El ministro de Economía Luis Caputo confirmó durante su conferencia de prensa para anunciar el nuevo acuerdo técnico con el FMI que estudia una operación de “administración de pasivos” que incluiría un canje de deuda en moneda local para despejar el calendario de vencimientos de obligaciones de pago en pesos, que este año suma 58 billones de pesos. Estimaciones privadas en base a datos oficiales muestran que se trataría, en caso de cristalizarse ese canje, de una operación apoyada mayormente en el sector público, ya que concentra el 75% de los vencimientos previstos para este año.
“Hubo un rumor de la reunión con bancos que es cierta, la tuvimos y es un diálogo explorando posibilidades de administración de pasivos que creemos que pueden ser beneficiosas para el país y para los bancos mismos, son conversaciones regulares que es lógico tenerlas. No hemos tomado ninguna decisión, no hay nada en concreto, son medidas que hemos evaluado y necesitábamos el feedback de los bancos que son participantes importantes”, dijo el jefe del Palacio de Hacienda consultado por Infobae sobre las versiones de una conversión inminente de títulos en pesos por otros más largos.
La información fue publicada en primer lugar por la agencia de noticias Bloomberg en referencia a un posibilidad de un canje que podría superar el equivalente a 71.000 millones de dólares, con la intención de limpiar la hoja de ruta de este año de necesidades de financiamiento y que de esa forma la carga de intereses de deuda pública sean menores.
El plan fiscal inicial del ministro Caputo incluye un ajuste fiscal de 5,2% del PBI, lo que implica, dicho de otra forma, un superávit primario (es decir la cuenta de ingresos y gastos corrientes y de capital) de 2,2% del Producto con el cual pagar esa misma proporción de intereses de deuda. Así, quedaría con equilibrio financiero en el primer año de mandato. Una operación de canje de deuda que aplace vencimientos a 2025 o más allá, implicaría, eventualmente, una carga menor de intereses a pagar.
La profundidad y el carácter de ese eventual canje no está determinado, aunque Bloomberg planteó que sería en febrero y que será optativo para los tenedores privados. El programa financiero del Ministerio de Economía aún no fue publicado -la Secretaría de Finanzas no tiene publicado en su portal web el calendario de licitaciones de deuda en pesos- pero el Gobierno anticipó que no necesitará financiamiento neto por el ajuste fiscal.
El Fondo Monetario Internacional incluso lo marcó como una de las columnas sobre las que se apoya el plan Caputo. “De acuerdo con el programa fiscal, el gobierno no buscará ninguna forma de financiamiento neto de mercado, sino que se concentrará en mejorar el perfil de vencimiento de la deuda interna. Reconstruir las relaciones con los mercados de capital internacionales también es una máxima prioridad”, anticipó el FMI, que deslizó así algún guiño a una operación de canje que despeje obligaciones de pago.
“De acuerdo con el programa fiscal, el gobierno no buscará ninguna forma de financiamiento neto de mercado, sino que se concentrará en mejorar el perfil de vencimiento de la deuda interna”, anticipó el FMI y deslizó así su apoyo a un eventual canje
Un informe de la consulta 1816 analizó cuál es el perfil de vencimiento de la deuda en pesos de este año. Una conclusión es que, en caso de realizarse el canje, se trataría de una operación en que el peso principal de ese reperfilamiento es intra sector público. “Los vencimientos 2024 de títulos negociables en pesos del Tesoro suman $58 billones a valores de hoy (decimos ‘a valores de hoy’ porque casi todos los papeles ajustan por CER y/o A3500, de modo que los vencimientos se van ajustando en términos reales)”, midieron.
“De ese total, el 48% se explica por vencimientos de Duales, 38% por vencimientos CER, 8% por papeles USD linked y 4% por instrumentos tasa fija (esencialmente la Lede emitida a fin de diciembre)”, explicaron desde la consultora. “Según los datos del Informe de Gestión del Mecon ya mencionado, el 74% de estos vencimientos 2024 eran con el propio sector público, de acuerdo con la información disponible a fin de noviembre. Y del 26% correspondiente al sector privado prácticamente la mitad era con bancos privados” especificó 1816.
Y analizado en términos de quiénes son los tenedores del stock total de la deuda en pesos, en base a datos que dejó la Secretaría de Finanzas durante el mandato de Sergio Massa en el Palacio de Hacienda, “el 72% de la deuda soberana en pesos negociable en el mercado estaba en manos de entidades públicas”. Ese total está explicado por las tenencias del Banco Central (31%), Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Anses (24%), Banco Nación (10%) y otros entes (6 por ciento).
Dicho de otra manera, del total de stock de deuda en pesos, que suma 79,4 billones de pesos de acuerdo a 1816, casi 57 billones están en manos del sector público y el restante 22,5 billones como tenencia del sector privado. En este último segmento se destacan los bancos (11,9 billones de pesos), Fondos Comunes de Inversión (2,8 billones), compañías de seguros (1,8 billones) y otros 6,1 billones de pesos sin identificar.
La devaluación del tipo de cambio oficial el 13 de diciembre tuvo un efecto en el peso que tiene la deuda en pesos para el Tesoro. Si bien podría considerarse que la aceleración de intereses de los títulos que siguen al tipo de cambio oficial a la inflación podrían poner mayor presión por ese frente, el stock total tuvo una marcada licuación, que la consultora Aurum Valores estimó en unos USD 51.000 millones.
En base a datos oficiales, esa consultora estimó que antes de la devaluación la deuda en pesos era equivalente a USD 158.000 millones. Tras el salto cambiario, ese número se redujo a USD 106.640 millones. El principal desplome es el de la deuda indexada a CER, que pesaba USD 92.931 millones antes de la devaluación y ahora ese número es de USD 52.919 millones. Y los títulos a tasa fija pasaron de representar USD 21.611 millones a USD 9.637 millones.