Los intereses impagos de un bono en dólares por parte de La Rioja generaron una dura reacción de los acreedores, que consideran que la provincia tiene recursos de sobra para hacer frente a su obligación. Los bonistas internacionales que poseen el título emitieron un duro comunicado, en el que además de intimar a la provincia advirtieron que la decisión “afectará la reputación de la Argentina”.
La medida adoptada por el gobierno riojano es mucho más preocupante para los inversores que el conflicto desatado entre Chubut y el Gobierno por haber retenido dinero de la coparticipación para pagar una deuda. Este último fue percibido como parte de una negociación política. Sin embargo, lo de La Rioja transmite una señal mucho más preocupante: se trata del primer caso de incumplimiento desde que la Argentina y muchas provincias reestructuraron sus deudas tras el default del 2020.
Desde que arrancó su gestión, Javier Milei viene insistiendo con un discurso dirigido a reabrir los mercados financieros para la Argentina: “Las deudas se pagan”, insistió en varias oportunidades. El objetivo del Gobierno es recuperar el acceso al financiamiento internacional y poder conseguir dinero fresco para hacer frente a los vencimientos del año que viene.
El incumplimiento en el pago de la deuda en dólares por parte de La Rioja provoca mucho más daño entre los inversores que la pelea con Chubut por la coparticipación. El comité de acreedores advirtió a través de un duro comunicado sobre el comportamiento “vergonzoso” de la provincia y alertó que si no hay una marcha atrás impactará sobre la reputación del Gobierno argentino
El episodio de La Rioja es un fuerte llamado de atención y vuelve a poner a la Argentina en las pantallas de los inversores por lo que es habitual, el incumplimiento en el pago de un compromiso.
Muchos de los tenedores de bonos riojanos poseen también deuda nacional, que en los últimos meses viene en franco ascenso. Entre otros figuran Credit Agricole, Danske Bank, Landesbank Berlin Investment, Vontobel y UBS.
En concreto, los bonos dolarizados sintieron ayer el impacto y cayeron en promedio 2% y cerrando en mínimos diarios, pero además las acciones también retrocedieron más de 4% en el mercado local. Mucho peor le fue a los títulos provinciales. El de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, sufrió caídas superiores al 5%. El temor, que tiene sus fundamentos, es que otras provincias tomen el ejemplo riojano y se apuren para avanzar en nuevas renegociaciones.
En los próximos días habrá que seguir con atención si hay algún indicio de marca atrás por parte del gobernador Ricardo Quintela o estás decidido a avanzar en una nueva reestructuración, que el comité de acreedores describió como “vergonzosa y deshonesta”.
Dentro de un clima político enrarecido, la buena noticia para el Gobierno es que el mercado cambiario sigue comportándose con mucha tranquilidad y no fue afectado como los bonos y las acciones. Ayer el Banco Central siguió con sus compras diarias, que llegaron a los USD 142 millones, mientras que los dólares financieros terminaron en todas sus variantes por debajo de los USD 1.100.
Ayer el Presidente Javier Milei desmintió por redes sociales que tenga pensado avanzar con el anuncio de dolarización durante la apertura de sesiones ordinarias. La idea es seguir avanzando hacia un esquema de “competencia de monedas” que en una primera etapa incluirá al peso. Aunque no se dieron mayores detalles, básicamente se autorizaría la libre circulación del dólar como medio de pago o cualquier otra moneda si es aceptada por el vendedor.
Por ahora tampoco está en los planes apurar una salida del cepo cambiario, al menos durante marzo. El objetivo es seguir acumulando reservas y fortalecer al Banco Central, al tiempo que se sigue licuando la cantidad de pesos que circulan en la economía, a partir del superávit fiscal y la baja de tasas de interés. Al mismo tiempo, en el equipo económico descartan que se acelere el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, al menos para el corto plazo.
El mensaje del Presidente ante la asamblea legislativa tendrá seguramente un fuerte impacto entre los inversores, que esperan una confirmación del rumbo elegido y al mismo tiempo algunas pistas sobre lo que se viene para la próxima etapa del plan económico.