Los expertos del Cato Institute criticaron la postergación de la dolarización, aunque elogiaron otras reformas del presidente Javier Milei.
En un informe, indicaron que “los liberales de todo el mundo han celebrado con razón la elección de Javier Milei como presidente de Argentina y sus primeras medidas en el poder. Sin duda, el decreto de emergencia de Milei para desregular amplios sectores de la economía –desde la eliminación de los controles de precios y alquileres hasta el establecimiento de una política de “cielos abiertos” que liberalice la industria aérea– supondrá un alivio muy necesario para un sector privado estrangulado”.
“Lo mismo cabe decir de su proyecto de ley “ómnibus”, que permitiría privatizar todas las empresas estatales. También incluye reformas electorales y políticas de calado, como la supresión de la representación proporcional en favor de un sistema de mayoría simple y la eliminación de las costosas –e innecesarias– primarias presidenciales obligatorias para todos los partidos”, afirmaron Gabriela Calderón de Burgos y Daniel Raisbeck.
“Una crítica justa al decreto de emergencia de Milei es que podría deshacerse en gran medida en el futuro mediante un decreto similar de tendencia estatista e intervencionista. Sin embargo, sigue siendo un medio legal para gobernar, que requiere la ratificación final del Congreso y de los tribunales. Además, la indudable emergencia económica de Argentina justifica sin duda medidas extraordinarias”.
“Tememos, sin embargo, que la principal amenaza para la agenda de Milei no sea su modus operandi legislativo, sino la política monetaria de su gobierno. Para que nadie lo olvide, la propuesta política estrella de Milei como candidato fue la dolarización total de la economía argentina y el cierre permanente de su banco central”.
“El nombramiento por Milei del experto financiero Luis Caputo como su ministro de Finanzas puso en duda el compromiso del gobierno con la dolarización. Caputo se había opuesto a la dolarización en el pasado y, unos días antes de asumir el cargo, supuestamente dijo a un grupo de representantes del sector bancario que la dolarización estaba descartada. Desde entonces, tanto Milei como Caputo han afirmado que la dolarización sigue formando parte de la agenda. Sin embargo, está claro que el plan actual de Caputo para estabilizar la economía no incluye la dolarización de Argentina”, advirtieron.
“En su lugar, Caputo ha mantenido los controles de divisas y el tipo de cambio oficial frente al dólar, que sin embargo se acercó mucho más al tipo de cambio del mercado negro o “dólar blue” (de ARS $400 a $800, comparado con un dólar blue ligeramente por encima de ARS $1.000 a principios de diciembre). El ajuste también incluye una paridad móvil mensual del 2%”, señalaron.
El plan Caputo
“Caputo convirtió la escandalosa deuda en notas de liquidez (Leliqs) del banco central en bonos del tesoro, una medida necesaria que redujo drásticamente los pasivos remunerados del banco central, que sólo podía pagar mediante la expansión de la base monetaria. Esta deuda consiste ahora en pagarés con plazos de vencimiento de 24 horas (Pases) y tipos de interés mucho más bajos (del 100% anual, frente al 133% de las Leliq). El tipo de interés anual mínimo de los depósitos a plazo fijo también se redujo del 133% al 110%. Dado el diferencial entre el rendimiento de los Pases y el nuevo tipo de los depósitos, el Tesoro argentino emitió bonos a corto plazo (con vencimientos a 28 días) que rendían más del 180 por ciento anual y emisiones a medio plazo (1-3 años) indexadas a la inflación”, precisaron.
“En otras palabras, el objetivo de Caputo es “licuar” la montaña de deuda interna de Argentina y eliminar el déficit fiscal mediante niveles de inflación muy superiores a los tipos de interés oficiales. Caputo anunció que la inflación aumentaría durante sus primeras declaraciones públicas como nuevo ministro de Finanzas”, indicaron.
“La lógica detrás del plan de Caputo parece ser que, como han argumentado varios economistas –incorrectamente, en nuestra opinión–, Argentina no tiene suficientes dólares para dolarizarse. Por lo tanto, es necesario retrasar la dolarización y el cierre del banco central hasta que la economía se estabilice. Además, dado que pagar el déficit crónico con estímulos monetarios causó una inflación de tres dígitos en primer lugar, se deduciría que resolver el problema fiscal debe ser un prerrequisito para la dolarización, incluso si esto implica una alta inflación –para licuar el déficit– a corto y medio plazo”, explicaron.
“Uno de los problemas de este planteamiento es que la elección de Milei representó un cambio político radical, sobre todo en lo que se refiere a la necesidad de atacar las causas profundas del caos monetario de Argentina y domar la inflación de una vez por todas. De ahí la propuesta de Milei de dolarizar y cerrar el banco central”, indicaron.
“Los críticos de la dolarización que aún reconocen el problema inflacionario –resultado de gobiernos que monetizan déficits fiscales crónicos a través de un banco central servil– han argumentado que la mejor opción es tener un banco central serio e independiente a cargo de la política monetaria de Argentina. Como hemos argumentado anteriormente, este argumento es, en el mejor de los casos, panglossiano a la luz de la historia económica del país. Incluso ahora, con un gobierno fiscalmente responsable a cargo de las finanzas públicas, no puede decirse que el banco central sea independiente porque lo dirige el antiguo socio de Caputo”, aclararon.
“Y lo que es más preocupante, el banco central sigue emitiendo pasivos remunerados, que crecieron un 17,6% durante el primer mes del nuevo gobierno. Milei también confirmó que el banco central empezaría pronto a emitir nuevos billetes de 20.000 y 50.000 ARS respectivamente. La inflación sigue aumentando rápidamente, con una tasa del 25,5 por ciento sólo durante el mes de diciembre”.
“Para empezar, las medidas del Gobierno ya están presionando al peso tras una pérdida del 65 por ciento de su valor frente al dólar en 2023 (incluyendo un breve repunte en los primeros días del Gobierno de Milei). Es decir, los argentinos están tratando de proteger sus ahorros de la estrategia del Gobierno”, afirmaron.