Los indicadores de distintos sectores que observan economistas y consultoras arrojan para enero, en prácticamente todos los casos, números de color rojo furioso con cifras de caída interanual de dos dígitos de magnitud. La presunción, aún con cifras preliminares, es que el freno en la actividad económica fue más marcado en enero, ya con el pleno impacto de las primeras medidas económicas del gobierno libertario. Con un agregado: que el salario tuvo entre diciembre y enero un desplome que habría empujado al poder de compra a un nivel que no conocía desde la crisis de 2001.
Las estadísticas oficiales comenzaron a mostrar en los últimos días los números finales del 2023. En diciembre, en términos prácticos, la mitad del mes estuvo bajo el efecto de la devaluación y el salto inflacionario. Aún con ese asterisco, la industria y la construcción cayeron 12,8% y 12,2% interanual, respectivamente. El dato general de actividad económica completo de 2023 se conocerá a través del Indec la semana próxima. En ese contexto, mediciones privadas anticipan que en el primer mes del año el desplome productivo se agravó.
“Todos los datos disponibles -en particular aquellos relacionados al mercado interno- evidencian un notable deterioro, no solo en términos anuales sino también versus el comportamiento de diciembre: el patentamiento de autos lidera la caída, con una variación de 33,0% interanual (vs. -5,8% en diciembre), seguido por las ventas minoristas (-25,5% interanual frente a -18,7% el mes previo) y la construcción (-28,2% vs. -17,4% en diciembre)”, enumeró la consultora que dirige Esteban Domecq. También se redujo 20% el despacho de cemento (-12,9% en diciembre), 19,2% el patentamiento de motos (venía de crecer 16,7%), y 16,7% la producción de autos (vs -0,4% en diciembre). Por último, los impuestos nacionales ligados a la actividad cayeron entre 15% y 25% real anual (guarismos mucho peores a los del último mes de 2023)”, continuó.
La presunción, aún con cifras preliminares, es que el freno en la actividad económica fue más marcado en enero, ya con el pleno impacto de las primeras medidas económicas del gobierno libertario
Por último, remarcó como contraste que “los únicos dos indicadores que mostraron variaciones positivas fueron la liquidación de divisas del agro (64%), suba que se explica por la muy baja base de comparación -como consecuencia de la sequía histórica en 2023-; y pasajes de cabotaje total, con un crecimiento de 6,5 por ciento. En resumen: los sectores recesivos superaron ampliamente a aquellos expansivos durante diciembre-enero, profundizándose la caída de la actividad”, concluyó.
Un ejercicio similar hizo la consultora 1816. Los índices que incluyó en su relevamiento de cifras preliminares de actividad son los mismos que Invecq, pero le agregó a la ecuación el factor de la caída de los salarios, que repercute en el consumo masivo. “Si bien los datos de inflación marcan una clara desaceleración (25,5% en diciembre, zona 20% en enero, muy probablemente menos de 20% en febrero), la contracara de eso es la brutal recesión que muestran los indicadores de alta frecuencia de diciembre y enero”, indicaron en un informe a clientes. “El salario real de los trabajadores privados registrados tuvo en diciembre la mayor caída mensual en al menos 30 años y es muy probable que en enero los sueldos hayan alcanzado un nivel más bajo que el de la crisis de 2001″, anticipó.
En diciembre, según el Indec, los salarios avanzaron 8,9% nominal ante una inflación que fue de 25,5%, lo que implicó un muy marcado derrumbe del poder de compra de los ingresos familiares en un solo mes. En el último mes del año la peor parte se la llevaron los salarios del sector público, que quedaron 20 puntos porcentuales por debajo del ritmo de precios. Los privados crecieron 11% nominal mientras que los no registrados lo hicieron 7,6%, más allá de que los economistas suelen destacar que, por metodología oficial, el muestreo de este sector del mercado laboral tiene algunos meses de rezago y podría no mostrar la última foto realmente actualizada.
El dato general de actividad económica completo de 2023 se conocerá a través del Indec la semana próxima. En ese contexto, mediciones privadas anticipan que en el primer mes del año el desplome productivo se agravó
“En ese contexto, los datos de actividad de enero quizás no sorprendan, pero no por eso son menos contundentes: las ventas de autos y motos, los despachos de cemento, las ventas de insumos para la construcción, las ventas minoristas, la recaudación de impuesto al cheque, todo cae entre 15% y 30% interanual”, indicó 1816. “Las ventas de alimentos en comercios minoristas bajaron 37,1% interanual en el mes, algo no visto ni siquiera durante la pandemia. Esto no significa que se consumieron 37,1% menos calorías, sino que hubo un poco de eso, un poco de sustitución por bienes inferiores y un poco de cambio por segundas y terceras marcas, dado que el índice no mide cantidades sino facturación en pesos deflactada por el índice de precios”, concluyó sea consultora.
Hay otros indicadores que son seguidos de cerca por economistas y consultoras para medir el termómetro de la actividad económica. Uno es el del poder de compra de las jubilaciones que además tiene un correlato fiscal por tratarse de un factor muy relevante para las cuentas públicas. Un informe de la consultora Idesa (Instituto para el Desarrollo Social Argentino). “El monto (de las jubilaciones mínimas) en diciembre del 2023 es inferior al promedio de todo el 2023 y se ubica cerca del menor valor que tuvo en el siglo que fue el del 2002. Dado que las jubilaciones se ajustarán recién en marzo del 2024, suponiendo que la inflación en enero sea aproximadamente del 20%, el valor real de las jubilaciones en enero 2024 será el equivalente a $88.094 a precios de diciembre 2023. En febrero seguramente se ubicará por debajo del valor real que tenían en el 2002. Es decir, en febrero, las jubilaciones tendrán el menor valor real del siglo 21″, midió Idesa.
La consultora LCG agregó otro dato que refleja la situación de la actividad económica, en este caso en clave financiera. “El stock de financiamiento presentó una caída de 15,3% mensual real, siendo el tercer mes consecutivo de caída (-35,2% anual real). Los créditos al consumo mostraron una baja de 11,4% mensual real (-36% anual real)”, indicaron.
Y, aún en un marco de tasas de interés negativas en el sistema financiero frente al ritmo de la inflación, “los préstamos a las empresas cayeron 18,8% mensual real (-30,7% anual real) mientras que los Préstamos con Garantía Real cayeron 15,4% mensual real en enero (-47,8% anual real). En enero el stock de préstamos representa solamente el 35% del nivel observado en mayo 2018 (último pico)”, concluyó LCG.