¿Es Brasil una potencia del litio que la Argentina no está viendo venir?

Como en agroalimentos y petróleo, apunta alto también en la producción del mineral. La “Dama del Litio” brasileña y la posibilidad de la primera planta de vehículos eléctricos de Sudamérica

La planta de extracción directa de litio de Sigma, en "Grota do Cirilo", en Minas Gerais (REUTERS/Washington Alves/Archivo)

Al igual que ya lo fue en la producción de agroalimentos (carne bovina, de pollo y de cerdo, soja, maíz) y de energía (petróleo), Brasil podría ser el tapado litífero de los próximos años. Cuanto menos, un productor ignorado en medio del entusiasmo por el mineral que se vive en la Argentina.

Según fuentes como “Agencia Brasil” y “Statista”, el gigante sudamericano es ya el quinto productor mundial de litio y junto con Chile, la Argentina, Estados Unidos, Canadá y Australia es uno de los países del mundo de mayor potencial de extracción de litio del mundo.

La calidad del mineral en el “Valle de Jequitinhonha”, en el estado de Minas Gerais (en español, “Minas Generales”) es destacada en diversos informes por su grado de pureza, traducible en baterías de mayor potencia. A su vez, el tipo de explotación, más cercano a la minería “dura”, es también objeto de mayores críticas y resistencias por parte de poblaciones locales y movimientos ambientalistas.

En mayo del año pasado, el Ministerio de Minas y Energía y el gobierno de Minas Gerais anunciaron en Nueva York el proyecto del “Valle del Litio”, para atraer inversiones internacionales a esa región que, según el Servicio Geológico de Brasil, cuenta con unos 45 depósitos litíferos que aseguran un “abastecimiento de largo plazo” de este “mineral crítico” de la transición energética.

Primera exportación

En noviembre la Agencia Brasil anunció la exportación de la primera partida de “litio verde” por 130.000 toneladas, así considerado por la no existencia de “dique de cola” y la posibilidad de purificar y reutilizar el agua usada en el proceso extractivo.

Al acto de envío inicial, desde el puerto brasileño de Vitoria, en Espirito Santo, con destino a la compañía china Yahua, asistió Geraldo Alckmin, ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios del gobierno de Luiz Inácio “Lula” da Silva.

Los volúmenes no son directamente comparables a lo que la Argentina produce y exporta en forma de carbonato o cloruro, porque Brasil produce litio de “pegmatitas” (roca), procedimiento que exige mayores inversiones iniciales de capital, pero con resultados más rápidos que la extracción de litio por evaporación de salmueras, como se hace en Chile y la Argentina, respectivamente segundo y cuarto productores mundiales.

El envío inicial fue de Sigma Lithium, una empresa canadiense con sede central en Vancouver, principal litífera instalada en Brasil.

En diciembre, además, Atlas Lithium, que cotiza en el Nasdaq, la bolsa de acciones de alta tecnología de Nueva York, se aseguró el financiamiento para su proyecto Das Neves, con el que espera llegar a producción hacia fines de este año y abastecer también a Yahua y a Chengxin, otra compañía china, que aportaron inicialmente USD 50 millones de inversión. Ambas son proveedoras de Tesla, BYD y LG, entre otras compañías líderes en movilidad eléctrica y dispositivos de inteligencia digital, de cada vez mayor incidencia en los vehículos eléctricos.

Autos eléctricos

Pero el gran espaldarazo ocurrió en la semana que pasó cuando Financial Times y otros medios internacionales informaron que la automotriz china BYD (por Build Your Dreams; en español “Construye tus sueños”) negocia con Sigma la construcción de una planta de vehículos eléctricos en Brasil.

BYD tiene entre sus accionistas a Berkshire Hathaway, la firma de inversiones del legendario Warren Buffett, y en el último trimestre de 2023 superó por primera vez a Tesla como primer productor mundial de vehículos eléctricos.

Ana Cabrail Gardner, CEO de Sigma y "Dama del Litio" brasileña (REUTERS/Washington Alves/File Photo)

De concretarse, sería la primera planta de vehículos eléctricosde BYD fuera de Asia, con una inversión inicial de 3.000 millones de reales (unos USD 620 millones), lo que da cuenta de la seguridad de la compañía respecto del abastecimiento de litio. “Estamos discutiendo diferentes posibilidades: acuerdo de abastecimiento, joint-venture, una adquisición”, dijo Alexandre Baldy, gerente de BYD para Sudamérica, luego de reunirse con Ana Cabral Gardner, CEO de Sigma, que también cotiza en el Nasdaq y en Canadá.

El potencial acuerdo con BYD le permitiría a Ana Cabral Gardner, la CEO de Sigma y “dama del litio” brasileña, dejar atrás el conflicto marital y empresario con su exmarido y ex coCEO en Sigma, Calvyn Gardner, de quien se divorció en enero de 2023 y al quue la empresa acusó de “robar secretos industriales”, en una suerte inside trading. Datos públicos del Sistema de Divulgación Electrónica de Información Privilegiada (SEDI) de Canadá muestran que Gardner vendió 500.000 acciones por unos USD 13,3 millones durante un “período de bloqueo” para la venta de acciones de la empresa.

BYD también considera la inversión de plantas de producción de vehículos eléctricos en Hungría y México, pero la principal apuesta parece ser Brasil, debido precisamente al abastecimiento de litio.

A diferencia de BYD, Tesla, la empresa de Elon Musk, parece apostar más a la expansión de los servicios de vehículos autónomos (self driving, o “auto-guiados”) y a la economía del sharing (uso compartido, vía alquiler) a través de servicios como Waymo, un servicio a la Uber, pero con Tesla autoguiados.

Un breve trayecto de un vehículo autoguiado de alquiler en San Francisco

Un argentino que usó ese servicio en San Francisco (video, arriba) dijo que más que la cantidad de vehículos eléctricos producidos y vendidos, lo que definirá la primacía es la cantidad de kilómetros recorridos por los vehículos de las respectivas marcas.

La aceptación de los vehículos autónomos y el uso compartido, señaló, se saldará cuando estadísticas de millones de kilómetros recorridos demuestren que los vehículos autónomos son hasta 10 veces más seguros que los conducidos por humanos y que no es necesario ser dueño de uno para acceder a sus servicios en el momento en que se necesita.

Más allá de esas cuestiones de estrategia corporativa, tecnológica e incluso sociológica y ambiental, lo cierto es que Brasil es un tapado litífero que la Argentina, por ahora, parece ignorar.