Mientras el Gobierno mantiene con rigor la gradual devaluación del peso, con un “crawiling peg” que no se inmuta en su nivel próximo al 2% mensual, los agentes del mercado van haciendo sus proyecciones respecto de lo que podría pasar en los próximos meses.
Por un lado, con una inflación mensual que va a costar reducirla por debajo del umbral de los dos dígitos, el tipo de cambio oficial viene perdiendo competitividad muy rápidamente. Esto significa que el inicial salto del dólar mayorista a los 800 pesos tal como se lo aplicó en diciembre se viene erosionando con velocidad y para abril ya habría consumido su efecto para impulsar las exportaciones.
Por el otro, dicha competitividad es todavía palpable. Según el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) que mide el Banco Central, con un dólar mayorista que hoy alcanza los 836 pesos el indicador se ubica en torno a los 114 puntos, por encima de un equilibrio teórico con “base 100″. Sin embargo, desde los 162 puntos del 14 de diciembre la caída fue acelerada, casi 60 puntos en poco más de dos meses, una tendencia que obliga a ajustar las proyecciones devaluatorias en un dinámico 2024.
Una señal a observar es la evolución de los contratos de dólar futuro que son operados en Matba-Rofex y el MAE (Mercado Abierto Electrónico). Estos contratos se fijan en pesos atados a la futura evolución del dólar en la plaza mayorista y son ejercidos como una suerte de seguro de cambio para cubrirse de la devaluación y proteger esas tenencias en moneda doméstica.
Este lunes, los contratos de dólar futuro para fin de febrero exhiben un precio de 844,80 pesos. Dado que el dólar mayorista inicio el mes a $826,40, esta proyección implica una suba mensual de 2,2%, en línea con el objetivo oficial.
Los contratos a marzo en el Rofex se pactan este lunes a $880, es decir con una suba mensual esperada de 4,2% para el tercer mes del año, una tasa moderada si se considera el ritmo inflacionario. Para abril los negocios a futuro se transan a $935 por dólar, con una tasa implícita del 6,3% mensual, mientras que para mayo -un mes que contará con las liquidaciones de la cosecha gruesa a pleno- se fijan a $988 (+5,7%).
“Pasan las semanas y el mercado asigna una probabilidad cada vez mayor a que ‘todo salga bien’. Los futuros de dólar Rofex ahora tiene en precios una devaluación de apenas 4% en marzo y 7% en abril, mientras que el contado con liquidación en términos reales bajó hasta niveles no vistos desde principios de 2020″, indicaron los expertos de la Consultora 1816.
Por lo tanto, en este escenario la operatoria del mercado convalida una cierto aumento del ritmo devaluatorio desde el 2% mensual del presente, pero en no se espera un salto discreto del tipo de cambio de magnitud como el aplicado en diciembre de 2023. Estas perspectivas cobran más relevancia si se tiene en cuenta que el presidente Javier Milei reveló que en junio de este año podría eliminar el cepo al dólar como el paso previo a la dolarización: “Las estimaciones del Fondo Monetario Internacional dicen que podemos abrir el cepo a mitad de año”, confió el líder libertario la semana pasada.
Los contratos de Rofex para fin de junio marcan un precio de $1.078, mientras que para el cierre de julio alcanzan los $1.175, lo que permite conjeturar que en la visión de los operadores una unificación cambiaria para mitad de año podría ubicarse en un rango similar al de los dólares libre y “contado con liquidación” del presente.
“Nuestra proyección del dólar a enero del año 2025 es de $1.776, y el dólar futuro enero 2025 se ubica en $1.760. Veremos qué dice el mercado a futuro. La cotización del dólar futuro nos permite visualizar que no estamos fuera del rumbo”, expresó el analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano. “La inflación en pesos es mucho más elevada que la tasa de devaluación, para el periodo de 12 meses a enero del año 2025 vemos una inflación en dólares mayoristas del 33,5% anual, y medida como dólar billete del 83,5% anual”, acotó.
Martín Polo, estratega en jefe de Cohen, aportó que “mientras el BCRA sigue subiendo el tipo de cambio oficial al 2% mensual –cerró la semana en $835- a costa de constante pérdida de competitividad –el TCRM ya perdió un 30% de lo que ganó tras el salto cambiario del 13 de diciembre-, los precios de los dólares financieros se desplomaron a lo largo de toda la semana”.