Sobre la calle Sucre, entre Cuba y Arcos, en Belgrano, emerge hoy un complejo edilicio que incluye una galería comercial y viviendas de lujo. El lugar clavó raíces en la historia, pues antes de su transformación, entre 1900 y 1977, cuando fue demolida albergaba la majestuosa residencia del doctor Carlos Delcasse. Este palacete estaba adornado por una escultura de mujer alada (por eso la llamaban la Casa del Ángel) en su segundo piso y rodeado de magnolias, camelias y palmeras.
Investigaciones indican que la casa de Delcasse era una de esas antiguas quintas suburbanas en la que se aislaban quienes buscaban huir de la locura de la Metrópoli. Algunos aseguraban que la construcción databa de 1883 y era obra del arquitecto suizo-italiano Pedro Petrocchi al que creían su primer dueño. Mientras otros opinaban que fue su socio Enrique Wolmann el que se la vendió a Delcasse en 1900.
Delcasse nació en Burdeos el 4 de noviembre de 1852 y llegó a Argentina antes de cumplir 2 años, según informa el sitio Buenosaireshistoria.org. Aunque su padre aspiraba a que siguiera sus pasos como marmolero, eligió diversos oficios: albañil, caballerizo, mozo de boliche, practicante de cirugía, fotógrafo y soldado, según consta en su Boleta de Enrolamiento de 1892.
Colegio Nacional Buenos Aires
Por carecer de recursos para pagar el examen, ingresó al Colegio Nacional de Buenos Aires gracias a la generosidad del entonces rector, don Alfredo Cosson, donde se graduó de bachiller. Continuó sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, obteniendo su título de abogado, lo que le permitió destacarse en la comunidad de Belgrano, donde fue intendente en 1887 y, tras la incorporación al municipio, fue elegido concejal.
Con una pasión por los deportes y destacado esgrimista, Delcasse, además de sus habilidades atléticas, fue una figura política reconocida. Nacido en Francia, estableció su residencia en Argentina desde la infancia y logró el notable hito de ser el primer extranjero en ocupar un escaño legislativo en el país.
La casa no solo era un testimonio arquitectónico, sino también escenario de numerosos duelos de pistolas y sables durante las últimas décadas del siglo XIX y principios del XX. Este histórico rincón, apodado “La Casa de los Duelos”, albergó encuentros registrados en la prensa de la época, convirtiéndose en un testigo de prácticas comunes en la Argentina de aquel entonces. Pero Delcasse en una libreta de anotaciones propias llegó a registrar 384 duelos hasta su muerte en 1941. Presumía de que en su residencia nunca se registró una muerte como consecuencia de un duelo: las confrontaciones concluían “a primera sangre”, al resultar herido cualquiera de los contendientes, incluso si la herida era leve. Numerosos participantes eran políticos que buscaban salvaguardar su honor.
La residencia, con un estilo que evoca la villa renacentista, tenía su entrada principal en Cuba 1919. Desde la planta baja, se extendía una galería con columnas de mampostería coronadas por una terraza con balaustres. Presentaba pilastros con cariátides, mansardas de pizarra francesa rematadas con agujas de zinc, frisos de mampostería con hojas de acanto, suelos de parquet de roble con marquetería, mayólicas, mosaicos y cerámicas únicas en su diseño.
La profesora Silvia Vardé, presidenta de la Junta de Estudios Históricos de Belgrano, señaló que “La Casa del Ángel es verdaderamente especial y siempre permanece en la memoria de los vecinos belgranenses. En los primeros años del siglo XX, ya era conocida como la quinta de los duelos, haciendo referencia a los numerosos encuentros caballerescos que tenían lugar en sus jardines. El cine argentino, en un gesto más romántico, la bautizó de manera inolvidable gracias a su figura femenina alada con una lira, que se convirtió en la musa inspiradora de esta denominación”.
Para su construcción, todos los materiales que se emplearon vinieron del extranjero. Constaba de dos plantas y un mirador. La vivienda poseía unas 20 habitaciones y las dos plantas estaban unidas por una escalera de ébano labrado.
Una gran galería que corría paralela a Sucre daba a los jardines -un alto muro circundaba la propiedad y la separaba del mundo exterior-.
