Por la caída del poder adquisitivo, el consumo masivo se contrajo 3,8% interanual en enero, mientras que el canal de compra autoservicios registró una variación positiva de 0,5% tras 18 meses a la baja, según un informe de Scentia.
Por su parte, los supermercados, que durante más de dos años presentaron indicadores positivos, sufrieron un retroceso en sus ventas de más de 8%.
“Es importante tener en consideración que las bases de comparación son parte de la explicación de esta situación, dado que Autoservicios se comparan con un -9,1% de enero de 2023 y Supermercados con +7,8%. Sin embargo, hay otros componentes que suman a esta nueva etapa, por ejemplo, los fuertes cambios en precios y la pérdida de poder adquisitivo”, señaló la consultora.
Por rubro, el consumo en alimentación cayó 2,6%, en desayuno y merienda, 4.5%; en perecederos y fríos, 0,5%; limpieza de ropa y hogar, 6,6%; higiene y cosmética, 7,2%; bebidas con alcohol, 11,3%; y bebidas sin alcohol, 2,4%.
En contraposición, el consumo de impulsivos, como golosinas, aumentó 8,4%. Por otro lado, Scentia destacó que mientras los supermercados tuvieron un movimiento parejo entre AMBA e Interior, los autoservicios crecieron en el primero y retrocedieron en el segundo.
“Posiblemente encontremos la explicación a este tema en un menor éxodo turístico, que siempre es de ayuda para este canal en esta época del año. Otro aspecto a considerar es la posible caída en las ventas de ciudades fronterizas, que tenían un impacto importante en el interior y ya no son tan atractivas con las condiciones actuales”, indicó el informe.
“Es probable que también se intensifiquen hábitos que ya hemos visto, con una mayor frecuencia de compra y menor cantidad de unidades por ticket, con el fin de cuidar más el gasto en cada acto de compra”, agregó.
Por su parte, y en línea con la fuerte retracción del consumo y los signos de caída de la actividad económica, de acuerdo a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en enero las ventas en comercios minoristas se contrajeron un 28,4% interanual, acelerando fuertemente su ritmo de caída (-13,7% en diciembre y -2,9% en noviembre).
En este caso, seis de los siete rubros relevados sufrieron caídas en sus ventas durante enero. El principal retroceso se produjo en farmacias Farmacias, con una baja del 45,8%, seguido por Alimentos y Bebidas, que cayó 37,1%. El único sector que presentó un leve crecimiento fue Textil e Indumentaria, con un incremento del 0,9%.
Hacia adelante, según Fundación Capital, el consumo privado exhibirá una importante baja en el año (-7,4% interanual) aportando unos cinco puntos a la caída del PBI, en un marco de un poder adquisitivo muy deteriorado tras el shock inflacionario.
“En efecto, el ingreso real de los trabajadores del sector privado se ubicó en diciembre en el nivel más bajo desde mayo de 2003, y las perspectivas hacia delante apuntan sólo a una moderación de las caídas sin recomponer el terreno perdido. Así, prevemos una baja real en los ingresos formales del 10% interanual con la caída de la actividad limitando los reclamos salariales”, indicó la consultora.
“Además, en un marco de ajustes en los precios de los servicios públicos (transporte, luz, gas), una mayor porción de los ingresos disponibles de las familias deberán destinarse a estos y no al consumo de otros productos (recreación, vestimenta, entre otros)”, agregó.
Más cercano en el tiempo, Fundación Capital prevé una baja del PBI en el primer trimestre del 5,8% interanual, con una merma en torno a los 10 puntos en el consumo privado y de 20 puntos en la inversión, en línea con las observadas en los trimestres post devaluación del 2018.