Con el objetivo de ir resolviendo el enorme stock de deuda que las empresas importadoras acumularon con proveedores del exterior -unos USD 43.000 millones-, el Gobierno avanzará hoy con una nueva licitación del Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal), la serie 2, que tiene como finalidad darle una solución a las pymes que quedaron afuera del acceso al Mercado Libre de Cambios (MLC) por hasta USD 500.000 de deuda.
La licitación se realizará miércoles y jueves y habrá un máximo a suscribir de USD 2.000 millones. En función de lo que suceda esta semana, la próxima se abrirá una nueva partida para el resto de las firmas que se anotaron en el padrón de la deuda y que estén interesadas en adquirir el bono. El Bopreal serie 1 tiene una cotización en el mercado del 67% -no tiene prácticamente movimiento-, pero fuentes oficiales creen que la serie 2, que tiene el dulce de ser más corto -son doce pagos en dólares entre julio 2023 y junio 2024-, podrá venderse a un buen valor en el mercado secundario.
Las compañías están analizando de qué manera resolver el pago de sus deudas, ya que de otra manera no reciben más mercadería del exterior
Unas 10.000 mipymes de las inscriptas en el registro, con deudas por hasta USD 500.000, podrán empezar a cumplir con sus compromisos a través del MULC a partir del 10 de este mes, según lo que definió el Gobierno una vez cerrado el registro. Será de forma escalonada. Empezarán con USD 50.000; el 10 de marzo sumarán otros USD 150.000, y el saldo podrán pagarlo en abril, cuando la situación de las reservas esté más acomodada y estén ingresando las divisas de la cosecha gruesa.
Para las que quedaron fuera de esta posibilidad por acumular deudas superiores a esos USD 500.000 podrán acceder al Bopreal serie 2 que se licita hoy, mientras que muchas de las grandes empresas suscribieron el primero que se licitó (serie 1), pagadero en octubre de 2027. Se realizaron semanas atrás varias licitaciones y se colocaron, en total, títulos por USD 5.000 millones. Pero lo que está ocurriendo es que ninguna de estas empresas está cancelando sus deudas con el bono. Los proveedores no lo aceptan y las firmas tampoco quieren venderlo en el mercado secundario, con la pérdida que eso implica.
“Si el dólar importador vale hoy $970, comprar divisas en el CCL a $1.300 o vender el Bopreal (da un dólar de $1.250) pagar de ese modo implica tomar una pérdida superior al 30%. No sirve como instrumento de pago. Las empresas que lo compraron les deben a sus propias casas matrices en el exterior y de esa forma estructuraron la deuda”, señaló a Infobae el directivo de una empresa fueguina.
En este contexto, las compañías están analizando de qué manera resolver el pago de sus deudas, ya que de otra manera no reciben más mercadería del exterior. Aunque las importaciones posteriores al 13 de diciembre forman parte del flujo, y se están pagando -aunque en cuotas- a través del MLC, ello no es suficiente para que los proveedores destraben los envíos de mercadería si el stock de deuda no está saldado. “Además, no tienen idea cómo cobrarán ese pasivo, por ende, ¿por qué aumentar la exposición con Argentina?”, se explicó el empresario respecto de la postura de los proveedores.
Algunas empresas están analizando de qué manera pagar -por ejemplo, automotrices con filiales en Brasil que estudian afrontar la deuda desde la compañía del vecino país-, pero otras, con stock de mercadería, plantas paradas y una fuerte contracción del mercado, especulan con que el Gobierno pueda resolver la problemática de otra manera. “Estamos llevándole propuestas al Gobierno para que entienda cuál es la situación, esperando que el Bopreal levante su cotización o que levanten el cepo”, manifestó otro empresario.
Hay unas 10.000 mipymes de las inscriptas en el registro, con deudas por hasta USD 500.000, podrán empezar a cumplir con sus compromisos a través del MLC a partir del 10 de este mes
Desde una importante automotriz, en tanto, explicaron: “Los proveedores fueron mandando lo que tenían hasta fines del año pasado, pero luego dejaron de producir, entonces se cortó la cadena. Ahí tuvimos que salir a negociar y a los críticos les pagamos desde Brasil. Pero ahora el problema es con todos, por lo que estamos analizando un plan de pago”. Y la fuente agregó que “hoy no sólo está el problema de los proveedores directos de la terminal, sino de los proveedores de sus proveedores”.
Esta situación de falta de insumos paralizó casi toda la industria automotriz por mucho más tiempo del habitual de enero. Algunas frenaron antes y otras lo hicieron después, pero habrá un impacto productivo, al igual que en otros sectores. Lo que no agrava más el escenario es la fuerte contracción del mercado que está habiendo tras la devaluación, la disparada de los precios y la caída del salario real. Como las compañías tendrán necesariamente que ajustar producción por la crisis, podrán acomodar luego las cantidades a partir de marzo, cuando comience a haber mayor fluidez de dólares y se sepa con mayor claridad cómo se comportará el mercado durante este 2024.