El primer mes de Gobierno transitó a un ritmo vertiginoso, tanto en lo que se refiere al ritmo de aumento de los precios derivado del “sinceramiento” del tipo de cambio oficial desde nivel desusadamente bajo, con su efecto sobre los precios que se liberaron como el de los combustibles, y de muchos otros dejaron de estar regulados por la Secretaría de Comercio, sino también por el mega decreto de necesidad y urgencia 70, y el proyecto de Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos -bautizada “Ley Ómnibus”, que llevó a una nueva práctica de reuniones diarias del Gabinete de Ministros en la Casa Rosada, y también a sesiones casi ininterrumpidas del plenario de comisiones parlamentarias para debatir esas propuestas.
El balance de ese período arroja resultados antagónicos, según la óptica con que se lo analice: del lado de la oferta y de la demanda de bienes y servicios, de la orientación política, y de las expectativas del Gobierno y de las consultoras privadas.
Infobae entrevistó a Daniel Marx, ex secretario de Finanzas y director de la consultora Quantum Finanzas, para que de su mirada y brinde sus expectativas para el corto plazo.
— ¿Qué le dejó el primer mes de gobierno de Javier Milei?
— La línea de acción principal pasa por la definición de un nuevo rumbo, con un mandato de correcciones y cambios dado por la sociedad. Igualmente, estos no se implementan fácilmente. Este mandato es para ejecutarlo dentro de un país republicano, democrático y federal. Se marcó la orientación con fuerza, pero el desafío es lograr las llamadas “efectividades conducentes”.
— ¿La inflación de diciembre, con 20 días del nuevo gobierno, fue un “numerazo”, como lo definió el presidente Javier Milei?
— La inflación que arrastra Argentina ha venido siendo muy elevada y diría, insostenible en el mediano plazo, con aspectos perversos al funcionamiento del tejido socioeconómico del país. Esperemos que la inflación observada en diciembre sea parte de un acomodamiento de variables, como evidencia de una nueva “normalización”, donde finalmente se alcance la estabilidad de precios y se puedan desarrollar las actividades económicas, y, asi, dar pie a la materializacion de potencialidades de produccion e ingresos.
“Esperemos que la inflación observada en diciembre sea parte de un acomodamiento de variables, como evidencia de una nueva normalización”
De esta forma, se evita efectivamente erosionar el poder adquisitivo de la población usando la depreciación de la moneda y consecuente inflación como mecanismo perverso de convivir con pobreza creciente. Se trata de revertir esa dinámica y pasarla a una secuencia positiva de mayores ingresos con elementos que lo hagan posible. En cualquier caso, inflaciones mensuales en los niveles de diciembre son extremadamente altas.
— ¿Lo anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, junto con las propuestas de desregulaciones a través del DNU 70 y la Ley Ómnibus, constituyen un “Plan de estabilización?
— Darle viabilidad y efectividad a un plan de estabilizacion requiere alinear una serie de factores. Esto se va contruyendo, sosteniendo y mejorando a lo largo del tiempo. Es como un sistema en que los factores requeridos pueden reforzarse y dar un resultado conjunto e individual superior si se lo alinea correctamente. Caso contrario, actuaría como un círculo vicioso.
Las cuestiones involucradas abarcan elementos tales como: reglas predecibles, eficientes y estables de funcionamiento institucional para los distintos agentes que componen la sociedad, cuentas y resultado fiscal equilibrados en cuanto a distribución de cargas y beneficios, asignados con criterios aceptables en materia social y económica. Con ello, un esquema monetario y de financiamiento también equilibrado a lo largo del tiempo.
Las llamadas reformas estructurales son otro factor fundamental, porque no sólo buscarían cubrir alguno de los elementos mencionados, sino también generar mecanismos que permitan el desarrollo del potencial de los recursos, empezando por el capital humano, donde el conjunto y los individuos que lo componen puedan alcanzar un futuro más promisorio. El DNU y el proyecto de ley mencionados pueden verse como intentos (perfectibles) de ir logrando esos objetivos.
Parte de los debates se explican porque hay cuestiones vinculadas a la transicion entre el sistema actual y el que se quiere lograr. También hay aspectos vinculados a las formas, toma de decisiones y consensos a lograr dentro de una sociedad democrática y pluralista. Otra cuestión por contemplar es que hay asuntos allí mencionados que podrían mejorarse y se los puede corregir dentro de los tiempos apropiados, que finalmente mejoren las correcciones propuestas por la situación en que nos encontramos.
— ¿La economía, en particular los asalariados y jubilados y pensionados, podrán resistir un semestre con tasas de inflación de dos dígitos al mes como proyecta el REM del BCRA?
