Desde 1991, cuando estuvo por primera vez a poco del lanzamiento del plan de convertibilidad, Robert Citrone, visitó 58 veces la Argentina. Estuvo en agosto pasado, en ocasión de las elecciones primarias que ganó el actual presidente, Javier Milei. Y ahora, cuando apenas llegado fue de Ezeiza al Ministerio de Economía a saludar a Luis “Toto” Caputo, a quien conoce desde hace más de 30 años, cuando Citrone trabajaba en los Fondos Fidelity y el hoy ministro de Economía argentino lo hacía en J.P.Morgan, en Nueva York.
De Caputo dice que no tendrá un Ph.D en Economía, pero “entiende mucho los mercados”, es una persona “de gran integridad” . Y tiene palabra. “Lo que dice lo cumple”, asevera.
Citrone, que comenzó su carrera en Tiger Funds, del legendario Julian Robertson, trabajó también con George Soros y fundó “Discovery Capital Management”. Es uno de los más exitosos “cachorros de Tigre” (Tiger Cubs, como llaman a los exTiger Funds que luego fundaron sus propios fondos). El suyo, Discovery, obtuvo en 2023 un retorno en dólares del 48%, uno de los mejores de Wall Street, recuperándose largamente de la pérdida del 29% que había tenido en 2022.
Para el diálogo con Infobae y otros medios medios argentinos, Citrone aparece en el lobby del hotel luciendo una camisa negra (igual que su pantalón) en cuyo bolsillo a la altura del corazón y en la espalda luce el logo de los Pittsburgh Steelers, el equipo 6 veces ganador del “Super Bowl” de la NFL (liga de “Fútbol Americano” de EEUU), en el que con su esposa Cindy invirtió millones de dólares y del que es fanático desde su infancia en esa ciudad, centro de la producción siderúrgica de EEUU.
“Bob”, como lo llama la prensa de EEUU y se presenta, cuenta que le encantaría ayudar a traer un partido de la NFL a Buenos Aires. “Es un muy buen lugar y el de River es un estadio hermoso, con capacidad para 86.000 espectadores. El año que viene llevaremos un partido de la NFL) a Brasil”, dice. Cuenta también que ya llevaron un partido a México y piensan llevar dos a Alemania, para expandir mundialmente el fútbol americano. Jugar un partido en la Argentina, dice, sería “maravilloso”.
Desde 1991
Citrone empezó invertir en la Argentina en 1991, cuando trabajaba para Fidelity Investments en el área de mercados emergentes. Cuando vino por primera vez, a poco del lanzamiento del Plan de Convertibilidad, dice, “el país estaba en las peores condiciones, inflación de más del 2.000%, sin reservas en el Banco Central y el sector privado no era tan vibrante y sólido como lo es ahora. Vimos una gran oportunidad, que el plan funcionaría, la inflación bajaría y la economía empezaría a crecer. Los bonos argentinos cotizaban a 29/30 centavos de dólar. Compramos un montón, al año siguiente compramos el doble y a fines de 1992 llegamos a tener 25% de la deuda doméstica argentina”, recuerda en diálogo con medios argentinos.
-Qué vio en ese momento para ser optimista e invertir en la economía argentina?
-Pensé que Cavallo era un fantástico ministro de Finanzas y tenía un muy buen equipo, que el PBI iba a crecer después de haber estado deprimido tanto tiempo y que la convertibilidad iba a estabilizar la economía. El rendimiento de los bonos era muy alto. Era un “riesgo” muy bueno. Cavallo hizo un muy buen trabajo y tuvo apoyo para hacer las cosas. También compramos acciones de YPF cuando se privatizó. La Argentina estaba cerca de tener grado de inversión cuando ocurrió la crisis del Tequila en México, que devastó a la economía latinoamericana. La deuda argentina se volvió muy cara, la economía entró en recesión, el dólar se hizo muy fuerte en términos internacionales. Después empezó a influir la política y dejaron que las cuentas fiscales se les vayan un poco, pero estuvieron muy cerca.
-¿Y en los últimos años?
-Algo hemos invertido. No nos gustaba la última administración, pero en la Argentina siempre hay oportunidades. Hemos Invertido en bonos y acciones en diferentes momentos y perdido dinero algunos años, por cierto.
-¿Qué pensó cuando vino en agosto y Milei ganó las elecciones primarias?
