La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció tras meses de perfil bajo con la publicación en redes sociales de un documento de trabajo titulado “Argentina en su tercera crisis de deuda”, que incluye fuertes críticas a Javier Milei y a su plan de gobierno. Y también algunas sorprendentes definiciones que van en línea con el ideario del libertario.
En el texto menciona algunos conceptos económicos y sus causas, mientras recorre los períodos 1976-1989, 1989-2001, 2003-2015, 2016 y el cuadro de situación actual con la llegada de un “showman-economista” a la Casa Rosada.
En la frágil situación que transita el país, las definiciones de la ex presidenta y vicepresidenta respecto de la economía no faltaron. Por ejemplo, hizo referencia CFK es al déficit fiscal como causa de la inflación que sostiene el presidente y muchos economistas. Al respecto, dijo: “El mundo demuestra que esta tesis no tiene sustento en la realidad. La publicación inglesa The Economist informa regularmente los principales indicadores económicos de 43 países agrupados por regiones, entre los que incluye a la Argentina junto a los países más desarrollados del mundo. De ese listado sólo tres países tienen superávit fiscal”.
“Sin embargo, de los cuarenta países restantes que tienen déficit fiscal, sólo la Argentina tiene una inflación anual de tres dígitos, tres países tienen inflación anual de dos dígitos y los treinta y seis países restantes tienen una inflación anual de tal sólo un dígito. Si la tesis que sostiene, entre otros, el presidente Javier Milei, fuera correcta, es indudable que todos esos países que tienen déficit fiscal deberían tener muy altos índices de inflación”, agregó.
Cuatro sorprendentes coincidencias de Cristina Kirchner con Milei
Aunque la mayor parte del documento de trabajo discute los cimientos del enfoque económico del Gobierno de La Libertad Avanza, por oposición se destacan puntos en los que las reflexiones de Cristina Kirchner parecen acercarse a posturas propias del Gobierno actual. La ex presidente, por ejemplo, reconoció la necesidad de encarar una reforma laboral que adapte las normas vigentes a “las nuevas relaciones laborales”. Pero también marcó postura respecto a la necesidad de simplificar impuestos, el rol del sector privado en las empresas públicas y la necesidad de revisar la eficiencia del estado.
- Reforma laboral
La reacción de los sindicatos a los intentos de desregulación de la economía probablemente sean, en lo poco que va del Gobierno de La Libertad Avanza, la oposición más dura al programa del oficialismo. En ese contexto, sorprende que la ex presidenta haya hecho particular hincapié en la necesidad de una reforma laboral.
”El crecimiento de la economía en Argentina y su posibilidad de desarrollo con trabajo bien remunerado sólo se ha alcanzado con un patrón de acumulación sustentado en un modelo industrialista (...) . Esto no significa negar la necesidad de una revisión de este modelo en lo que hace a las correcciones que demanda la estructura productiva de la Argentina, que nos permita profundizar el sesgo exportador, plantear una ineludible actualización laboral o contemplar la creación o transformación de empresas bajo la forma de una asociación pública y privada virtuosa, como se hizo con YPF antes de su desnacionalización”, sostuvo Cristina Kirchner.
“Resulta ineludible discutir seriamente un plan de actualización laboral que brinde respuestas a las nuevas formas de relaciones laborales surgidas a la luz de los avances tecnológicos y de una pandemia que trastocó todos y cada uno de los ámbitos de la vida de las personas. Teletrabajo y plataformas digitales, que intermedian entre oferta y demanda, son algunas de las modalidades que se deben amparar normativamente. Sin embargo, las formas de contratación laboral ya incluidas en nuestro sistema legal también deben ser revisadas, mediante la actualización de los convenios colectivos de trabajo —muchos de los cuales datan de décadas atrás— teniendo en cuenta las nuevas realidades antes mencionadas. Estas actualizaciones deben respetar los derechos conquistados por los trabajadores, pero también deben realizarse bajo el concepto de que una vez consagrados, los derechos acarrean obligaciones que deben cumplirse. De lo contrario, el ejercicio de un derecho sin el cumplimiento de sus obligaciones correlativas, no es más ni menos que un privilegio”, sostuvo.
- Empresas públicas
En cuanto a las repetidas críticas de Milei a la administración de empresas públicas como Aerolíneas Argentina, YPF y otras, el documento está lejos de llamar a una privatización, pero reconoce la conveniencia de dar lugar al sector privado.
“Queremos discutir la integración de la empresas del Estado tanto por vía de la participación del capital privado como de las provincias, en el caso de que sus recursos estén afectados a la explotación económica de aquellas, como así su cotización en Bolsa para agregar valor y eficiencia bajo la forma de una asociación pública y privada virtuosa”, recomendó.
- Revisar la eficiencia del Estado
El rol del Estado, cuyas falencias dieron munición de sobra a la campaña presidencial que llevó a Milei a la Casa Rosada, también tuvo su lugar.
