El paro nacional de la CGT afectará a menos de la mitad de la industria automotriz argentina. Paradójicamente, detener la actividad fabril este miércoles, sólo se verá reflejado a fin de mes en cuatro de las nueve plantas donde se producen automóviles, porque cinco de ellas están fuera de producción por problemas de suministro o por no haber regresado del período anual de vacaciones.
Las únicas plantas que están fabricando actualmente son la de Toyota en Zárate, la que comparten Peugeot y Citroën en Palomar, la de Fiat en Ferreyra y la Ford en General Pacheco. Los cuatro centros industriales se ven afectados por el paro, algunos en su jornada completa y otros solamente en el turno tarde, como es el caso de Ford y Stellantis. Si bien no hubo comunicación al respecto, es posible que alguna de estas marcas evalúen recuperar el día o turnos perdidos con producción excepcional un día sábado.
Las restantes nueve plantas tienen distintas situaciones. Renault y Nissan, que fabrican en Santa Isabel, ya anunciaron la semana pasada que no podrían retomar la actividad el lunes 22 por fallas de suministros vitales para la producción de sus pick-up Alaskan y Frontier, como así también de los otros productos de la marca de origen francés que allí se fabrican como Kangoo, Sandero, Stepway y Logan. Este faltante es debido a que está interrumpida la cadena de suministros de algunos proveedores del exterior a causa de la deuda acumulada durante el año 2023, en el que no salieron divisas del Banco Central para pagar las importaciones que el gobierno había autorizado para producir automóviles o autopartes en el país.
Los casos de General Motors y Volkswagen tienen un punto de contacto con la situación de no tener insumos importados para producir, pero todavía están dentro de las semanas de vacaciones, ya que ambas plantas, tanto la de Rosario como la de General Pacheco, tenían originalmente previsto regresar a la producción de Tracker por un lado, y Amarok y Taos por el otro, recién entre el 29 de enero y el 1 de febrero. El mismo problema no resuelto aún, de la deuda acumulada por falta de dólares, los ha llevado a decidir que al menos por las primeras dos semanas de febrero no regresarán a la actividad fabril, con posibilidades de extender la medida hasta fin del próximo mes.
Actualmente, salvo Toyota Argentina, el resto de las terminales automotrices todavía no tomaron una decisión respecto a aceptar el Bopreal, el bono que instrumentó el Ministerio de Economía con vencimiento en octubre de 2027, para poder liquidar parte de esas deudas de las fábricas. En cambio, para las pequeñas y medianas empresas que están en la misma situación, recién hoy, 24 de enero, vencía el plazo para inscribir sus deudas en el exterior, de modo de permitir que se elabore un padrón total y detallado, que permita lanzar los bonos a mediano plazo con vencimientos en 2025 y 2026.
Por último, la producción de la planta de Mercedes-Benz en Virrey del Pino donde se fabrica la línea Sprinter, tampoco se ve afectada por el paro de la CGT debido a que todavía está cerrada por vacaciones, mientras la propia terminal confirmó que se regresará a la producción normal el lunes 29 de enero tal como estaba previsto originalmente.
Paralelamente, la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), confirmó que los puntos de venta de autos y motos permanecerán abiertos en el día de hoy. En un principio se evaluó emitir un comunicado de prensa que finalmente no se publicó, aunque la postura de la entidad es la de fijar posición con respecto a la forma elegida para manifestar el descontento de diversos sectores, llamar a la reflexión a aquellos que creen que paralizando la actividad se contribuye en algo, y celebrar la discusión y el debate en el marco del parlamento, pero sin perder un solo día de trabajo para seguir produciendo.