El dólar en todas sus variantes -menos el oficial- consolidó su baja durante la jornada de hoy alcanzando, en términos reales, el valor más bajo desde el 11 de diciembre. Tanto el dólar libre como el MEP cerraron por debajo de los $1.100 mientras que el contado con liquidación lo hizo por debajo de los $1.200, al cotizar en $1.163. El dólar libre cerró a $1075 mientras que la variante bursátil lo hizo en $1.096.
Con esos valores, la brecha cambiaria volvió a reducirse y en el caso del CCL se ubicó en 32% mientras que para el informal y el Bolsa, la diferencia perforó 25 por ciento. En tanto, el riesgo país también retrocedió a los 1.895 puntos con subas de los bonos en dólares superiores al 3% en promedio mientras que el Merval medido en dólares avanzó 0,7% pero cayó 1,1% medido en pesos.
Distintos factores explican la baja que experimentan las cotizaciones, a pesar del in crescendo de la tensión política. En el caso de las versiones más masivas del dólar y habitualmente demandadas por ahorristas minoristas, se registra en el mercado una “ola vendedora”, atribuida en gran parte a la necesidad de las familias y los hogares de cubrir gastos abultados por el alto nivel de inflación o incluso para saldar pagos del período de vacaciones.
En cualquier caso, el movimiento es atípico para el mes, cuando la estacionalidad de la demanda de dinero se retrae y genera mayores presiones cambiarias. Al menos esa era la expectativa incluso dentro del equipo económico, donde preveían que con mayor demanda sobre el dólar oficial y una menor necesidad de pesos del público, los dólares paralelos iban a reflejar mayor tensión.
Pero la realidad del mercado refleja otra situación, emparentada con lo que desde la consultora financiera PPI describieron como una “oferta extraordinaria” de divisas. Es que también el CCL anota marcados retrocesos, tras haber alcanzado hace semanas precios por encima de los $1.300
“La fuerte baja del dólar financiero se explicaría, al menos en parte, por una oferta extraordinaria en este mercado. En esta línea, detectamos que el volumen operado en el dólar spot de MAE, proxy de la liquidación de los exportadores, saltó a USD 500 millones, el mayor nivel desde el 25 de agosto (dos días después de la devaluación post PASO)”, apuntaron. Agregaron, sin embargo, que ese volumen poco habitual podría corresponderse con las liquidaciones atrasadas de exportaciones por los feriados de Carnaval. Vale recordar que 20% de lo que liquidan los exportaciones ingresa por el contado con liquidación, como mecanismo para mejorarles el tipo de cambio. En ese marco, el Banco Central pudo comprar USD 126 millones a pesar del mayor acceso al mercado oficial de los importadores.
En ese segmento comenzó a impactar la flexibilización de las normas en el acceso a dólares oficiales para pequeñas y medianas empresas importadoras con deuda comercial. Según operadores del mercado, “hay un desarme masivo de importadores” que estaban posicionados en activos bursátiles, a la espera del acceso a divisas autorizado por el Banco Central en el mercado de cambios, junto con una fuerte afluencia de dólares a la plaza después de cuatro días de inactividad. “A los dos días sin liquidación se sumó que empiezan a acceder las pymes. Son USD 20 a USD 25 millones de dólares extra por día de desarme para acceder al MULC”, explicaron.
En el desarme de posiciones en dólares también habría un impacto del calendario de vencimientos impositivos, que empieza a operar en el caso de anticipos del Impuesto a las Ganancias y también Bienes Personales. En cualquier caso, para el analista del Grupo IEB, Nicolás Capela, el dólar no encuentra piso. “Continúa ries(sin piso) con ventas sostenidas de exportadores y la demanda no remonta”. En ese sentido, señaló que tanto la licitación del BOPREAL -el bono para los importadores- como la colocación de deuda del Tesoro prevista para mañana, dejan pocos pesos en el mercado para alimentar la demanda de dólares.