La marcada suba de los dólares financieros durante la semana, que se apaciguó el viernes, estacionó la brecha por encima de 50%, el nivel que el gran consenso de operadores y analistas del mercado preveían razonable. La velocidad en la que llegó a ese nivel tras haber tocado mínimos y el dato no menor de que la cotización del contado con liquidación (CCL) alcanzó en términos reales el precio máximo histórico de la crisis de la salida del ex ministro Martín Guzmán, indujo a cierto nerviosismo.
La incertidumbre radica en si en los valores actuales se estabilizará la brecha o si, en cambio, será necesario para el equipo económico apurar nuevas medidas para frenar lo que puede convertirse en una nueva corrida.
En cualquier caso, en la medida que los reflectores estén puestos en evitar mayor presión sobre las cotizaciones libres del dólar, la perspectiva de una unificación cambiaria, que algunos operadores anticipaban para abril y otros para el segundo semestre, se aleja.
Si con una brecha que llegó a perforar 10%, el Gobierno decidió mantener casi intacto todo el andamiaje de restricciones cambiarias, hoy con una brecha superior al 50% la salida del cepo luce mucho más lejana (Consultatio)
La lectura que hace el mercado es que, si con una brecha que llegó a perforar 10%, el Gobierno decidió mantener casi intacto todo el andamiaje de restricciones cambiarias, “hoy con una brecha superior al 50% la salida del cepo luce mucho más lejana, más costosa e incierta”, apuntó Consultatio en un informe en el que consideró que la opción más obvia, en ese escenario, es anticipar la dolarización de las carteras.
De ahí que la duda que manda es si el CCL mantendrá la tendencia alcista o si encuentra un nuevo equilibrio. La respuesta, para los analistas, depende de al menos tres factores en los que se basa el plan del ministro de Economía, Luis Caputo, que podrían quedar sujetos a revisión.
El primero de ellos es la tasa de interés. Si bien el mercado celebra la “solución de mercado” que se encontró para resolver el exceso de pesos, lo cierto es que el resurgimiento de la brecha hizo recrudecer las dudas. Las tasas reales negativas, sugieren, conspira contra el aumento de la demanda de pesos y los orienta al dólar ante la falta de instrumentos que ofrezcan rendimientos mínimamente atractivos.
En la licitación de deuda de la última semana, por caso, la tasa efectiva mensual quedó en 7,86%, lo que que marca una diferencia abismal con la inflación del mes, prevista en torno al 20% y es un resultado incluso menor al de la licitación del mes previo.
“Este apuro por transferir los pasivos del Central al Tesoro licuando todo lo que se pueda en el camino deja a la brecha como la válvula de escape”, advirtieron desde Econviews. Un diagnóstico que es ampliamente compartido en el mercado donde algunos no descartan la necesidad de modificar esa variable. “Una señal de recomposición de tasas de interés real (suba de tasas) por parte del BCRA tendría un efecto marginal importante”, sugiere Consultatio.
Este apuro por transferir los pasivos del Central al Tesoro licuando todo lo que se pueda en el camino deja a la brecha como la válvula de escape (Econviews)
El segundo elemento clave que quedó también bajo los reflectores es el desempeño del Bopreal, el bono destinado a los importadores para resolver la deuda comercial, un instrumento indispensable en el diseño del plan para absorber gran parte del sobrante de pesos. Falta de atractivo, trabas burocráticas y cierto escepticismo en las sedes centrales de las empresas extranjeras a quienes está dedicado hicieron que el ritmo de colocación sea muy lento y, otra vez, extienda los plazos para una normalización del mercado de cambios.
Es que en el aumento de la brecha, juega la influencia de la todavía baja participación en el bono para importadores y la cancelación de deudas vía CCL, sostiene la consultora Outlier, también en consonancia con gran parte de sus colegas.
Finalmente, la primera de todas las inquietudes que surgió apenas Luis Caputo anunció hace más de un mes la devaluación inicial de 54% -suba nominal de la paridad pesos por dólar 118%-, con una continuidad de 2% en los meses siguientes. El contraste de ese ajuste con la velocidad de la inflación no deja de desconcertar en el mercado, donde repiten una y otra vez que esa inconsistencia complicará la misión de acumular reservas por parte del Banco Central, por ende las posibilidades de levantar las restricciones cambiarias.
Los contratos en el mercado de futuros indican que los operadores creen que hasta marzo se podrá sostener el ritmo planteado por el presidente del Banco Central, Santiago Bausili
Sin embargo, los contratos en el mercado de futuros indican que los operadores creen que hasta marzo se podrá sostener el ritmo planteado por el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y recién a partir de ese mes se registra una expectativa de aceleración de ese ritmo.
En cualquier caso, lo que indican las cotizaciones es que la expectativa central es que el Gobierno logrará evitar un nuevo salto discreto del dólar oficial que reinicie el círculo vicioso del traslado a precios de una devaluación en medio de la corrección del resto de los precios relativos de la economía.