La tercera fue la vencida. Después de dos licitaciones en las que recogió migajas, el Bono para la reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) —el intento de solución del ministro de Economía, Luis Caputo, para la acumulación de deuda comercial impaga que amenazaba con generar ruido en el mercado cambiario— consiguió sucripciones por USD 1.179 millones ayer. En el mercado atribuyen a una sola empresa, la automotriz Toyota, cerca del 90% de esa colocación. La firma confirmó su participación, aunque no el monto.
La automotriz que produce en la localidad bonaerense de Zárate, en diálogo con Infobae, contó el proceso qué fue lo que la llevó a decidir comprar la deuda emitida por el Banco Central como forma de empezar a saldar compras al exterior que si bien fueron embarcadas y recibidas en el país, nunca fueron pagadas dada las trabas al acceso al mercado único y libre de cambios que impulsó Sergio Massa sobre el final de la presidencia de Alberto Fernández.
La firma de origen japonés se jacta de ser una de las empresas que genera uno de los saldos comerciales positivos más holgados del sector automotor, es decir, que exporta por un valor mayor al que importa. Pero más allá de eso, quedó sujeta a las trabas para el pago de importaciones que se aplicaron a todas las empresas necesitadas de hacer compras al exterior.
“Toyota siempre ha generado sus propios dólares para poder concretar sus importaciones”
“Toyota siempre ha generado sus propios dólares para poder concretar sus importaciones, claro que las normas cambiarias no permiten utilizar las divisas que se generan para aplicar al pago de lo que se importa. Así que como consecuencia de las restricciones cambiarias se ha generado una deuda comercial con nuestra casa matriz y proveedores del exterior que necesitábamos saldar”, dijeron voceros de Toyota a este medio.
La falta de dólares para pagar por autopartes. tecnología e insumos había puesto en riesgo las operaciones cotidianas de la fábrica, admiten en la empresa que exporta la pickup Hilux y el SUV SW4 a 22 países de América Latina.
“Ahora estamos en parada técnica por mantenimiento, toda la primera quincena de enero. Pero los plazos de pago se habían hecho tan largos que la posibilidad de seguir ingresando insumos se había vuelto casi nula, el financiamiento era muy grande. Seguir así ponía en riesgo el reinicio de las actividades la semana próxima”, dijeron en la empresa.
Desde Toyota se negaron a hacer un juicio de valor respecto del método que eligió Caputo para dar salida a los pagos por importaciones que quedaron trabajos en el cepo, este bono pensado como “un mecanismo ordenador para resolver la histórica crisis de faltante de divisas internacionales y hacer frente a las deudas comerciales por la importación de bienes y servicios acumuladas al 12 de diciembre de 2023″, según un comunicado del BCRA, y que llega a un total de USD 21.000 millones de acuerdo a un relevamiento del Gobierno.
Pero, admitieron, fue la salida que encontraron para poder seguir operando.
“Es la única forma de cancelación de esa deuda, era la salida para nosotros”, dijeron voceros de Toyota que confesaron que la parte más difícil del proceso fue convencer el visto bueno de la casa matriz en Japón.
“En una empresa como la nuestra obtener la aprobación de la Casa Matriz es todo un proceso”
“En una empresa como la nuestra obtener la aprobación de la Casa Matriz es todo un proceso”, dijeron.
También aseguraron que los beneficios que otorgó el Gobierno ayer —el BCRA hizo pequeños cambios, como permitir girar divisas vía cable, o acceso preferencial con límites al mercado mayorista del dólar para quien suscriba— no aplican a su caso, porque empiezan a regir después de que Toyota suscribió el bono. Es decir, en las futuras subastas.
“La adhesión no tiene nada que ver con estas modificaciones. Teníamos la urgencia de hacerlo para poder reiniciar la producción”, dijeron.
Por otro lado, la empresa se negó a confirmar cuánta deuda cancelará con esta operación, alegando que no es información que haga pública. Si detalló que con la operación de ayer va a poder cancelar apróximadamente la mitad de su deuda con el exterior.
Toyota tampoco hace público el monto total de su deuda, por lo que el número sólo se puede estimar en base a cálculos del mercado, que ponen a la cifra total algo por debajo de los USD 2.000 millones. Un número algo impreciso que se menciona en las mesas.
Más por venir
Ayer, tras el cierre de la subasta de Bopreal, la lista de empresas interesadas en tomar el bono en dólares del BCRA crecía, según fuentes del mercado. Otros representantes del rubro automotor —las terminales locales dependen enormemente de partes e insumos importados— y más grandes deudores quieren entrar a las colocaciones por venir, mejoradas con las concesiones que hizo ayer el BCRA.
“La semana que viene van a entrar más empresas”
Además de esas mejoras, las condiciones financieras cambiaron en los últimos días y volvieron conveniente para los importadores suscribir el bono para importadores.
“La semana que viene van a entrar más empresas”, aseguraron en una mesa de operaciones de la City.
El encarecimiento del dólar contado con liqidación genera ahora un sobrecosto mayor —superior a 45%— tras el alza de las cotizaciones. Eso puede despertar esta semana mayor interés en el bono.
“Hoy la brecha cambiaria es bastante más significativa, de la mano de las subas que mostró el contado con liquidación en las últimas semanas, y está más en línea con la lógica y condiciones del bono. Con lo cual, estamos más que interesados en observar esta prueba empírica: Ver si estos niveles de brecha entre 40/50% ya son suficientes para que el bono resulte atractivo para los importadores”, destacó la consultora Outlier.