Durante el plenario de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, en la que se debate la ley Ómnibus que envió el presidente Javier Milei al Congreso, el Secretario de Agricultura, Fernando Vilella, defendió la postura del Gobierno de adherir a la Convenio UPOV del 91 y habló sobre el objetivo de triplicar las exportaciones de la mano de la generación de mayor valor agregado.
“El agro es un sector competitivo y genera alrededor del 70% de las exportaciones del país. Además, para exportar requiere muy pocas importaciones. Esta competitividad está basada en un sistema que en los últimos años ha incorporado mucho conocimiento”, celebró.
“Este sistema productivo, por otro lado, tiene rasgos que lo distinguen de los competidores globales, porque estamos produciendo insumos, productos y servicios que tienen los menores costos ambientales a nivel global. Nuestro maíz y trigo tienen la menor huella de carbono a nivel global. Hasta 70% por debajo de los competidores”, introdujo el funcionario.
No obstante, más allá de los valores positivos destacados por Vilella, el Secretario de Agricultura indicó que el escenario actual está lejos de ser el ideal para el país. “Estamos exportando el 70% de lo que producimos como granos. Somos productores y exportadores de alimentos para animales. Los dos principales rubros son la harina de soja y el maíz y ningún humano consume de forma directa estos insumos. Lo que nos está faltando es un salto en el agregado de valor”, advirtió.
En este punto, Vilella comparó a la Argentina con Brasil y Estados Unidos, países en los que se implementaron políticas y estrategias para sumar valor agregado a sus producciones agropecuarias y mejorar el rendimiento. “Podemos hacer eso mismo y si somos capaces de establecer una estrategia, podemos crear una marca país que asocie nuestra producción agropecuaria con una huella mejor que la de nuestros competidores”, declaró.
“Hay cuestiones en las que Argentina ha perdido competitividad y eso tiene que ver con la genética. Por eso estamos proponiendo hacer una adhesión a un acuerdo internacional, que es el UPOV del año 91, que nos permitiría recuperar buena parte del atraso que llevamos en estos términos”, apuntó.
“Argentina, Brasil y EEUU tenían el mismo rendimiento por hectárea y hoy tenemos entre 600 y 700 kilos menos por hectárea. Estamos perdiendo el equivalente a USD 250 por hectárea. Son miles de millones de dólares que se perdieron por no tener el mismo progreso genético que nuestros vecinos”, justificó.
Cabe aclarar, que la UPOV (Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales) establece un marco legal para la protección de los derechos de los obtentores sobre nuevas variedades de plantas. Los derechos de obtentor proporcionados por la UPOV incluyen el control exclusivo sobre la producción, venta y comercialización de las semillas de las variedades protegidas. Esto puede tener implicaciones en el derecho de los agricultores a guardar y utilizar sus propias semillas para replantar en sus campos, una práctica conocida como “uso propio”.
Desregulación general
Vilella declaró además que en las últimas semanas se está avanzando también en una cantidad de elementos que son útiles y tienen que ver con regulaciones que no cumplieron los objetivos para los cuales fueron propuestos. “Avanzamos con varias de ellas, que permiten y habilitan negocios más fluidos y la posibilidad de exportar muchos productos que estaban trabados en términos de regulacioens”, comentó.
“Uno de los propósitos que queremos realizar a futuro tiene que ver con un aspecto vinculado a aumentar la posibilidad de exportaciones. Argentina ha perdido muchas posiciones en los últimos años. Hoy está representando menos del 0,3% del comercio mundial y ese número era mucho mayor al comienzo de este siglo”, explicó el funcionario.
Para graficar esta situación, el Secretario de Agricultura sostuvo que hoy Argentina tiene una exportación per cápita 50% menor a la de los uruguayos o equivalente a la tercera parte de un chileno. “Esto muestra los atrasos relativos y muestra los cuellos de botella que tenemos en la disponibilidad de dólares que tenemos en el BCRA”, lamentó.
“Esta propuesta que hacemos de duplicar las exportaciones, viene de la mano de productos con más valor agregado y más conocimiento incorporado. La bioeconomía, que habla del valor agregado en un proyecto federal, nos permitiría un despliegue territorial distinto al que hemos tenido en los últimos años”, cerró Vilella, antes los diputados.