Se vendió una de las más icónicas y codiciadas esquinas porteñas: cuánto pagaron y qué se levantará allí con una inversión millonaria

Es uno de los lotes más codiciados de Buenos Aires y se vendió en las últimas horas en una cifra millonaria.

La histórica estación de servicios ubicada en la Avenida del Libertador y Manuela Pedraza, en el barrio de Núñez, cambiará su fisonomía. La desarrolladora Raghsa, adquirió recientemente el terreno que anteriormente albergaba una estación Axion. Pago unos USD 15 millones y se la compró a la compañía Panamerican Energy, ahora ex dueños de la estación.

Ahora, con una inversión de USD 160 millones, la empresa se prepara para dar forma a un nuevo inmueble, aspirando a convertirlo en un destacado polo empresarial y de oficinas. Esta inversión permitirá la ampliación de su portafolio corporativo en el nuevo distrito, alcanzando un total de 200.000 m2 destinados al alquiler.

La futura construcción será lindera a sus dos últimas incorporaciones en torres corporativas premium en locación: Centro Empresarial Libertador (con 100.000 m2) y Centro Empresarial Núñez (50.000 m2). Este último está en plena construcción y se estima que se culminará a mediados de 2024.

Con una trayectoria que abarca la construcción de más de 1 millón de metros cuadrados, la desarrolladora, establecida en 1968 por Moisés Khafif, dejó una huella significativa en el ámbito residencial a través de proyectos emblemáticos como las torres Le Parc en Palermo y Puerto Madero, además de su incursión actual en Punta del Este. En los últimos tiempos su enfoque principal en Buenos Aires se centra exclusivamente en el desarrollo corporativo, con foco en los espacios de oficinas de alta categoría.

En el terreno recientemente adquirido por Raghsa ubicado al lado de un clásico local de comidas rápidas y de otro edificio residencial de lujo y estilo francés, se levantará un nuevo edificio corporativo de oficinas premium que se destinará al mercado de renta para empresas.

Se tratará de una torre de oficinas de alta gama con 50.000 m2 totales de construcción y unos 25.000 m2 rentables, con plantas libres y flexibles dotadas de tecnología de última generación. Aunque aún no se confirmó la fecha exacta para el inicio de la construcción, se estima que será a finales de este año o para el primer semestre de 2025.

“Con este nuevo proyecto alcanzaremos los 200.0000 m2 en nuestro portafolio de oficinas en el nuevo distrito corporativo del corredor norte, consolidando nuestra alta participación en el mercado de torres de oficinas de alta gama”, afirmó Mariano Vega, gerente general de Raghsa.

Se busca que, al igual que las demás torres premium de la desarrolladora, obtenga la certificación LEED Core & Shell nivel Gold otorgada por el United States Green Building Council. Además, se levantará cumpliendo las normativas locales de seguridad y prevención de incendios, así como los estándares de la NFPA (Asociación Nacional de Protección contra Incendios de los Estados Unidos).

Expertos sostienen que para el barrio de Núñez es positivo la llegada de un nuevo desarrollo de oficinas, porque define su fisonomía con lo cual contribuye al crecimiento exponencial de la zona.

En los últimos años se instalaron bancos, restaurantes, gimnasios, universidades, supermercados y complejos cinematográficos, aportándole más servicios necesarios y fáciles accesos para satisfacer las necesidades de la demanda que sigue en aumento.

Con la reciente compra de este terreno, Raghsa refuerza su presencia en el sector corporativo. La inversión prevista superará los USD 300.000.000 , considerando exclusivamente las tres torres corporativas en la zona, las cuales se destacan como los edificios de oficinas más prominentes de Argentina. El Centro Empresarial Libertador, el Centro Empresarial Núñez (se estrena en 2024) y el inmueble que se edificará en el lote adquirido recientemente prometen transformar el corredor norte porteño en el “nuevo Catalinas”.

Además, las grandes empresas, en la etapa post pandemia, refuerzan su interés por establecerse tanto en esta área como en la zona norte del Gran Buenos Aires.

“Estos desarrollos tienen un impacto positivo a nivel económico, social y medioambiental ya que potencian la zona con nuevas oportunidades de crecimiento”, concluyó Vega.