La piedra natural es un material de construcción sostenible que aporta numerosos beneficios, siendo el revestimiento natural más eficiente para cualquier proyecto arquitectónico. Su utilización es ancestral y en varias civilizaciones y partes del mundo es común encontrar ciudades enteras hechas con este material.
Actualmente se sigue empleando para culminar paredes interiores y exteriores y espacios de circulación, barras de cocinas, baños, dormitorios, livings, parques, patios y hasta piscinas. Su aporte, destacan los expertos, revitaliza el diseño y su toque hace que la vivienda brinde calidez y no se desvalorice.
Damián Vinsón, arquitecto del estudio Msgssv, responsables del diseño de los edificios del Grupo Chomer, en los barrios de Núñez, Olivos y La Lucila, contó a Infobae que el uso de la piedra está entre las tendencias principales de 2024 para culminar viviendas.
“La búsqueda de materiales más resistentes y respetuosos con el medio ambiente continuará definiendo el panorama de la construcción. Algunos ejemplos de ello son los materiales como los Wall Panels que imitan la madera, porcelanatos y pisos vinílicos con un sistema clic, en lugar de pisos flotantes. Por otro lado, la introducción de opciones como corcho, piedra, materiales reciclados y el uso de marcos de acero galvanizado para formar el esqueleto estructural de un edificio, llamado steel frame, destacan como un enfoque creciente en la responsabilidad ambiental en la construcción”, resumió Vinsón.
Versatilidad
Las piedras son versátiles en su aplicación, encontrándose en revestimientos interiores y exteriores, solados, antepechos de ventanas, y hasta en la estructura portante de edificaciones. Se destacan por su capacidad de resistencia, utilizándose incluso en balcones antiguos con funciones estructurales.
“La diversidad de texturas y tratamientos disponibles, como lisa, pulida, natural o martelinada, se ajusta a diversos usos. La selección de piedras depende de factores como dureza, coloración y aplicaciones recomendadas, siendo algunas porosas y decorativas, como la piedra pómez, mientras que otras, como los adoquines de granito, son compactas y resistentes al tiempo y tránsito”, precisó la arquitecta Andrea Guerrieri, especializada en recuperación de edificios históricos y junto al arquitecto Ricardo Carbone integrante del estudio Estrategias de Intervención.
La piedra es ecológica y no solo otorga una estética única; también presenta una resistencia notable al desgaste y a las inclemencias del tiempo. Tiene la capacidad de mantener la temperatura ambiente, con un mejor aislamiento térmico.
Una vez colocadas, si están en interiores pueden limpiarse con un plumero en seco y en exteriores con técnicas de hidrolavado, solamente si la suciedad lo amerita
Gastón Portález, CEO y diseñador industrial de Pirka, destacó que la utilización de piedra en la construcción es una práctica ancestral que sigue vigente por varias razones, que enumeró:
- Su durabilidad y resistencia, que garantiza una inversión a largo plazo.
- El no tener necesidad de mantenimiento constante.
- Su conexión con la naturaleza.
- Su capacidad de adaptarse a diferentes estilos, como una opción atemporal que trasciende modas.
Colocación
La colocación adecuada de las piedras demanda técnicas específicas que varían según su uso, espesor y aplicación, ya sea para solados, revestimientos, muretes o elementos decorativos. La experiencia en albañilería es crucial, acompañada por un conocimiento profundo de las técnicas de pegado y la evaluación del sustrato, asegurando así la resistencia y el soporte adecuados.
Guerrieri recomendó: “La aplicación puede realizarse mediante un mortero mixto de cal, arena y cemento, aunque se aconseja utilizar adhesivos compuestos por arena, cemento y resinas sintéticas. Además, para las juntas, se recomienda emplear un mortero coloreado que se asemeje al tono de la piedra o sea compatible con esta”.
La piedra no solo encuentra aplicaciones en nuevas construcciones, sino que también se adapta de manera efectiva en renovaciones de viviendas, tanto en espacios interiores como exteriores. Gracias a su versatilidad y facilidad de instalación, ofrece una opción variable, atractiva y económica para proyectos de remodelación.
“El proceso, que se completa en tan solo 24 horas, minimiza la generación de residuos, permitiendo disfrutar del espacio de inmediato sin la necesidad de una limpieza intensiva del hogar”, comentó Portález.
