Desde hace algunos años, las relaciones industria–barrio han experimentado un profundo cambio tras los procesos de reestructuración de las industrias maduras o tradicionales, que fueron desapareciendo de las áreas urbanas centrales.
Los terrenos que alojaron antaño inmuebles industriales suelen tener buen acceso a medios de transporte, se implantan sobre sectores del barrio que son céntricos y muy atractivos para su reconversión a un uso residencial, y el tamaño de las parcelas que los alojan, al ser de gran extensión, los hace interesantes para su desarrollo.
Siguiendo estas últimas tendencias internacionales hay inmobiliarias que ya se encuentran comercializando varios emprendimientos que cumplen con estas características.
El tamaño de las parcelas que los alojan, al ser de gran extensión, los hace interesantes para su desarrollo
Son muchos los aportes que se materializan con la transformación de inmuebles de antaño, de uso industrial a proyectos residenciales. Por ejemplo: el de la seguridad al barrio donde se implantan los proyectos, ya que la reutilización de estos inmuebles se presenta como una respuesta al abandono y desuso que dejan los elementos urbanos a merced del vandalismo, el hacinamiento y el deterioro.
Luego, el reciclaje dado que la reutilización, regeneración de materiales, recursos y edificaciones van ligados a la conservación y recuperación de estructuras abandonadas.
Son muchos los aportes que se materializan con la transformación de inmuebles de antaño, de uso industrial a proyectos residenciales
También la calidad ambiental porque rehabilitar y dar nuevo uso a las fábricas abandonadas tiende a la mejora de la calidad ambiental de los barrios. La sustentabilidad porque en algunos casos se ha centrado en ella incorporando tecnologías ecológicas y eficientes para reducir el impacto ambiental.
Y finalmente, alternativa de unidades debido que en alguno de los proyectos surgen nuevas tipologías de vivienda, desde lofts hasta lotes para acomodar las necesidades de una comunidad diversa con espacios verdes y comunitarios. Porque cuando se hace urbanismo, además de las viviendas privadas, se crean áreas verdes y comunitarias que fomentan la interacción entre vecinos y promueven un sentido de comunidad.
La autora es directora de Inmobiliaria Narváez