El Gobierno recibió el desembolso aprobado del Fondo Monetario Internacional este miércoles y utilizará ese giro para cancelar los vencimientos al propio organismo, que suman USD 2.800 millones entre el capital que vencía hoy y los intereses que corresponden al 1° de febrero, confirmaron a Infobae fuentes oficiales.
Según información del Banco Central, este miércoles las reservas brutas cerraron en USD 27.635 millones, es decir unos USD 2.527 millones más que el día anterior. El desembolso del Fondo Monetario previsto para ser habilitado por el directorio era de USD 4.700 millones, pero fueron descontados los pagos inmediatos.
El board del organismo sesionó este miércoles para debatir la séptima revisión trimestral. Tras la luz verde de los directores, el organismo aprobó el desembolso total pero a las arcas del Banco Central llegó el monto total menos los USD 1.945 millones que tenían como fecha límite de pago el último día de enero. Mañana se descontará de las reservas otros USD 840 millones.
El desembolso del Fondo Monetario previsto para ser habilitado por el directorio era de USD 4.700 millones, pero fueron descontados los pagos inmediatos
Hay otra parte también que podría restarse en algún momento y son los USD 920 millones que el Gobierno tomó prestado de la CAF, el banco regional que financia proyectos de infraestructura, que por segunda vez en seis meses giró un crédito de corto plazo a la Argentina para que tenga divisas para pagarle al FMI.
Los USD 4.700 millones acordados están compuestos por USD 3.300 millones pendientes del último desembolso del 2023 ante los incumplimientos de las metas de septiembre durante el gobierno de Alberto Fernández y de Sergio Massa en el Ministerio de Economía; a lo que se suman unos 800 millones de DEG adicionales adelantados de marzo y una porción menor de los que corresponden a junio y septiembre. Con ese dinero le alcanzará al Ejecutivo para pagar las obligaciones de pago al FMI hasta abril.
El organismo dijo que el Gobierno espera acumular 10.000 millones de dólares de reservas para finales de 2024, incluidos 2.700 millones de dólares acumulados durante las últimas semanas de 2023. De esa forma, quedaría en un nivel de reservas netas prácticamente nulo, ya que el mandato de Milei comenzó con arcas internacionales en torno de los 11.000 millones de dólares negativos.
El Fondo Monetario ya dio su visto bueno al plan económico inicial del gobierno de Javier Milei y celebró la puesta en marcha de medidas como la liberación de precios relativos, la devaluación y la puesta en marcha del bono Bopreal para la deuda de importadores con el exterior. En el informe de perspectivas económicas mundiales, reconoció que hay un impacto inflacionario marcado como síntoma del inicio de ese plan y que habrá una fuerte recesión este año de 2,8% del PBI.
Esa caída será como consecuencia del “ajuste considerable” que experimentará a lo largo del 2024 por las medidas del gobierno de Javier Milei. Para el año próximo, de todas formas, prevé un pronunciado rebote de 5 por ciento.
El organismo aprobó el desembolso total pero a las arcas del Banco Central llegó el monto total menos los USD 1.945 millones que vencían hoy. Mañana se descontará de las reservas otros USD 840 millones
El desembolso -el primero desde el cambio de gobierno- marca una nueva etapa en la relación con el organismo financiero. El programa atravesó zozobras a lo largo de 2023 por los incumplimientos de las metas fiscales y de reservas por el impacto de la sequía en las exportaciones y por las decisiones de política económica que desviaron al gobierno de Alberto Fernández y del ministro Sergio Massa de los objetivos anuales.
El FMI consideró que el Extended Fund Facility (EFF) había “descarrilado”, por lo que la negociación inicial con las nuevas autoridades argentinas estuvo relacionado, en una primera instancia, en volver a poner sobre rieles el programa, que comenzó en marzo de 2022 y que expiraría a fines de 2024.
Según la agencia de noticias Reuters, las últimas conversaciones con el Fondo Monetario incluyeron como parte de un acuerdo la postergación hasta noviembre de la última revisión trimestral, prevista para septiembre, lo que podría abrir la puerta para, a fin de año, la negociación de un acuerdo financiero nuevo.