Costos
Como desventaja, cabe destacar el elevado costo por metro cuadrado (cerca de $25.000 de piedra Neuquén, por ejemplo) y la ocasional espera por la disponibilidad del material, dado que se extrae de canteras ubicadas en localidades específicas.
Los costos varían según el tipo, dimensión, espesor y origen, ya sea nacional o importado. Es importante considerar, además, los gastos adicionales como mano de obra, fletes y materiales de albañilería.
Hay variantes dentro de las llamadas ecológicas como Aura (Nueva Kamba), Traverlite, Roca, Kubik, entre otras que oscilan entre $25.000 y $30.000 por m2.
Gastón Portález aconsejó: “Su colocación no presenta inconvenientes. Sin embargo, es crucial destacar la importancia de una instalación profesional para garantizar los beneficios óptimos de este material. Un manejo inadecuado del producto podría afectar su durabilidad y apariencia final”.
Predominio en ciudades
Al margen del hogar, hay ciudades en donde predomina su uso, sobre todo en fachadas.
En Argentina, las localidades que han utilizado la piedra en mayor cantidad son aquellas con canteras, destacándose Mar del Plata, conocida por su piedra de tonalidades beige y blanquecina que dejó su huella en la arquitectura de chalets y estilos pintoresquistas.
“Esta piedra, además, se emplea en restauraciones y nuevas construcciones. Otras regiones con canteras significativas incluyen Tandil, San Luis, La Rioja, entre otras”, acotó Guerrieri. Son elegidas por personas de diferentes edades y para distintos entornos.
En cuanto a las tonalidades, las más usuales son gris y beige, y dentro de esas variables, los modelos más elegidos son el listón y ekos Gris, que se destacan por su versatilidad y estética contemporánea, así como también por su adaptación a diferentes espacios y estilos.
“Respecto a su aceptación en el mercado argentino, estos revestimientos encontraron respuesta positiva en todo el país, ya que pueden adaptarse a diferentes regiones y estilos de vida”, comentó Portález.
Al agua
En tiempos recientes, cobró popularidad la tendencia de finalizar las piscinas con piedras naturales, que pueden emplearse tanto en el revestimiento como en las fachadas. Una opción es la piedra Green Stone o Sukabumi Stone, una variante exótica proveniente de Indonesia.
Este material es elegido por su estética y capacidad para liberar minerales en el agua, creando un entorno de natación saludable. Estos minerales purifican el agua, proporcionando una experiencia de piscina cristalina. Su tono verdoso se transforma en esmeralda bajo el agua.
Las piedras naturales también pueden colocarse en piscinas ya edificadas. “Previo a la instalación hay que realizar una verificación de la superficie, en función al revestimiento que tenía colocado (pintura, venecitas, hydrocoat, entre otros) debe prepararse la superficie para lograr una óptima adherencia de la piedra por aplicar”, dijo Javier Folmer, de Holstein.
“Se trata de una piedra volcánica con propiedades únicas. Cuenta como ventaja el ser un agente purificador de agua, esto se traduce en menor uso de cloro y químicos, se considera altamente energética y al contacto con la piel confiere una inmediata sensación de bienestar, por ser un desintoxicante, promueve vitalidad”, agregó Folmer.
“La piedra natural contiene en su estructura un mineral llamado zeolita, altamente efectivo para reducir los niveles de amonio y absorber metales pesados en las piscinas. Además, debido a su textura superficial natural, exhibe una alta resistencia al deslizamiento”, agregó.
Las piedras naturales también pueden colocarse en piscinas ya edificadas, y al serun agente purificador de agua, esto se traduce en menor uso de cloro y químicos, se considera altamente energética (Folmer)
Las desventajas asociadas con la instalación de una piedra natural, como todas las rocas, pueden manifestarse en variaciones de tono, aspecto o características. Javier Folmer amplió: “También requiere la intervención de mano de obra calificada para la instalación, así como el uso de un adhesivo técnico y específico”.
Claro que este tipo de recursos exige presupuestos más elevados. El costo de este tipo de revestimiento es de aproximadamente 120 dólares por metro cuadrado.
“Una vez pasada la temporada el mantenimiento es igual que con otro revestimiento, todo depende de la calidad del agua que haya en la zona y el tratamiento que se realice. Transcurridos 5 años desde la colocación, se puede realizar un pulido. Un proceso rápido y económico, que genera una limpieza superficial retirando las adherencias que se puedan generar como el sarro”, concluyó Folmer.