En una dinámica que no deja de sorprender a propios y ajenos, el dólar profundizó ayer su tendencia bajista, producto del fuerte ingreso de dólares, atípico para esta altura del año. Ese ingreso de divisas impacta no sólo en el mercado oficial sino que también alimenta la oferta en el contado con liquidación, con un efecto claro en la brecha cambiaria. El dólar financiero y también el informal cayeron ayer respecto al cierre anterior para cerrar, las tres variantes, abajo de los $1.100, en el caso del informal mucho más cerca de los $1.000 por billete
Así, la brecha volvió a niveles cercanos a los mínimos alcanzados en diciembre, cuando perforó 20% para luego rebotar en enero. En términos reales, la evolución del dólar libre y financiero durante febrero lo llevó a perder 22% en términos reales —es decir, descontando la inflación— y se ubica, según las proyecciones de Fernando Marull, en los niveles mínimos de 2019. Nominalmente, la retracción durante el mes está por encima de 14 por ciento.
Estos valores quitan presión a las expectativas devaluatorias del dólar oficial, sobre el que se mantienen las dudas en torno a la sostenibilidad del crawling de 2% mensual, aunque se postergan en el tiempo. A juzgar por el mercado de futuros, los operadores no prevén ningún salto discreto en marzo ni abril sino que los contratos se pactan con una expectativa de devaluación mucho más cercana a lo anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo.
La calma cambiaria llama la atención en el contexto de recalentamiento del clima político, con la pelea por la distribución del ajuste entre el Gobierno nacional y las provincias. Aunque hizo mella en el mercado de deuda, la oferta de los exportadores eclipsó cualquier impacto que podría haberse producido en el mercado de cambios. De escalar ese conflicto, la situación podría cambiar particularmente en la medida que, durante marzo, se diluya el flujo de dólares que recién se recuperaría en abril. Al mismo tiempo, la demanda por importaciones luce acotada, si bien ayer tuvieron un acceso a dólares oficiales por encima de los USD 350 millones.
“El dólar estuvo ofrecido todo el dia, por la venta de exportadores. Mas allá de algún rebote pequeño intradiario, la verdad es que no vemos una fuerte demanda del dólar. Termina la rueda en niveles de $1.075 el contado con liquidación y $1.024 MEP”, describieron la jornada desde la mesa del Grupo IEB.
De esta manera, el dólar oficial es el único que sube en 2024, mientras que las cotizaciones alternativas se pactan cerca de sus precios más bajos del año. Después de tocar un piso de $1.040 para la venta a media rueda ayer, el dólar libre ajustó la baja a un 2,3%, para cerrar a $1.045, lo que marcó un mínimo desde el 5 de enero. Al mismo tiempo, a lo largo de febrero el “blue” se desploma en 150 pesos o un 12,6% mientras que en lo que va de 2024 sube solo 20 pesos o un 2%, menos que el tipo de cambio oficial.
En este segmento, según los analistas, la baja puede estar influenciada por el contexto recesivo que atraviesa la economía, con fuerte pérdida del poder adquisitivo, lo que deriva en un eventual “desahorro” en dólares de las familias y pequeños comercios. En ese sentido, la demanda del público es casi inexistente, dado que apenas alcanzan los pesos para llegar a fin de mes. De hecho, los particulares, comerciantes y pequeños cuentapropistas que recurren al mercado informal son netamente vendedores en esta plaza, en medio de la crisis económica.
En el segmento financiero, en tanto, impacta esencialmente el comportamiento de los exportadores que ingresan divisas y alimentan la oferta para hacer frente a una demanda también baja.