-Fue una sorpresa. No sabía quién sería presidente, pero pensé que cualquiera que ganara iba a haber un cambio positivo. La Argentina tiene una gran oportunidad de salir adelante. Si pasan las leyes que propuso el gobierno y la economía se estabiliza, podría crecer al 5/6% anual por 3 ó 4 años o más, fácilmente.
-¿En ese contexto, dónde están las principales oportunidades de inversión?
-Bueno, tengo un montón de inversiones en la Argentina. En una empresa de energía de clase mundial como Vista Oil (la empresa fundada por Miguel Galuccio, expresidente de YPF), también tengo acciones de YPF y de Pampa. En el sector de energía hay grandes oportunidades de crecimiento. Tengo más acciones de Energía que de bancos, pero también tengo del Banco Galicia y del Banco Macro.
-¿Por qué los bancos?
-Son una gran apuesta al éxito de la estabilidad macro. El crédito al sector privado en la Argentina es el 8% del PBI, uno de los porcentajes más bajos del mundo. Creo que el mercado está sobreestimando la inflación y que bajará más rápidamente de lo que creen. Tengo bonos de las grandes compañías (blue chips) y del gobierno, los Globales 29 y 30. Y estamos comprando Bopreal en el mercado secundario. Ahora hay más liquidez para hacerlo, porque el gobierno tuvo un gran éxito en la última licitación. Le sirve para eliminar la resaca monetaria. Es un bono complejo de evaluar, pero la Argentina siempre emitió bonos complejos.
-Caputo anunció ayer el retiro de la parte fiscal del proyecto de ley ómnibus que el gobierno envió al Congreso. ¿Qué opina de eso?
-La parte fiscal es importante, pero para el crecimiento de la Argentina lo más importante son las desregulaciones y la reforma del Estado, que haya más competencia. La parte fiscal importa y tendrán que trabajar en eso. Caputo está decidido a hacerlo y si no consigue los recursos que esperaba tal vez tenga que cortar más el gasto.
-¿Y si no hay apoyo político y social al recorte del gasto?
-Le dijeron a la población que no iba a ser fácil. Al igual que en EEUU, parte del problema son los políticos bloqueando cosas. La gente ha estado muy dependiente de un Estado que enviaba cheques por correo (se refiere a los planes sociales). Eso no es correcto. Todos deberían poder realizar su “sueño argentino”, pero no es posible si el Estado se interpone y bloquea todo. Y eso genera déficit fiscal. Es malo cuando para hacer negocios hay que tener buenas relaciones con el gobierno.
-El presidente Milei volvió a hablar de la dolarización de la economía. ¿Qué piensa al respecto?
-Pienso que la dolarización funcionaría muy bien en la Argentina. La gente piensa en dólares, porque el peso ha sido muy débil y volátil y por eso el dólar se usa como moneda de cuenta. Pero la dolarización no es necesaria. Argentina puede funcionar muy bien con o sin dolarización. Si dolarizara sería fantástico, pero querría decir que un montón de cosas ya habrían sido hechas. Lo más importante es tener bien los fundamentos: la reforma del Estado, las privatizaciones, las cuentas fiscales en orden. La Argentina este año tendrá una cosecha USD 18.000 millones más valiosa que el año pasado (por el fin de la sequía) y el sector energético aportará USD 5.000 o 6.000 millones más. La economía está en recesión, pero saldrá en 4 ó 5 meses.
-Estuvo reunido con Caputo. ¿Qué le dijo?
-Es muy optimista sobre las perspectivas de la economía. Cree que es un momento muy importante de la historia para la Argentina, que la inflación mes a mes caerá más rápidamente de lo que esperan, que la parte fiscal va bien, pero tendrá que hacer algunas reformas más y que tienen una negociación muy dura en el Congreso, pero están decididos a salir adelante. En algunas cosas él y el presidente Milei son flexibles, pero también tienen principios muy firmes, como (la meta de) déficit cero.
-¿Por qué eligió la Argentina para invertir?
-Porque tiene un gran potencial. He venido aquí desde 1991, creo tener una buena comprensión del país y buenos contactos. Hay mucha volatilidad, que a veces ayuda. No es fácil encontrar bonos con 30% de rendimiento en el mundo. Se pueden hacer negocios con altos múltiplos y valuaciones deprimidas. Con un poco de estabilidad y un gobierno con una buena política fiscal la Argentina puede crecer 6 o 7% en un par de años. No hay muchos lugares en el mundo que tengan esa oportunidad. No es sin riesgo, pero soy optimista.
