La ola de calor y la ausencia de precipitaciones que se registraron durante enero pasado y hasta la primera semana del presente mes, provocó pérdidas importantes en la cosecha gruesa del ciclo 2023-24. Solamente en la zona núcleo (sur de Santa Fe, sureste de Córdoba y norte de Buenos Aires) generó la merma de casi 3 millones de toneladas de soja, tal como confirmó el último informe elaborado por la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Según planteó el informe privado, las mencionadas condiciones climáticas adversas derivaron en una fuerte reducción en las estimaciones de producción de soja, que se ubicaba en el inicio de la campaña en una cifra de 20,2 millones de toneladas y actualmente es de 17,4 millones de toneladas.
Este nuevo escenario de base para la producción de la oleaginosa se instala luego del impacto negativo que generó un fuerte estrés térmico que condujo a una sequía y falta de humedad adecuada en los suelos agrícolas, Se estima, según indicaron los especialistas de la Bolsa rosarina, que la producción de soja en la región presenta un panorama de 2,8 millones de toneladas menos de que hace un mes atrás.
En lotes de soja temprana
De acuerdo al informe de la Red GEA, pesó la pérdida de unas 100 mil hectáreas cubiertas con soja de segunda y, también, la caída en el rendimiento promedio de las plantas, el cual cayó en unos 500 kilos contra la estimación realizada a comienzos de enero. Esto se debe, a que la previsión de rendimiento estimado por la Bolsa de Rosario pasó de 4.100 a 3.600 kilos por hectárea.
Más allá de esto, las lluvias registradas a partir del 7 de febrero pasado permitieron recuperar la situación de los lotes de soja de primera en la zona núcleo, más allá que también allí se registraron “fuertes recortes en los rendimientos”, explicaron los especialistas. Se indicó que actualmente un 10% de los cultivos de soja temprana se encuentran en excelentes condiciones, mientras que la mitad del área está en una “muy buena” situación y otro 35% en un “buen estado”. Se dejó en claro que solamente un 5% de los cuadros de soja de primera está en condiciones regulares.
Al respecto, los especialistas GEA indicaron que “la mayoría de los lotes se encuentran llenando granos, y a pesar de contar con agua en la última recta del cultivo, no se compensará la pérdida de chauchas: los recortes son mayores en los lotes de inferior calidad”.
Soja tardía
Más allá de las pérdidas, los lotes de segunda que se vieron beneficiados con las lluvias de comienzos de febrero, actualmente están “en excelentes condiciones”, según indicaron especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario. Allí, se dejó en claro que hay lotes sojeros que “siguen recuperando su condición gracias a las últimas lluvias”. Además, comentaron los técnicos que los lotes en condiciones regulares a malas disminuyeron cinco puntos porcentuales en la última semana, los cuales son el 15% del área de soja de siembra tardía. Además hay un 65% de cuadros en buenas condiciones, otro 25% en muy buenas situaciones y un 5% que se presentan como excelentes.
De modo puntual, en lugares como Carlos Pellegrini, en el centro-este de Santa Fe, la soja de segunda es el cultivo en el que se notó mucho la recuperación luego de las lluvias: se estima allí un rinde de 3.500 kilos por hectárea. Mientras que en Bigand, a 170 kilómetros al sur, también en la misma provincia, dicha estimación cae a menos de 3.000 kilos por hectárea.
Por ello, los técnicos GEA reconocieron que “hay una gran variabilidad de situaciones que seguramente va a estar limitando el rinde de la soja de segunda”.