Además de La Casa del Ángel, se filmaron otras dos películas allí: Un guapo del 900 (1960) y La casa de las sombras (1976)
Vardé dijo: “El conjunto principal estaba sobre la calle Cuba 1919 y el extenso jardín arbolado llegaba hasta la calle Arcos donde un ancho portón de hierro forjado se abría sobre el pabellón que Delcasse utilizó como sala de armas y donde además de la pedana de rigor había un pequeño polígono de tiro y salones para gimnasia y descanso. En las primeras décadas del siglo XX, cuando no existía la densa edificación actual, el río podía contemplarse desde la terraza de la casona donde en las noches de verano el doctor Delcasse ofrecía tertulias a quienes como él practicaban esgrima y amaban el deporte”.
Personajes
Varios personajes de ese tiempo como Roque Sáenz Peña, Alfredo Palacios, Florencio Parravicini, Miguel Cané, y entre otros Jorge Newbery, fueron alumnos o libraron reñidos asaltos en la pedana del viejo maestro.
Carlos Delcasse falleció el 9 de febrero de 1941. Estaba casado con Carmen Ferrari y tuvieron tres hijos: Jorge, Maximiliano y Carlota. Precisamente Carlota Delcasse de González, siguió ocupando la casa y permitió que ella fuera escenario de la película “La Casa del Ángel” realizada en 1956 por Leopoldo Torre Nilson en base al libro (Premio Emecé, 1954) de su esposa, la escritora Beatriz Guido, una película muy exitosa en donde los intérpretes principales fueron Elsa Daniel, Lautaro Murúa, Guillermo Battaglia, Berta Ortegosa y Bárbara Mujica.
Vardé agregó: “La casa se vendió a mediados de los años setenta -fue demolida y el terreno quedó en estado de abandono hasta que se levantó lo que hoy vemos al pasar por el lugar dos inmensas torres y un centro comercial”.
Presente
La historia se fusiona con la modernidad en el complejo residencial llamado Casa del Ángel, ofreciendo residencias de lujo que equilibran pasado y presente.
Entre las propiedades en venta, Oppel Inmobiliaria ofrece un departamento de 6 ambientes con 4 dormitorios, valuado en USD 700.000, más cochera doble y baulera.
Jorge Safar de la compañía destaca la singularidad del departamento, unificando dos construcciones originales en un piso completo de 188 metros cuadrados. “Incluye palier privado, hall de entrada, amplio living comedor con un apéndice como escritorio, 4 dormitorios (3 en suite), 4 baños principales, toilette de visitas, baño de servicio, amplia cocina comedor y lavadero”.
El complejo, Casa del Ángel, fue construido por la sociedad en 1988, destacándose por sus locales comerciales en el basamento. Safar explicó: “La mayoría de las unidades, de 2 o 3 dormitorios, gozan de un diseño de planta buscado, manteniendo una demanda constante”.
Aunque algunos departamentos fueron reciclados, los materiales originales incluían pisos de madera en la sala de estar y cerámicos en baños y cocina.
El edificio alberga amenities como gimnasio, canchas de tenis y pádel, distribuidas sobre la terraza de los locales. Ambas torres cuentan con accesos en las esquinas de Arcos y Cuba, con un total de 22 pisos cada una. Cada estructura posee una piscina en su último piso.
Las unidades en venta oscilan entre USD 3.000 y USD 4.000 por m2. Safar agregó: “Dependiendo mucho del tipo de unidad de que se trate, la altura y el estado de conservación. Aunque puede haber casos que incluso los valores sean más elevados”.
Hay algunas viviendas en alquiler temporario que oscilan entre USD 1.000 y USD 2.000 por mes.
“Son buscadas por extranjeros, sobre todo, que vienen a hacer turismo o a trabajar por la zona y necesitan un alquiler puntual por uno o tres meses. Hay algunas unidades que son apto profesional”, dijo Mariano Lo Valvo, inmobiliario de la zona.
A pesar de la pérdida del edificio histórico, expertos señalan que la galería actual emula los jardines franceses, siendo elegante y decorada durante la temporada navideña donde se arma un árbol lleno de luces y guirnaldas al mejor estilo neoyorquino.