¿Cuáles cree que son las principales fortalezas y debilidades de Milei?
-Una de sus mayores fortalezas es que es muy honesto: le dice a la gente lo que piensa, lo que cree. Está muy convencido de sus ideas y ha sido honesto con la gente, de que va a ser muy duro por un tiempo. Esa la fuerza, que a la gente le encanta. La debilidad es que no tiene mucha experiencia, especialmente en política. Pero estoy impresionado con lo que veo hasta ahora. Todos pensaban que sería dogmático. Pero tiene sus principios y mostró voluntad de ser flexible. Lo que no sabía lo está aprendiendo. Es muy popular en EEUU. Mucha gente sabe quién es y creo que el discurso que dio en Davos fue fantástico.
-Cree que el FMI le dará más recursos a la Argentina?
-No creo que la Argentina necesite más dinero. Creo que tiene un buen programa con el FMI. He estado con gente del Fondo dos veces en las últimas semanas; altos funcionarios y algunos involucrados en el programa con Argentina y son muy optimistas. Están sorprendidos de lo sólido y grande que es el programa (según Citrone, la principal contribución del Fondo a la Argentina sería reducirle el costo financiero. Calcula que podría ahorrarle hasta USD 1.000 millones al año en sobrecargos. Que por ahora las reglas del FMI no lo permiten, pero están considerando un aumento de capital financiado por grandes países como paso previo a la reducción de sobrecargos).
-¿Como inversor, cuáles son este año las principales cuestiones a seguir en materia internacional?
-La elección de Taiwán fue muy importante. La tensión con China seguirá, pero no creo que se llegue a una situación bélica. La economía china está muy débil y tendrá recesión este año. Tienen una gran crisis inmobiliaria y muchas empresas están saliendo de China. México se benefició de eso y la Argentina también puede beneficiarse abriendo la economía. Como inversor, soy pesimista (bearish) sobre China y optimista (bullish) sobre América Latina: la Argentina en primer y México en segundo lugar. A Brasil también le irá bien, pero no hay allí tantas oportunidades como en la Argentina. La elección en EEUU es importante y el resultado es una cuestión abierta. La Fed y los grandes bancos centrales del mundo van a recortar las tasas de interés. Será importante para el crecimiento global y significará que la inflación ha sido controlada. El fin de la guerra en Ucrania sería muy bueno y sucederá en algún momento, pero sigue ahí, como un factor negativo. Y creo que el precio del petróleo va a subir un poco más, pero en la segunda parte del año va a ceder un poco.
-¿Cuál es su modelo de inversor?
-Trabajé con Julian Robertson (en los fondos “Tiger”) por 5 años. También trabajé con George Soros en el fondo Quantum y durante un tiempo hablaba una o dos veces por semana con él. Así que trabajé con los dos mejores inversores de la historia. Julian es un gran inversor de largo plazo. Y George, que invirtió en mis fondos, un gran trader. Si pensaba que una acción iba a caer, vendía para comprarla luego más barata. En cambio Julian lo veía como oportunidad para comprar más. Aprendí de los dos que si creés en una inversión, tenés que ser agresivo. Y si no, salir de ella. Y que debés chequear tu estrategia de inversión no dentro, sino fuera de tu equipo.
-Usted es fan y accionista de los Pittsburgh Steelers, ¿ve la posibilidad de invertir en deportes en la Argentina?
-No lo he analizado de cerca, pero es una tendencia que está dándose en todo el mundo; muchos inversores mirando a los deportes como inversión. Yo no invertí en los Steelers porque pensé que sería una inversión fantástica, sino que sería una inversión decente. Lo hice porque me encantaba el equipo y quería estar involucrado. Ahora se ve mucha inversión porque quienes invierten piensan que puede ser también un buen negocio. Pero yo espero que el deporte siga siendo primero deporte, ésa es la parte más importante.
-¿Y para invertir en la “transición energética”?
-Creo que en energía la Argentina puede ser un líder en todas las áreas. Vaca Muerta es una de las mejores y más prolíficas formaciones sale del mundo, pero también hay enorme potencial en litio y cobre. Y se está desarrollando. Muchas empresas quieren hacer minería aquí porque en otros lugares es muy peligroso. Y Argentina tiene grandes ventajas en energía solar y eólica.