— La distribución de las cargas previas y los beneficiados y perjudicados por al salto de inflación y devaluación del tipo de cambio oficial dista de ser uniforme. En particular, los que tienen niveles bajos de ingresos en pesos están mucho más expuestos al deterioro de su poder adquisitivo. Resistirlo inicialmente va a ser particularmente complicado para esas personas. En la medida en que luego se estabilicen los precios y la economía crezca, tendría que estar asociado a una recuperacion real de ingresos en esos grupos de individuos. Sin embargo, tampoco sería algo uniforme ya que coincidirían con otras transformaciones que tendrán sus efectos sobre ingresos en distintos sectores.
“La distribución de las cargas previas y los beneficiados y perjudicados por al salto de inflación y devaluación del tipo de cambio oficial dista de ser uniforme”
— ¿Qué piensa de la tasa de devaluación de 2% por mes hasta marzo que anticipó el BCRA, es sostenible, constituye un seguro de cambio?
— No me parece que constituya un seguro de cambio. La persistencia con ese tipo de manejo cambiario debe analizarse en el contexto de un armado económico y político general. En ese sentido, es deseable que se explicite todo el esquema. Entonces, al insertar la política cambiaria dentro de ese marco, corresponderá evaluar su razonabilidad y sostenibilidad en el tiempo.
— ¿Contribuirá a un cambio de expectativas sostenibles la reactivación del acuerdo que estaba caído con el FMI?
— Contribuye en estas circunstancias, pero no sustituye los aspectos fundamentales más importantes para generar confianza y dar sostenibilidad equilibrada a la economía argentina. Hay un aporte en el armado del programa financiero externo y fiscal para este año y una opinión informada del programa económico en general. Se trata de un paso necesario para poder avanzar en los otros frentes, evitando contratiempos o situaciones que podrían generar incertidumbre e inestabilidad.
— Algunos economistas creen que a partir de ahora comenzará a funcionar la “aspiradora de pesos” ¿Comparte esa expectativa y qué efecto tendría sobre la ya deprimida actividad en el sector real?
— Me parece que sería conducente una política monetaria transparente y estricta para evitar inflaciones aun mayores y que, de esta manera, el BCRA sea un buen reaseguro del plan de estabilizacion necesario. Mayores pérdidas de poder adquisitivo y salidas de capitales asociadas a activos argentinos que pierden atractivo son síntomas y causa de caídas en el nivel de actividad. Actuar para que ello no ocurra o por lo menos intentar minimizarlo redunda en mejoras d a lo largo del tiempo. Esto no es ignorar que el comienzo de ese camino tenga costos asociados.
— A parte del impulso esperado a partir de abril en la oferta de dólares, por la estacionalidad de la liquidación de las exportaciones de cosecha gruesa y sus derivados ¿Cree que el Banco Central podrá continuar con la recuperación de reservas?
— Pienso que eso es altamente factible que persista la recuperación de las reservas si se mantienen y profundizan las condiciones de competitividad externa de la economía.
“Habría que tener en cuenta que, a partir del segundo trimestre, comparando con ejercicios anteriores, disminuyen de manera notable los pagos al FMI acordados en los sucesivos programas”
Además, habría que tener en cuenta que a partir del segundo trimestre, comparando con ejercicios anteriores, disminuyen de manera notable los pagos al FMI acordados en los sucesivos programas.
Lograr el objetivo planteado presupone que se dan condiciones propicias para el ingreso (o no salida) de capitales privados y que no haya otras disrupciones en el financiamiento externo. De esta forma, el objetivo es perfectamente factible.
— Hasta ahora, la acumulación de reservas por liquidación de exportaciones y postergación de pagos de importaciones ha tenido como contrapartida el aumento los depósitos en dólares en bancos y por tanto no ha reducido la posición propia neta negativa de libre disponibilidad del BCRA ¿Qué implica y qué cabe esperar?
— La acumulación de reservas fue menor a las compras de divisas que hizo el BCRA en el MULC hasta esta parte, dado que compró USD 4.000 millones y sumó USD 2.650 millones a las reservas, con lo cual, pudo reducir algo la posición neta negativa de divisas de libre disponibilidad del BCRA. Hacia adelante, resta continuar y mejorar acciones tendientes a una normalización del funcionamiento económico.
“Con condiciones externas que no son desfavorables y un punto de partida de bajas expectativas sobre Argentina, la consecuencia final, es que el mercado cambiario termina dando resultados positivos”
Con condiciones externas que no son desfavorables y un punto de partida de bajas expectativas sobre Argentina, la consecuencia final, es que el mercado cambiario termina dando resultados positivos.
Esperando una buena cosecha y menor demanda de importaciones, durante 2024 no hay pagos importantes de obligaciones financieras del sector privado ni del sector público, más allá de los atrasos comerciales y contingencias varias que de por si constituyen cuestiones a resolver.
— ¿Una reflexión final?
— Como nos dijera Ortega y Gasset, “Argentinos, a las cosas”.