Turismo: desde 2011 el sector acumula un déficit de casi USD 30.000 millones

Si bien el influjo de extranjeros amortiguó la caída este verano, van 13 años de saldos en rojo entre ingreso y salida de divisas. Datos sobre el movimiento del verano y el nivel de empleo

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El 2023 fue el décimotercer año consecutivo de déficit de divisas para el sector
El 2023 fue el décimotercer año consecutivo de déficit de divisas para el sector

El movimiento turístico del bimestre diciembre-enero fue 13% inferior al del año pasado, el nivel más bajo de los últimos 8 años, salvo el verano de 2021, que estuvo muy influido por la pandemia, dice un estudio en base a diferentes fuentes oficiales y privadas.

La participación del turismo internacional suavizó el declive y en el trimestre noviembre-diciembre-enero el porcentaje de extranjeros en hoteles de turismo promedió 38%, contra 32% en igual trimestre de hace 12 meses, y el empleo en el conjunto de los diferentes rubros ligados al turismo es todavía 9% superior a los niveles de prepandemia, con mayor incidencia en provincias y localidades muy ligadas al movimiento turístico, pero podría entrar en zona de riesgo, dice un trabajo de Marcos Cohen Arazi y Bautista Martina Baldi, investigadores del Ieral de la Fundación Mediterránea.

Mar del Plata, uno de los destinos más masivos de turismo local
Foto: Diego Izquierdo/Télam/CF
Mar del Plata, uno de los destinos más masivos de turismo local Foto: Diego Izquierdo/Télam/CF

Uno de las constataciones más llamativas del estudio es que a pesar del mayor peso del influjo de turistas extranjeros y la menor salida y menores gastos de turistas argentinos en el exterior, 2023 habría cerrado (no hay cifras definitivas aún) con un déficit sectorial de divisas cercano a los USD 1.500 millones.

13 años en rojo

Más destacable aún es que se trata del décimotercer año consecutivo de déficit de divisas del sector, que se inició en 2011 y acumuló desde entonces y hasta 2023 un rojo en dólares de nada menos que USD 29.958 millones, pese al enorme potencial que se le asigna a la Argentina como destino turístico, al bajo poder adquisitivo internacional de gran parte de la población argentina para hacer “turismo emisivo” y a lo relativamente barato que durante muchos años pudo resultarle el país al turismo extranjero, por la debilidad del peso.

El gráfico muestra las líneas de ingreso y egreso de divisas por turismo y en barras el saldo de cada año. De 2011 a 2023, el déficit sumó casi USD 30.000 millones
El gráfico muestra las líneas de ingreso y egreso de divisas por turismo y en barras el saldo de cada año. De 2011 a 2023, el déficit sumó casi USD 30.000 millones

“La aceleración inflacionaria, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo que conlleva, sumado a la fuerte incertidumbre sobre el futuro de la economía que dominó los últimos meses de 2023 y los primeros del 2024 se anotan para explicar la (hasta ahora) peor performance del turismo de verano en los últimos 8 años, exceptuando el primer verano en pandemia”, dice una de las conclusiones del estudio, aunque –advierte- “el mes de febrero puede ayudar a mejorar el registro”.

Respecto del turismo internacional, Cohen Arazi y Baldi sostienen que gana participación respecto del turismo interno, al punto que en 2023 la generación de divisas por turismo receptivo habría alcanzado un nivel cercano a los USD 5.500 millones, entre los máximos de la última década (se trata de una estimación preliminars). Mientras tanto, el turismo emisivo creció mucho menos que el turismo y la conjunción de ambos desarrollos acotó el déficit de divisas sectorial, que en algunos años había bordeado los USD 6.000 millones.

Otro aspecto es el empleo. El sector turístico, dicen los autores, venía teniendo un desempeño destacado como generador de puestos de trabajo formales y hasta octubre pasado la ocupación en el conjunto de rubros ligados al turismo se ubicaba 9% por encima del nivel pre-pandemia, además de ser uno de los uno de los primeros generadores de empleo de la economía durante 2023, “con un impacto regional muy marcado en provincias y localidades turísticas”. Por eso, el informe advierte que el desempeño actual de la actividad “podría impactar en una desaceleración de la creación de empleo, dependiendo de la evolución del turismo a corto y las expectativas de mediano plazo”.

