El ex-director para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, trazó una serie de escenarios en torno de la inflación en Argentina según el éxito o el fracaso del plan económico del gobierno de Javier Milei.
En un paper para el prestigioso Peterson Institute, el economista mexicano se refirió a los posibles escenarios para el segundo semestre de 2024 y 2025, que se puede sintetizar en optimista, intermedio y pesimista, a saber:
- “Ricitos de Oro”. “La inflación cae bruscamente en el segundo trimestre de 2024 y vuelve a niveles moderados (un rango entre 15% y 30% en el ritmo anual, según la definición de Dornbusch y Fischer a finales de 2024 o la primera mitad de 2025″.
De este modo, “la estrategia de estabilización continúa con el objetivo de alcanzar niveles de un dígito en 2026 apoyada en una apreciación de la moneda y un proceso de remonetización relativamente fuerte”.
“En la visión más favorable la estrategia de estabilización continúa con el objetivo de alcanzar niveles de un dígito en 2026, apoyada en una apreciación de la moneda y un proceso de remonetización relativamente fuerte
- Intermedio: “El programa a gran escala comentado anteriormente consigue corregir los precios relativos, generando un territorio de crecimiento económico positivo, pero con una inflación que aún termina el año en niveles muy elevados”.
“Este escenario apunta a un largo proceso de estabilización que puede durar más de cuatro años, como ha documentado el FMI para Chile, Colombia y México”, afirmó Werner.
- Colapso e hiperinflación: “Si el ajuste fiscal da paso al descontento social, o la inflación no baja de los valores heredados (y no se logra el ajuste de precios relativos), se producirán sucesivas rondas de ajustes cambiarios y de precios que llevarán a niveles aún más altos de aumento del índice general de precios, a un colapso de la demanda de dinero y a menores ingresos fiscales”.
En este escenario, advirtió Alejandro Werner, “la inflación derivará hacia niveles de hiperinflación”.
El ex secretario de Hacienda mexicano, que negoció el acuerdo del FMI con Mauricio Macri en 2018, destacó que “si se materializa el primer escenario, un acontecimiento de baja probabilidad, tendrá todo el sentido del mundo que Milei siga el camino recorrido por las grandes economías latinoamericanas que han logrado una inflación baja y gestionado un régimen de tipo de cambio flexible, convergiendo a un régimen de objetivos de inflación”.
“Si se materializa el primer escenario, un acontecimiento de baja probabilidad, tendrá todo el sentido del mundo que Milei siga el camino recorrido por las grandes economías latinoamericanas”
Sin embargo, consideró el economista que “lo más probable es que Argentina acabe en el escenario 2 o en el 3″. En el segundo escenario, “la dolarización será una propuesta muy tentadora (frente a una desinflación prolongada en un marco de objetivos de inflación blandos), especialmente si una buena cosecha da al Banco Central de la República Argentina la capacidad de reconstituir sus reservas internacionales y una inflación elevada liquida los pasivos del gobierno y del BCRA”.
“El objetivo sería que el gobierno de Milei dolarizara y saltara a una inflación de un solo dígito muy rápidamente. También tendría mucho sentido político para el Presidente, ya que el país celebrará elecciones de mitad de mandato en octubre de 2025. Si la economía entra en hiperinflación, el tercer escenario, el resultado más probable sería la dolarización”.
En cuanto a su relación con el FMI, consideró que el programa avanzará por “el afán reformista del gobierno de Milei, incluyendo su intención de adelantar el ajuste y las reformas y su alineamiento geopolítico con el G7″.
De todos modos, aclaró Alejandro Werner que “sólo existen unos pocos precedentes internacionales de ajustes fiscales de esta envergadura, lo que pone de relieve la naturaleza de alto riesgo del plan y sus sustanciales costos, que gravan a distintos segmentos de la sociedad”.
“Sólo existen unos pocos precedentes internacionales de ajustes fiscales de esta envergadura, lo que pone de relieve la naturaleza de alto riesgo del plan y sus sustanciales costos”
“La composición del ajuste fiscal equilibra la necesidad a medio plazo de reducir el gasto público con la urgente necesidad de complementar este esfuerzo con un importante componente de ingresos para aumentar la probabilidad de lograr un presupuesto equilibrado”, sostuvo Werner.
“En el diseño del programa fiscal era importante minimizar la fracción del ajuste que necesita la aprobación del Congreso, pero el ajuste propuesto sigue dependiendo demasiado de la inflación para reducir el valor real de los derechos de exportación”, detalló el economista.
Combo: actividad, tipo de cambio y ajuste fiscal
“La inminente recesión, la corrección del tipo de cambio, la contracción fiscal y una buena cosecha deberían contribuir a producir un importante superávit por cuenta corriente de la balanza de pagos”, dijo el director del Centro para América Latina de la Universidad de Georgetown.
Estos factores, “junto con la financiación oficial de las instituciones multilaterales debería ayudar a hacer frente a las obligaciones en divisas de Argentina y a acumular reservas internacionales”.
El FMI aprobó el miércoles el desembolso de USD 4.700 millones acordado con el Gobierno y fijó las nuevas metas para este año; trazó un complejo panorama, pero elogió la dirección de la política económica actual.