“Estamos de acuerdo en que la Argentina debe revisar la eficiencia del Estado, y que no basta con la consigna del Estado presente para resolver los problemas del país, que son demasiados. Se debe analizar y controlar la correcta asignación de recursos para poder corregirla, en caso de ser necesario”, comentó.
- Reforma impositiva
Por último, aunque lejos de taxativo discurso de Milei contra los impuestos, la ex mandataria concedió que es “fundamental” reformar el complejo sistema tributario argentino.
“Nos parece fundamental discutir un sistema tributario simplificado con pocos impuestos en cantidad -para ordenar y facilitar la vida, en especial de las PyMES que por lo general llevan una contabilidad muy doméstica y son las principales generadoras de trabajo en la Argentina- pero muy estricto en su cumplimiento con normas que aumenten la percepción de riesgo por elusión y evasión”, dijo.
“Debe tratarse de un sistema progresivo que no solo contemple los flujos, sino también el stock y revise los gastos tributarios que expresan excepciones, exenciones y alícuotas quebradas a distintos grupos y sectores de la economía. Otra noticia en desarrollo que prueba el escándalo de la evasión y la elusión, en esta oportunidad, a través de la emblemática cerealera Vicentin llevada a cabo por Diaz y Forti SA, que operaba las plantas en 2020/21: Exportó durante un año sin liquidar las divisas, que ingresaban por vía paralela, evadió 700 millones de dólares, pero solo pagará una multa de 2 millones de dólares. Argentina nunca deja de sorprender”, agregó.
Las principales definiciones económicas de CFK
- Deuda: en el documento la ex presidenta cita a Juan Bautista Alberdi para expresar su pensamiento acerca del endeudamiento: “Tomar capitales a préstamo para reemplazar los capitales destruidos por la crisis, no es remediar la pobreza, sino agravarla; la riqueza de otro no es la riqueza del país. La deuda representa más la pobreza que la riqueza. Endeudarse no es enriquecerse, sino exponerse a empobrecerse por la facilidad con que siempre se gasta lo ajeno”. Asimismo, CFK aseguró que “el excesivo endeudamiento en dólares es un condicionante insalvable para el desarrollo de la economía argentina”. “El endeudamiento desmedido en dólares es veneno para nuestra economía bi-monetaria”.
- Inflación: “A diferencia de lo que se afirma habitualmente, en cuanto a que el principal problema de la economía argentina es el déficit fiscal y la principal causa de la inflación, la emisión monetaria necesaria para cubrirlo; nosotros sostenemos que la inflación en Argentina se dispara ante la escasez de dólares y que el endeudamiento compulsivo en dicha moneda no hace más que agravar dicha escasez al profundizar la ya conocida y estructural restricción externa de nuestra economía bi-monetaria”. En este sentido, mencionó las devaluaciones de agosto y diciembre de 2023, “la devaluación inducida más importante de la historia”, que en el primer caso hizo disparar la inflación a dos dígitos y en el segundo, la llevó a 25,5% mensual.
- Hiperinflación de 1989: “El proceso de hiperinflación y la caída de los planes de estabilización se produjo cuando el FMI se negó a desembolsar un tramo del préstamo con el que se debían pagar los vencimientos de bonos de deuda”.
- Privatizaciones de los 90′ y convertibilidad: “El proceso de liquidación de los activos del patrimonio nacional -la mayoría de ellos pagados con bonos de la propia deuda- más el ingreso de dólares para endeudamiento y para hacer sustentable la convertibilidad, lejos de solucionar el problema, lo agravaron y postergaron su explosión hasta el año 2001. Resulta útil recordar, a los fines de seguir derribando mitos, que durante toda la convertibilidad nunca hubo superávit fiscal”.
- Escuela económica austríaca: es “una corriente de pensamiento que no aplica en ninguna parte del mundo”.
- Programa de ajuste de Milei: “Hasta el momento, el nuevo gobierno sólo ha desplegado un feroz programa de ajuste que actúa como un verdadero plan de desestabilización y que no solo retroalimenta el espiral inflacionario colocando a la sociedad al borde del shock, sino que además provocará irremediablemente el aumento de la desocupación y la desesperación social en una suerte de caos planificado”.
- Modelo de sustitución de importaciones: “Fue el único que generó industrialización y permitió conformar un poderoso mercado interno con altos salarios y movilidad social ascendente, al punto de ser el principal motor del surgimiento de la clase media argentina”
- Crecimiento económico: “El crecimiento de la economía en Argentina y su posibilidad de desarrollo con trabajo bien remunerado sólo se ha alcanzado con un patrón de acumulación sustentado en un modelo industrialista de sesgo exportador con valor agregado, con bajos volúmenes de deuda externa o con una correcta y responsable administración de la misma”.
- Dolarización: “La dolarización de la economía argentina implicará la clausura definitiva a la posibilidad de desarrollar nuestro país con inclusión social. El país no va a tener más dólares. Al contrario, vamos a tener menos dólares porque vamos a afectar la competitividad de la mayoría de los sectores productivos generadores de divisas y aumentará el peso de la deuda externa en nuestra economía, que ya es agobiante, convirtiéndose en el verdadero suplicio de Sísifo”.