El gráfico da una idea aproximada de la actual temporada estival
El gráfico da una idea aproximada de la actual temporada estival

El informe releva datos de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) para el primer mes y medio de la temporada (segunda quincena diciembre 2023-enero 2024), período en el que se movilizaron 17 millones de personas. Es el “primer termómetro” del año turístico, por la coincidencia de vacaiones laborales y escolares. Históricamente, de hecho, en el bimestre diciembre-enero se producen 60% de los desplazamientos de un “año turístico”.

El trabajo arriesga que febrero podría compensar al menos parcialmente la situación. La herramienta Google Trends permite hacer esas inferencias y elaborar un indicador aproximado del interés por los principales destinos del país, segmentando las búsquedas realizadas en dispositivos en el país. No toda búsqueda termina impactando en una reserva efectiva, por eso se trata de una aproximación, que además permite analizar el fenómeno hasta día de hoy, dice el trabajo que al comparar el nivel de búsqueda promedio por destino observa que durante enero las búsquedas estuvieron 25% por debajo del nivel pre pandemia, característica que ya se había verificado desde mediados de 2023.

En cambio, observan los autores, para febrero las búsquedas repuntaron ligeramente y se encuentran al 83% del valor de igual mes de 2019, lo que les permite conjeturar que el mes “podría traccionar una leve mejoría en el desempeño del turismo de la temporada”.

Bariloche llegó a los 1,2 millones de turistas en un año (Crédito: Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación)
Bariloche llegó a los 1,2 millones de turistas en un año (Crédito: Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación)

En cuanto al turismo internacional, el trabajo precisa, en base al relevamiento entre asociados de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT)que la ocupación en enero estuvo 6 puntos porcentuales por debajo del año previo, pero con un diferentes mix entre turismo interno e internacional.

“En los últimos meses, podemos identificar que parte de la merma del turismo interno pudo ser compensada por una importante afluencia de turistas internacionales. Así, los visitantes internacionales representaron un promedio de 38% en enero de este año, siendo que el año previo para el mismo mes representaban 33″, dice el trabajo. Además, la participación igual o creciente del turismo receptivo se constató “en todas las regiones del país”.

Hasta el mes de diciembre, la estadística oficial de ingresos y egresos internacionales de turistas daba cuenta de una mejor performance del turismo receptivo, que se encontraba más recuperado respecto del nivel pre pandemia que el turismo emisivo. Esta tendencia se acentuaría en el mes de enero y febrero.

Además, a partir de las estadísticas de la Balanza de Pagos disponibles hasta el tercer trimestre de 2023, el estudio estima los ingresos, egresos y saldo por motivo de turismo para el año, , del cual aún no existen cifras oficiales, estimando que a un ingreso de USD 5.500 millones por turismo receptivo y de USD 6.950 millones de salida por turismo emisivo, “bien por debajo de los máximos históricos recientes”. Como sea, lo cierto es que entre 2011 y 2023 el sector acumuló un saldo de divisas negativo de casi USD 30.000 millones.

Otra estimación es que hacia el segundo trimestre del año pasado (últimos datos oficiales desagregados al máximo nivel de detalle) el turismo generaba 484.000 puestos de trabajo formales, siendo solo superado por el Comercio al por menor (643.000), la Enseñanza (531.000 puestos) y la Construcción (486.000).

El trabajo subraya además que mientras a nivel el turismo (transporte, agencias de viajes, gastronomía, hotelería, etc) explicaba 7,2% de los empleos privados formales, su participación es sustancialmente en Tierra del Fuego (13,6%), Río Negro (11,2%) y CABA (9,6%). De todos modos, concluyen los autores, esas cifras laborales tienen un rezago y “no incorporan aún el posible efecto de la baja performance del verano. Por lo que habrá que seguir de cerca la situación del sector tanto a corto plazo, por la evolución en lo que resta del verano, sino también por sus perspectivas en el nuevo escenario económico”.

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