FMI: el Gobierno espera el desembolso en los próximos días y busca financiamiento de otros bancos regionales

En días críticos para el Gobierno por la discusión en el Congreso que definirá el futuro de parte de su plan de ajuste fiscal, en el equipo económico esperan tener, desde el frente externo, una noticia positiva si el directorio del Fondo Monetario Internacional aprueba el desembolso de USD 4.700 millones para tener cubierta la necesidad de reservas para el pago de vencimientos al menos hasta abril cuando la cosecha gruesa empiece a alimentar las reservas del Banco Central.

El organismo todavía no informó en su calendario oficial de actividad del board qué día tendrá lugar la discusión sobre el caso argentino, pero en el Gobierno esperan que sea en los últimos días del mes, entre martes y miércoles de la semana próxima. De esa forma, calzaría con lo justo el tiempo para contar con el giro de divisas desde el Fondo para hacer frente a casi USD 2.780 millones que vencen entre el último día de enero y el primero de febrero.

La demora en esa oficialización tiene que ver con los tiempos que requiere, típicamente, el FMI entre la finalización de una misión técnica de revisión trimestral -el pasado 10 de enero- y la elaboración completa del informe del staff, que incluye una amplia radiografía de la economía argentina, una lectura del desarrollo del programa -que experimentará cambios notorios en términos de metas- y consideraciones sobre las chances del país de cumplir sus compromisos. También se conocerá cuál es el escenario de base de inflación y de recesión para 2024 con el que se trabaja en Buenos Aires y en Washington, dos números por ahora reservados.

El directorio del FMI solo tiene confirmado que discutirá los acuerdos vigentes con Camerún, el lunes, y Kazajistán, el miércoles. La sesión para el Extended Fund Facility (EFF) argentino podría tener lugar alguno de esos dos días. El Gobierno se dedicó, en el Foro de Davos, a ponerse en contacto con funcionarios de naciones que tendrán que dar el visto bueno en el directorio, como Alemania, Gran Bretaña y los Países Bajos, este último conocido como un “halcón” en términos fiscales con posiciones duras hacia la Argentina.

El board del FMI ya tiene un nombre nuevo en su funcionariado, un conocido en la relación entre el país y el organismo. Se trata de Leonardo Madcur, que durante el mandato de Sergio Massa en el Ministerio de Economía actuó como jefe de asesores y cuyo rol central era el diálogo con el Fondo Monetario. Luis Caputo, ya en el Palacio de Hacienda, le dio la responsabilidad de mantener bajo su ala la relación con ese organismo, aunque como empleado del FMI.

Madcur aparece como director ejecutivo alterno en el sillón que ocupa el economista chileno Luis Oscar Herrera como representante del Cono Sur, y que también representa a Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Perú. Así, reemplazó a Sergio Chodos, que había llegado a ese lugar -como director titular y sobre el final del 2023, alterno- de la mano de Martín Guzmán.

El cierre de los datos fiscales del año pasado que se conoció esta semana permitió conocer la última foto de la gestión del Frente de Todos respecto al acuerdo con el FMI. Mientras la meta de reducción del déficit primario era de 1,9% del PBI como techo, terminó por ser un punto porcentual más alto. Como el déficit fiscal total fue de 6,1% del Producto, ése será el tamaño del ajuste que requerirá el Poder Ejecutivo para llegar al déficit cero en lugar del 5,2% previsto originalmente.

Hubo una única meta que el gobierno anterior cumplió -en realidad excedió por un mínimo margen- ante el FMI: la del límite al financiamiento del Tesoro por parte del Banco Central. Un informe de la consultora PxQ aseguró que al cierre del 2023, los adelantos transitorios fueron de $1,298 billones cuando la meta anual era de $1,291 billones. Otra meta que quedó muy excedida es la de deuda flotante: el objetivo anual era de 1,36 billones y llegó a superar por poco los 3 billones antes del cambio de gobierno, aseguran en el Ministerio de Economía.

Las gestiones del Gobierno ante organismos internacionales serán uno de los elementos que explicarán las chances que tenga para acumular reservas este año. La meta del 2024 es exigente ya que implicará, entre diciembre de 2023 y diciembre de este año, unos USD 10.000 millones acopiados en el Banco Central. Si cumpliera esa meta, dejaría el nivel de reservas netas en una zona cercana al cero, ya que el gobierno de Milei asumió con arcas con USD 11.000 millones negativo en la entidad monetaria.

“Tras devolver el préstamo puente de la CAF, esperamos que el flamante gobierno consiga fondos frescos provenientes del resto de los organismos multilaterales”, explicó la consultora Equilibra en un informe reciente. Un flujo positivo desde bancos de inversión, junto con otros factores como que no se atrase el tipo de cambio real, que el ingreso de inversión real directa sea mayor a la salida de capitales ante un desarme del cepo y que la gestión de la deuda de importaciones sea manejada “con cautela”, son para esa consultora la forma en que el Gobierno podría acumular las reservas acordadas con el FMI.

“La pregunta del millón es que sucederá con el swap con China ya que la relación bilateral se ha resentido tras el cambio de autoridades. No vemos probable que se habilite un mayor uso del instrumento, pero tampoco que se exija su repago”, continuó Equilibra. En una proyección de base, estimaron que podrían ingresar por parte de organismos internacionales unos USD 4.550 millones. En esa cuenta considera el saldo neto con el FMI de este año.

Esta semana se conoció, también, que el Ministerio de Economía finalmente no continuará con el trámite de salida del banco regional Fonplata. Era una iniciativa que había tomado Massa para dar lugar a una capitalización mayor hacia la CAF, un organismo en el que consideraba que había mayor potencial de crédito hacia la Argentina.

Fonplata celebró el viernes pasado su primera reunión de directorio y los enviados del Gobierno -el recientemente nombrado como subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales para el Desarrollo, Matías Mana, y Silvia Pérez, directora de Financiamiento con Organismos Regionales de Crédito- comunicaron la marcha atrás con la renuncia a la membresía. Fonplata tiene una cartera abierta de préstamos hacia la Argentina de menos de USD 470 millones, según el último balance de la entidad, de mediados de 2023.

Fuentes con conocimiento del funcionamiento de la relación con organismos internacionales aseguraron que, aunque no es la modalidad más habitual, el Gobierno podría solicitar a bancos como Fonplata un préstamo para asistencia al Tesoro -en lugar del financiamiento de inversión a proyectos puntuales, el modus operandi normal de este tipo de instituciones-, pero estiman que no podría ser superior a los 100 o 200 millones de dólares.