En el mercado laboral argentino en 2023, 13,4 millones de personas tuvieron al menos una ocupación, mientras que otras 800.000 buscan trabajo activamente o están disponibles para trabajar. Algunos de los roles más demandados en la actualidad son operarios de depósito, personal para carga y descarga y representantes de atención al cliente, de acuerdo a un informe de Ceta Capital Humano.
En tanto, el reporte de Ceta indicó que el sueldo pretendido en diciembre a nivel nacional alcanzó los $451.287, lo que marca un aumento del 107,5% a lo largo del año.
En un contexto en que el desempleo bajó a 5,7% en el tercer trimestre del año pasado, entre los 10 perfiles laborales más demandados están los operarios de depósito (15%); personal para carga y descarga (15%); cocineros (10%), pickers (15%); representantes de atención al cliente (15%); técnicos u operarios de mantenimiento (10%); operarios de frigoríficos y producción (10%), y clarkistas (10%).
En cuanto a las industrias que más crecieron durante el segundo semestre de 2023 y que mayor cantidad de búsquedas registraron se destacan logística y correo (20%); tecnología (10%); frigorífico (15%); alimenticia (10%); farmacia (5%); servicios (15%), y textil (5%). Y los sectores que tuvieron una mayor expansión en el volumen de avisos fueron gastronomía y turismo; logística y producción: minería; petróleo y gas, y atención al cliente.
En términos de distribución geográfica, las provincias que presentaron una mayor tasa de actividad fueron Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y Tucumán con un promedio de más de 20% de personal demandado con respecto al 2022.
“El 2023 fue un año marcado por las búsquedas orientadas a la producción, la distribución y a los puestos operativos, lo que dio un saldo muy positivo para la generación de empleo. Los oficios se imponen nuevamente como parte de los puestos más complejos para cubrir”, afirmó Soledad Curbelo, coordinadora de Reclutamiento y Selección en Ceta Capital Humano. “La industria del turismo (hotelería y gastronomía) sigue siendo un motor para la generación de primeros empleos. Argentina tiene mano de obra muy calificada para dar respuesta a la demanda”, agregó.
Qué se espera para 2024
En cuanto a las proyecciones para 2024, Ceta prevé que las siguientes tendencias predominen en cada región:
- Noroeste: se espera un aumento en la demanda de personal en los sectores de logística, agroindustria, minería, Recursos Humanos y empaque.
- Noreste: se requerirá personal para roles tales como operarios de depósito, atención al cliente y oficios diversos.
- Cuyo: habrá búsqueda activa de trabajadores en logística; operarios de depósito; hotelería y gastronomía; atención al cliente; correo, y producción.
- Centro: se anticipan oportunidades en puestos de carga y descarga; técnicos de manufactura; roles comerciales; gastronomía, y operarios especializados.
- Patagonia: se destacarán las oportunidades en gastronomía, pesca y energía.
- Buenos Aires: se necesitarán profesionales en áreas contables, comerciales, administración, atención al cliente, técnicos, operarios y ejecutivos de cuentas.
Para Curbelo, 2024 será un año de transición en la generación de nuevas oportunidades. “Se espera que la modalidad de empleo eventual se convierta en una variante para muchas empresas y esto podría permitir apuntalar los índices de 2023″, dijo.
El panorama para Ecolatina es menos alentador. La consultora considera que habrá varios frentes que afectarán al mercado laboral en 2024. En primer lugar, el informe indica que la fuerte pérdida del poder adquisitivo, sobre todo en los primeros meses del año, generará un aumento de la participación en el mercado de trabajo: más gente buscará un empleo para apuntalar los erosionados ingresos familiares.
“Al mismo tiempo, la fuerte recesión seguramente acarreará pérdida de empleo formal en algunos sectores, especialmente aquellos más dependientes de la demanda interna -dentro de los cuales estaría la construcción, producto de un creciente costo en dólares y la eventual parálisis en la obra pública-. Además, las perspectivas podrían complicarse en aquellos sectores productivos que dependen en mayor grado de la protección, que podrían sufrir más como consecuencia de una apertura comercial”, sostiene el informe de Ecolatina.
“Sin embargo, esta nueva potencial masa de desocupados no implicará necesariamente un sustancial incremento en el desempleo. Incluso en un escenario crítico, es de esperar que parte de la pérdida de empleo formal migre hacia puestos de trabajo informales y cuentapropistas, caracterizados por ser de menor calidad. Este cambio, si bien no es deseable, puede ser un factor que contenga el incremento del desempleo, que subiría a la zona del 8%”, agrega.
“Pese a esto, la amenaza del desempleo y esta transición a una menor calidad del empleo puede ser un efecto no menor a la hora de moderar las demandas salariales durante los próximos meses, como destacamos en este informe. Si bien esto ayudaría a evitar una espiralización nominal, el costo sería el de una mayor recesión y caída del poder adquisitivo”, concluye.