Las muy agresivas declaraciones del presidente argentino, Javier Milei, que en una entrevista televisiva con la cadena norteamericana CNN calificó al presidente colombiano, Gustavo Petro, de “comunista asesino que está hundiendo a Colombia”, generaron a su vez la reacción del mandatario colombiano, que llamó a consulta al embajador de ese país en la Argentina, Camilo Romero, quien presentó su protesta por las “irrespetuosas e irresponsables” declaraciones del presidente argentino.
Más allá del conflicto diplomático por las palabras de Milei, ideológicamente en las antípodas de su par colombiano, como se evidenció en los discursos que pronunciaron en el reciente “Foro Económico Mundial” en Davos, Suiza, sí hay una competencia en la que –más allá del desempeño de los últimos años- la economía argentina está a punto de superar a la colombiana.
Se trata del petróleo, hidrocarburo del que Colombia fue un importante productor y exportador regional, pero perdió peso en los últimos años y perdería posiciones en el ranking regional, a instancias de la Argentina. Un reciente informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA, según su sigla en inglés), dice que ese sobrepaso se producirá este año, por dos motivos: el fuerte aumento de la producción de petróleo de la Argentina a partir de la explotación de los recursos “no convencionales” de Vaca Muerta, y la declinación de la producción colombiana.
Más aún: según Juan Camilo Restrepo, exministro de Hacienda colombiano, el adelantamiento petrolero argentino ya se habría producido.
“La Argentina acaba de superar a Colombia como tercer productor Latino americano de hidrocarburos. Brasil llega a la más alta producción de su historia: 3,3 millones de barriles por día Venezuela y Ecuador hacen grandes esfuerzos para aumentar también su producción en este momento. ¿Y nosotros? Repetimos en Davos el mantra de que la exploración está suspendida en Colombia: nadie nos hace caso por supuesto ni nos admira por ello”, afirmó el exfuncionario, crítico del actual gobierno colombiano en general y en particular de la decisión del gobierno de Petro de suspender la exploración petrolera en nombre de la “transición energética”.
Producción petrolera y transición energética
“La transición energética no debe poner en peligro ni nuestra autosuficiencia, ni el nivel estratégico de las reservas, ni los ingresos de un renglón tan importante para el comercio exterior como las exportaciones de hidrocarburos. Si queremos desalentar inteligentemente su consumo hay que encarecerlos eliminando subsidios: no asfixiando su exploración y producción. Es lo que está haciendo todo el mundo. Nosotros vamos en la dirección contraria”, disparó Restrepo.
De hecho, un “Panorama” (Outlook) de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) para América Latina da cuenta del mayor peso de la Argentina y de la declinación de Colombia en materia de reservas y de producción de petróleo y gas. El país caribeño sigue siendo, eso sí, una potencia regional en reservas y exportaciones de carbón, el más contaminante de los 3 principales hidrocarburos.
Según las proyecciones de la IEA, este año la producción de petróleo de Colombia caería a 770.000 barriles por día, y lo seguiría haciendo en los años siguientes, hasta 620.000 barriles por día en 2028, una caída adicional de casi 20% en cuatro años. En tanto, para la Argentina la previsión es de un aumento sostenido de la producción, que en el gráfico adjunto queda en parte eclipsado por el peso de la producción de Brasil, que no solo ya superó a México como principal productor latinoamericano, sino que hacia 2030 sería el quinto productor petrolero mundial, desplazando a Kuwait.
Roberto Carnicer, del Instituto de Energía de la Universidad Austral, precisó a Infobae que la producción de petróleo de la Argentina fue en noviembre pasado de 674.000 barriles por día. La producción local y las exportaciones, dijo, seguirán aumentando con las expansiones de los oleoductos de Oldelval, el Trasandino y los proyectos de oleoductos de YPF para Vaca Muerta.
Por el contrario, una de las causas de la declinación de la producción petrolera colombiana es que desde 2019 la firma petrolera estatal, Ecopetrol, no firma nuevos contratos de petróleo, aunque su presidente, Ricardo Roa Barragán, dijo que la empresa sigue y seguirá buscando petróleo y gas.
El gráfico de arriba, del más reciente Panorama de la Agencia Internacional de Energía, muestra que la producción petrolera colombiana perderá importancia regional y será claramente inferior a la argentina. A su vez, más adelante la producción de Guyana sobrepasaría a la de la Argentina, relegándola de vuelta al cuarto lugar, Para las siguientes décadas, la IEA proyecta también una gradual recuperación de la producción venezolana, que -como también ilustra el gráfico- se desplomó en los últimos 15 años.
Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, en el trimestre julio-septiembre la producción petrolera argentina promedió los 100.000 metros cúbicos por día, equivalente a unos 629.000 barriles diarios, cifra que aumentó fuertemente en el último trimestre. De los datos existentes, se sabe que solo en la Cuenca Neuquina, la más productiva de la Argentina, la producción en diciembre fue de 381.416 barriles diarios, un crecimiento del 23,6% anual.
En gas, la Argentina es directamente el líder regional, con México y Trinidad & Tobago como los otros productores de peso hacia 2030; en tanto, la cuota colombiana-siempre según proyecta la IEA- se va angostando hasta casi desaparecer hacia el año 2050.
Debido a la alta estacionalidad del consumo residencial, sin embargo, en los últimos años el país debió importar gas tanto de Bolivia como en forma de Gas Natural Licuado (GNL) en los meses de invierno.
Idas y vueltas con el gas
De un lado, YPF lanzó una consulta internacional sobre el costo de un nuevo regasificador para el puerto de Escobar. El contrato del que actualmente funciona allí expira en enero de 2025, aunque podría ser prorrogado. Del otro, Enarsa, la empresa de mayoría estatal que administra las importaciones de gas, firmó el viernes contrato con la UTE Techint-SACDE para la construcción de dos renglones de la Reversión del Gasoducto Norte, obra que permitirá transportar el gas de Vaca Muerta al centro y norte del país y reducir y eventualmente cesar las compras de gas a Bolivia. Es una obra clave para asegurar la provisión de gas local a Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, para generación de energía eléctrica, uso industrial y consumo residencial.
Más allá de lo inmediato, pero no sin miles de millones de dólares de inversión, la Argentina podría convertirse en exportador de GNL. En julio del año pasado los entonces presidente y CEO de YPF, Pablo González y Pablo Iuliano, defendieron en el Congreso el proyecto de ley de GNL y, en base a un preacuerdo con la petrolera estatal malaya Petronas, afirmaron que el país podría llegar a exportar hasta 460 cargas de buques con GNL, por USD 17.000 millones anuales. Expertos privados dijeron que ambas cifras son exageradas. Además, el proyecto de ley de GNL no tuvo siquiera media sanción de Diputados y probablemente el actual gobierno lo revise; una de las críticas es que estaba demasiado orientado a favorecer a YPF.
Pero destinos como Europa y algunos países de Asia parecen muy prometedores para la Argentina. El viernes pasado EEUU, que en 2023 fue el primer exportador mundial de GNL y se conviritió en proveedor clave del viejo continente tras la invasión rusa a Ucrania y el cese de las compras europeas de gas (por gasoducto) a Moscú, anunció una “pausa” temporal de las mismas, en respuesta a objeciones de grupos ambientalistas.