La producción de las pyme industriales se desplomó el mes pasado: registró una caída interanual del 26,9% según el Índice de Producción Industrial (IPI) de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), elaborado a partir del relevamiento de la situación de 410 industrias pymes “a nivel federal”.
El desempeño económico de diciembre agravó lo que era ya una tendencia negativa: el año cerró con una caída de la actividad industrial del 2,6% y solo dos de siete sectores relevados por CAME mostraron registros levemente positivos para el año: Alimentos y bebidas, el rubro menos prescindible de consumo, que mostró un crecimiento del 2,9%, y Textiles e indumentaria, que en el balance anual creció 3,3 por ciento. Todos los demás rubros mostraron caídas interanuales, que se estiraron a -16,7% en el sector de Papel e impresiones.
Lo más impresionante, sin embargo, son los datos del colapso de diciembre, en que los siete sectores mostraron retrocesos de dos dígitos: del -10,2% de Textiles e Indumentaria y el -15,2 de Alimentos y Bebidas hasta el -35,7% de Metal, maquinaria y equipo y material de transporte.
La caída del mes pasado fue aún más abrupta respecto de noviembre, con un desplome del 31,7 por ciento. Los mismos dígitos, en otro orden, precisan el porcentaje de utilización de la capacidad instalada: 73,1%, lo que implica que las pyme industriales tienen ocioso más de un cuarto de su capacidad productiva.
Las causas
“La significativa depreciación de la moneda, la escalada de la inflación posterior a las elecciones y los cambios en las regulaciones de importación, que impidieron realizar compras durante algunas semanas, entre otras cuestiones, crearon un entorno marcado por la elevada incertidumbre y la disminución del consumo, factores que obstaculizaron los niveles de producción en el conjunto del sector manufacturero. Además, se experimentaron períodos sin cotizaciones, con tasas elevadas de escasez de insumos, lo que llevó a que numerosas empresas suspendieran operaciones durante algunos días o adelantaran las vacaciones de su personal”, dice un pasaje del informe de CAME.
Según el informe, incluso el bajo uso de capacidad instalada subestima la situación. “La estabilidad de esa variable -dice- en medio de una caída tan profunda se debe, en parte, a la salida del proceso productivo de algunas maquinarias sin repuestos disponibles y al achicamiento de unidades de negocios frente a la expectativa de un futuro recesivo”. De hecho, el mes pasado más de la mitad de las empresas (el 53,4%) “reportó dificultades para reponer stocks, especialmente en la obtención de materias primas e insumos”.
Los rubros industriales pyme que peor la pasaron en diciembre fueron “Metálicos, maquinarias, equipos y material de transporte.”, con una baja anual de 35,7% en su producción, a precios constantes y “Maderas y muebles” (-34,4%). Y en el acumulado anual el sector al que peor le fue fue “Papel e impresiones”, que registró una caída de 16,7% respecto de 2022.
En el rubro más resiliente, Alimentos y bebidas, la producción bajó 15,2% anual y 21,4% intermensual (esto es, respecto de noviembre) a precios constantes y 21,4%, aunque logró cerrar el año con un leve aumento (2,9%). “Fue un diciembre marcado por subas en todos los insumos y materias primas. Las empresas consultadas señalaron que muchos clientes adelantaron pedidos en noviembre, y eso explicaría la fuerte caída mensual. Así, siendo diciembre el mejor mes del año para este sector, para muchas industrias terminó siendo el peor”, dice el informe, que consigna los problemas de abastecimiento de materias primas de una empresa cordobesa y “la producción frenada a mitad de mes” de una fábrica rosarina debido a la falta de insumos.
En el sector “Indumentaria y textil”, otro rubro relativamente resiliente, la producción se retrajo 10,2% anual a precios constantes en diciembre, pero tuvo un aumento del 3,3% en el año. En términos intermensuales, su nivel de actividad colapsó: la actividad cayó 20,4%, aunque con un mayor uso de la capacidad instalada que en meses anteriores, porque la empresas habían intensificado la producción en octubre y noviembre, debido a la incertidumbre electoral, las expectativas devaluatorias y la posibilidad de cambios regulatorios. El relevamiento arrojó que 54% de las pyme industriales del rubro tuvieron dificultades en la reposición de stocks.
“Estamos produciendo al máximo, pero se vende muy poco y se nos acumulan los stocks”, dijo un fabricante de Morón, en el GBA.
Todos en rojo
Los restantes sectores mostraron todos fuertes caídas. En Madera y muebles la caída interanual fue del 34,4% y la intermensual del 36%, configurando un saldo anual también negativo del 2,4 por ciento. “Las empresas del sector tuvieron frenados los pedidos de producción durante casi 15 días por la falta de precios de muchos productos y el encarecimiento de la madera -su insumo básico-, que tuvo aumentos constantes a lo largo del mes”, dice el informe.
En “Metales, maquinarias, equipos y material de transporte la producción de diciembre se contrajo 35,7% en relación a igual mes de 2022 y 34,% respecto de noviembre, cerrando 2023 con un registro anual negativo del 4,3 por ciento. La actividad del sector estuvo condicionada por los problemas para conseguir acero y las exigencias de pago en efectivo y por adelantada. “Seis de cada diez empresas consultadas enfrentaron problemas en la reposición de stocks”, dice el informe.
“Vendimos una barbaridad antes del 10 de diciembre, supongo que por la especulación con el dólar. Luego, la actividad se murió. Yo creo que adelantaron compras”, fue el testimonio de una fábrica Caseros, en GBA.
En Productos químicos y plásticos la caída interanual fue del 32,% y dejó un saldo negativo de 5,5% para el acumulado de los 12 meses de 2023. El informe consigna que muchos proveedores suspendieron la venta de insumos durante varios días y otros comercializaron productos con precios abiertos, a confirmar luego de la entrega. “Algunas empresas decidieron abstenerse de proporcionar precios a sus clientes y reducir la producción durante ciertos días. Hacia fin de mes se empezó a notar cierta mejoría en la provisión de insumos y, si esta tendencia se mantiene, se anticipa un panorama de mayor estabilidad productiva en el futuro cercano”, dice el informe.
Por último, el rubro Papel, cartón, edición e impresión, que en diciembre tuvo una retracción del 32,7% respecto de igual mes de 2022, fue el que tuvo el peor saldo acumulado del año: -16,7 por ciento. Se trata de un sector que además de los problemas de disponibilidad de insumos, aumentos de precios e incertidumbre general fue afectado por los cortes de energía. “Estamos muy preocupados por la situación actual”, dijeron desde una pyme mendocina del sector.