Los jubilados perdieron USD 26.000 millones en los últimos 6 años por el efecto de la inflación en sus haberes

El Estado “ahorró” esa cifra a través de la pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones que alcanzó el 57% entre 2018 y 2023. La licuación sigue: en enero se registró una caída del 17% con respecto al mes previo

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El ajuste sobre los haberes jubilatorios por causa de la inflación se sentirá con fuerza en los próximos meses, cuando la fórmula de movilidad los aumente en un 30% en marzo tras un trimestre en que la inflación acumulada seguramente supere el 80%. Pero la acumulación de pérdidas viene de arrastre. Las jubilaciones cobradas en enero pasado registraron una pérdida de poder adquisitivo del 57% en comparación con el haber promedio mensual de 2017 de quienes no cobraron bonos y del 35% en el caso de quienes sí los cobraron.

Este cálculo implica que un jubilado que cobró los bonos pudo adquirir en enero solamente un 65% de los bienes y servicios que podía adquirir en promedio durante 2017. Quienes no recibieron los bonos, solo pudieron acceder a un 43% de los bienes y servicios que compraban seis años atrás.

“Como si esto fuera poco, si no hay una decisión concreta que cambie la fórmula actual, en mayo los jubilados argentinos tendrían el menor poder adquisitivo del periodo 2018-2024. El número es crítico: un 37% de pérdida de poder adquisitivo respecto a mayo de 2023 y del 45% respecto al promedio mensual del año 2017″, señaló el economista Nadin Argañaraz, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), autor del informe que midió cuánto perdieron los jubilados porque la inflación licuó sus haberes.

Un cálculo de Argañaraz muestra con claridad cuánto perdió un jubilado con la mínima en los 72 meses entre 2018 y 2023, medidos con el poder adquisitivo que tenía su haber al comienzo de ese período. En el caso de los jubilados que recibieron bonos, la inflación les hizo perder en términos reales 9,4 jubilaciones de las 72 del período. Esa pérdida, expresada en valores de diciembre de 2023, equivale a $1.900.000 que no pudieron gastar a causa de la inflación. Ese monto surge de multiplicar el haber mínimo promedio de 2017 a precios de diciembre de 2023, que es de $204.992, por 9,4 meses de pérdida.

Para los jubilados que no cobraron bonos, el ajuste fue aún peor. “Cobró su haber durante 72 meses, pero fue equivalente a haber cobrado 58 meses con el poder adquisitivo de 2017. La diferencia es la pérdida de 13,7 haberes. si se desea expresarlo en valores de diciembre de 2023, es decir en plata actual, la compensación necesaria sería de $2.800.000″, explicó Argañaraz.

“Como Argentina vive inmersa en un problema fiscal recurrente, los jubilados son los elegidos para ajustarlos, porque al ajustarlos baja el gasto público real y de esa manera se muestran mejores resultados fiscales” (Nadin Argañaraz)

El informe agrega además una pregunta inquietante: ¿cuánto gasto público ahorró la Argentina ajustando a los jubilados a través de la inflación y la licuación de sus haberes? “Como a las jubilaciones las paga el Estado Nacional, cuando se ajusta a los jubilados el gasto público real se reduce y, por esa vía, también se achica el peso relativo del gasto en jubilaciones dentro de la economía”, puntualizó.

“El ahorro de gasto público hecho con los jubilados en los últimos 6 años es de USD 26.000 millones”, estimados con la cotización del dólar libre y “haciendo los cálculos en moneda de diciembre de 2023, para mantener la consistencia con los cálculos previos de pérdida de poder adquisitivo”, señaló Argañaraz.

“El ahorro de plata gastada en jubilaciones no necesariamente implica que el gasto público total argentino haya bajado en esa magnitud, ya que lo ahorrado en jubilaciones puede haberse gastado en otros fines”, agregó.

Para 2024, estimó, el ahorro a costa del sector pasivo puede alcanzar otros USD 10.000 millones calculados de la misma forma, siempre que no se hagan modificaciones a la fórmula de actualización, algo que por el momento quedó en el camino al frenarse la Ley Ómnibus en el Congreso. En este año, la licuación ya empezó: el IARAF destaca que en enero pasado, “el poder adquisitivo de un jubilado se redujo un 17% respecto al del mes previo de diciembre”.

Cabe destacar que en el último Staff Report del Fondo Monetario Internacional (FMI) el gobierno se comprometió a “preservar el valor real de las jubilaciones en los niveles de finales de 2023 mediante aumentos discrecionales”, tal como preveía el malogrado proyecto.

“Los jubilados han puesto 26.000 millones de dólares en los últimos seis años de pérdida de poder adquisitivo. Y el gobierno ha previsto un ahorro de gasto en jubilaciones para este año pero ese ahorro no puede venir si no de una pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones”, explicó Argañaraz.

El economista consideró que “es llamativa la indiferencia de la sociedad” sobre la constante erosión de los haberes jubilatorios, extendida a lo largo del tiempo. “Como Argentina vive inmersa en un problema fiscal recurrente, los jubilados son los elegidos para ajustarlos, porque al ajustarlos baja el gasto público real y de esa manera se muestran mejores resultados fiscales. Los jubilados no cortan rutas, no se movilizan ni crean actos masivos. La sociedad avala el ajuste del ajuste sobre los jubilados”, concluyó.

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