Cada vez menos personas invierten su dinero en plazo fijo. Según un informe publicado por el Banco Central (BCRA), la demanda de ese instrumento de inversión se redujo un 57,6% en enero de este año, en comparación con igual mes del año pasado. La diferencia se midió tomando en consideración la totalidad de la plata invertida en plazo fijo en el primer mes del 2023 y comparándola con enero de este año, restando por supuesto el efecto de la inflación.
Para entender lo ocurrido, se debe recordar que a mediados de diciembre de 2023 el Banco Central (BCRA) dispuso una baja de 23 puntos porcentuales en la tasa de interés mínima para los depósitos a plazo fijo a 30 días (se redujo de 133% a 110%). Ese mismo mes el Indec midió la inflación mensual más alta desde la salida de la convertibilidad, lo que conformó un escenario poco usual de precios en alza y rentabilidad nominal de los plazo fijo a la baja. Como consecuencia, el interés por esa forma de inversión bajó.
“La tasa mensual de referencia (de un plazo fijo) continua en un 9%. Esto la ubica por debajo de las proyecciones de inflación y de las expectativas implícitas de depreciación de los dólares alternativos, implicando un rendimiento negativo”, explicaron desde la consultora LCG.
“Por otro lado, los depósitos atados a inflación se vieron afectados por la extensión a 180 días el plazo mínimo. Sin embargo, ha sido tan grande la caída en los meses previos, que es posible que esta se desacelere, debido a los agentes cautivos en pesos que tienen dificultades para acceder a otros métodos de ahorro”, agregaron.
Asimismo, desde LCG señalaron que disminuyó el ritmo de caída en la tasa de renovación de los plazos fijos. Actualmente la tasa es del 97%. Esto la ubica 10 puntos porcentuales por arriba de la tasa de renovación de diciembre, lo que se explica por el desarme de plazo fijos que hubo ese mes por parte de las empresas para el pago de aguinaldos.
La demanda en detalle
De acuerdo con el Banco Central, la contracción de los depósitos a plazo fijo resultó generalizada por tipo de depositante, aunque fue más marcada en el caso de las personas jurídicas. Por estrato de monto, también se verificó un descenso generalizado. No obstante, la mayor caída se concentró en el segmento de más de $20 millones y se explicó en parte por el comportamiento de las Prestadoras de Servicios Financieros (PSF), cuyos principales actores son los Fondos Comunes de Inversión de Dinero (FCI MM).
Además de colocaciones a plazo fijo, los FCI MM continuaron desarmando posiciones de pases pasivos con el BCRA. En contrapartida, los saldos a la vista remunerados se mantuvieron en niveles elevados. En efecto, estas colocaciones presentaron una expansión promedio mensual de 40% a precios constantes, lo que se explicó fundamentalmente por el efecto arrastre del mes previo. Así, se observó en el segmento mayorista una mayor preferencia por activos líquidos y remunerados.
En tanto, el segmento de depósitos a plazo fijo ajustables por CER registró por segundo mes consecutivo una expansión, con un crecimiento mensual de 53% s.e. en términos reales. El crecimiento fue impulsado por las colocaciones con opción de cancelación anticipada; en tanto, las colocaciones en UVA tradicionales presentaron una leve disminución.
Distinguiendo por tipo de tenedor, el incremento obedeció fundamentalmente a la dinámica de las colocaciones de personas físicas, que representan el 87% del total. Con todo, el saldo de los depósitos en UVA alcanzó los $818.637 millones al finalizar enero, lo que equivale al 5,5% del total de los instrumentos a plazo denominados en moneda doméstica.