Cada semana de la nueva gestión presidencial viene cargada de novedades políticas y económicas, que sacuden con amplia volatilidad a las variables financieras. La tensión en las últimas sesiones operativas pasó por el arduo debate legislativo de la “Ley Ómnibus” impulsada por el Gobierno, que, de todos modos, no alteró de forma significativa la dirección de los negocios, todavía sostenidos por las expectativas puestas en una eventual reforma del Estado, desregulación de la economía y el futuro levantamiento del “cepo”.
Un punto favorable vino desde el lado cambiario. El dólar libre bajó en tres de las cinco ruedas de la semana y restó $55 (-4,5%) desde el viernes anterior, a $1.175 para la venta, un mínimo desde el 15 de enero.
Esta tendencia bajista no se dio en las cotizaciones bursátiles, casi “planas” en el balance semanal, lo que permite inferir que la liquidez de individuos y cuentapropistas que acuden a la plaza informal viene muy deteriorada por la inflación y el desplome de los ingresos.
El Banco Central dio señales claras de su intención de mantener la devaluación gradual -crawling peg- en 2% mensual, al menos durante febrero. En la semana el tipo de cambio oficial avanzó $3,8 o 0,5%, a $827,30, deslizamiento que recortó la brecha cambiaria con el “blue” al 42 por ciento.
En enero, el IPC calculado por la Fundación Libertad y Progreso mostró un aumento de 19,4% mensual. “Con esta variación, nuestro IPC se desaceleró 6,1 puntos porcentuales respecto al dato de diciembre que dio a conocer el INDEC. Según los analistas, si la dirigencia política no aprueba el proyecto de Ley con las reformas estructurales, Argentina tiene mayor riesgo de caer en hiperinflación”, informó la entidad.
Lautaro Moschet, economista en la Fundación Libertad y Progreso, resaltó que el camino también puede mejorar si es que se aprueba el proyecto de Ley Ómnibus en Diputados: “El IPC de enero deja un arrastre de 3,1 puntos para febrero, menos de la mitad que en diciembre (6,8 puntos porcentuales) y el más bajo desde octubre. Esto a su vez, favorecerá la desaceleración para el mes, el cual proyectamos que, manteniendo la tendencia actual, se situará en torno a 14 por ciento”.
Con una mayor participación de importadores y cierta merma en el volumen liquidado, el Banco Central completó una semana favorable por su intervención en el mercado de cambios, con compras netas por USD 404 millones -solo efectuó ventas por USD 10 millones el miércoles-. Las compras del BCRA en la plaza mayorista disminuyeron en un 49,6% respecto de los USD 802 millones que absorbió la semana anterior.
En tanto, las reservas internacionales brutas del Banco Central crecieron USD 2.008 millones, a USD 27.012 millones, aunque la mejora tuvo que ver con el desembolso de unos USD 4.700 millones equivalentes en DEG (Derechos Especiales de Giro) del FMI (Fondo Monetario Internacional), que en su mayor parte regresaron de inmediato a las arcas del organismo multilateral por el vencimiento de deuda.
Firmeza de la renta variable
La apuesta ganadora vino otra vez del lado de las acciones. En base a expectativas puestas en los objetivos trazados por Javier Milei, y también por la falta de instrumentos confiables para inyectar los pesos excedentes, los papeles privados sostuvieron su nivel.
El panel S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires quedó por encima de 1.300.000 puntos, en zona de máximos en pesos y en su mejor nivel en dólares desde julio de 2019, sobre 1.000 puntos medido por la paridad del “contado con liquidación” implícito en los ADR que cotizan en Wall Street.
En los 1.316.204 puntos, el Merval subió un 5% semanal en pesos y un 0,6% medido en dólares, mientras que en el cotejo desde el arranque del año defiende una ganancia de 41,6% en pesos y 7,3% en dólares.
“De esta manera, y luego de un gran 2023, el selectivo argentino parece continuar con su buena racha y va en búsqueda de tener su cuarto año consecutivo con rendimientos positivos en dólares”, puntualizó Maximiliano Donzelli, Head of Research de IOL (InvertirOnline). “En sintonía con lo que fueron los últimos meses tras el balotaje, el mercado ha mostrado un nuevo shock de confianza para la gestión gobernante, que ya ha llevado sus primeras medidas de ajuste y actualmente se encuentra enfrentando su primer gran desafío en las Cámaras Legislativas”, agregó.
“Avanzar con el proyecto de ley y el hecho de que la administración continúe mostrando una fuerte convicción sobre el camino hacia el equilibrio fiscal respaldan el caso de los activos argentinos. No obstante, vale la pena mencionar que los recortes probables sin el respaldo del Congreso impondrán un mayor riesgo de implementación, especialmente cuando se trata de la Provincia de Buenos Aires y la sostenibilidad social del programa de Milei. Con eso en mente, Milei deberá mostrar algunas victorias más pronto que tarde”, evaluaron los expertos de Adcap Grupo Financiero.
En cuanto a la deuda soberana, los bonos Globales del canje -en dólares con ley extranjera- terminaron con pérdida promedio del 3% en Wall Street, pues la recuperación del jueves y el viernes no compensó las fuertes bajas entre el lunes y el miércoles. En el mismo sentido, el riesgo país de JP Morgan -que llegó a rozar los 2.000 puntos al promediar la semana- avanzó unas 70 unidades para Argentina, a 1.919 puntos básicos.
Los expertos de Schroders anticipan para 2024 una perspectiva alentadora para la economía doméstica por impulso desde el exterior, con una “mejora en indicadores económicos, como una perspectiva de inflación mejorada, flexibilización de condiciones financieras y estabilidad en indicadores clave han contribuido a la reducción de las posibilidades de un aterrizaje forzoso”.
Desde Schroders observan además un “cambio en la política monetaria, especialmente en la Reserva Federal de Estados Unidos, que ahora muestra un enfoque más flexible en lugar de restrictivo”, mientras que “se expresan preferencias en el mercado de divisas, con una visión negativa sobre el dólar y una mejora en las perspectivas para monedas de mercados emergentes, libra esterlina y euro”.