de ahorro”, agregaron.
En este punto, resulta interesante analizar qué pasó con los inversores que accedieron a un plazo fijo UVA hace tres meses y cobran los intereses este primero de marzo. Durante ese período (1° de diciembre al 1° de marzo), las UVAs aumentaron 60,2%. Por lo tanto, un ahorrista que puso $1 millón de pesos el 1 de diciembre, hoy está cobrando $1.600.000. Sólo en los últimos 30 días la rentabilidad fue de 21,39%, por lo que resulta posible que le haya ganado a la inflación en ese período. A eso se le debe sumar la ganancia por la tasa de interés que suman algunos bancos (generalmente es del 1% anual).
Claro está, que quienes opten por esa forma de inversión a futuro, deben pensar en mantener su dinero quieto durante un plazo mínimo de 180 días, dado que el Banco Central extendió el tiempo mínimo de permanencia para los plazos fijos en UVA de tres a seis meses.