Las principales entidades empresariales de la provincia de Buenos Aires manifestaron su rechazo al paro general de medio día convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT). También advirtieron que la medida de fuerza tendrá un efecto negativo para la actividad económica del país.
“Desde la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (Adiba), la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (Cepba), Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) y la Union Industrial de la provincia de Buenos Aires (Uipba) rechazamos el paro convocado por la CGT por considerar que afecta negativamente la actividad económica de nuestro país, siendo a su vez una herramienta que lejos se encuentra de aportar soluciones”, manifestaron las entidades a través de un comunicado.
“Estamos atravesando una situación crítica en términos económicos y sociales. El paro que se desarrollará en el día de hoy alimenta tensiones, y dificulta la búsqueda de soluciones consensuadas”, añadieron.
“Estamos convencidos de que el camino para el progreso de nuestro país es a través del normal desarrollo de la actividad, trabajando en pos del crecimiento y la construcción de espacios de diálogo”, sostuvieron.
Postura empresaria a nivel nacional
Distintas organizaciones empresarias a nivel nacional expresaron su desacuerdo con el paro general de medio día convocado para mañana por la CGT. Desde la Unión Industrial Argentina, pasando por la Cámara de la Construcción, la Cámara Argentina de Comercio, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa y la Federación de trasnportistas sentaron posición ante una medida de fuerza que, entienden, llega demasiado rápido en el gobierno de Javier Milei y afecta a la actividad en un momento en que la economía sufre las medidas iniciales previas a un plan de estabilización.
“Creemos en el diálogo social como principal herramienta para la discusión democrática de las cuestiones socioeconómicas y laborales, ya que una medida de fuerza de este tipo —de fuertes implicancias y connotaciones políticas— en el contexto económico que estamos atravesando, termina perjudicando seriamente a los propios trabajadores y a la producción, cuando lo que la Argentina necesita es más inversión para más creación de empresas y de empleo formal, registrado y socialmente protegido”, dijo Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA.
“Es fundamental —entonces— la búsqueda de consensos en las cuestiones de interés común relativas a políticas económicas y sociales. Por nuestra parte reiteramos la convicción de que las medidas en materia laboral planteadas por el Gobierno Nacional van en el camino correcto hacia la impostergable adaptación a las nuevas realidades de la tecnología y del empleo, si es que verdaderamente aspiramos a un desarrollo federal, integrado e inclusivo”, comentó el líder industrial.
Por su parte, la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), a través de un duro comunicado, expresó su “rechazo a la realización de un paro nacional a poco más de un mes de iniciada la gestión del Gobierno”.
“Es necesario buscar otros mecanismos para la protesta, porque no es pertinente realizar una medida de fuerza cuando aún no se cumplieron dos meses de gestión del presidente Javier Milei. La Argentina enfrenta una crisis de proporciones y es imprescindible que todos los actores políticos y sociales profundicen los mecanismos de diálogo que están lejos de las medidas de fuerza como la que propone la CGT”, sostuvo la organización.
“La utilización del paro y movilización en este contexto es más difícil de comprender luego de la actitud que mantuvo la central obrera en los últimos cuatro años, durante los cuales todos los indicadores sociales se deterioraron significativamente”, concluyó Camarco.
Por su parte, la La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) reiteró su respaldo al derecho a huegla pero cuestionó la oportunidad y la conveniencia de esta medida de fuerza en particular.
“No afirmamos que estamos de acuerdo con el derecho de huelga para luego cuestionarlo indirectamente con argumentos que se contradicen con lo previsto en nuestra Constitución Nacional. Sí, creemos que, en el contexto actual, convocar a un Paro General resulta especialmente inconveniente al entorpecer cualquier atisbo de reactivación del transporte de cargas”, dijo Roberto Guarnieri, prersidente Fadeeac.
“Nuestro sector va camino a una situación recesiva que debemos evitar por todos los medios. Parar la actividad no hará más que profundizar la crisis que vivimos, porque el día después no surgirán soluciones a partir de esa medida, más allá de las estadísticas e interpretaciones que se hagan desde los diferentes lugares que se ocupen. Por ello, una vez más, reiteramos el valor y la importancia del diálogo como vía primordial para construir un país con más y mejores oportunidades para todos”, concluyó Guarnieri.
Antes, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también había marcado su desacuerdo. “Nuestras pymes necesitan trabajar, ya que sin trabajo no hay ingresos”, dijo el presidente de CAME, Alfredo González.
“Somos respetuosos de las decisiones del sindicalismo y del derecho a huelga. Entendemos y compartimos la incertidumbre imperante y la angustia que afecta a buena parte de nuestra población, pero no creemos que un paro sea el instrumento que vaya a revertir esta situación”, resaltó González.
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), por su parte, había cuestionado los motivos políticos detrás del paro.
“En vísperas del primer paro general que se realizará contra la gestión de Javier Milei como Presidente de la Nación, la CAC quiere poner énfasis en señalar la diferencia de criterio manifestada por aquellos sectores que adhieren a la jornada de reclamo, pero que no realizaron manifestación alguna durante los cuatro años en que Alberto Fernández ejerció el Poder Ejecutivo, período en que el crecimiento de la pobreza y la inflación, con su consecuente deterioro del poder adquisitivo, fueron constantes”, cuestionó.
“El paro anunciado para el próximo 24 de enero será el más rápido realizado a un gobierno nacional desde el retorno de la Democracia en 1983, a tan solo 40 días de haber asumido Milei la presidencia. Y se realiza a sabiendas de que el 56% de los ciudadanos acompañó en las urnas sus propuestas, aunque estas no auguraban meses de bonanzas, sino de un costoso pero necesario reacomodamiento macroeconómico”, insistió.