La evolución de los precios y el consumo de muchos sectores en diciembre marcaron el principio de lo que será el primer trimestre de 2024: con una expectativa de inflación que se mantendrá en los dos dígitos mensuales durante el verano, y muy probablemente en marzo, y un fuerte ajuste fiscal que tiene como objetivo empezar a normalizar la macroeconomía; el salario real se prevé seguirá en caída libre y lo mismo pasará con la demanda y la actividad económica en general.
Frente a este escenario, las empresas se preparan para maximizar y reducir costos, con la expectativa de que el plan de Javier Milei funcione y la recesión pueda dar la vuelta en poco tiempo.
¿Cuánto durará lo más duro de la crisis? ¿Un trimestre, dos o todo el año? Hay proyecciones de economistas más optimistas que otras, pero todas coinciden en que el 2024 cerrará con una baja de la actividad económica, que oscilará entre 3% y 5%, con sectores que mostrarán un buen dinamismo este año -como el agro, la minería, la economía del conocimiento, el petróleo y gas y el turismo receptivo-, pero con muchos otros que se verán fuertemente afectados por la pérdida de poder adquisitivo y, consecuentemente, de consumo.
Por otra parte, los sectores más abocados al mercado doméstico podrían verse perjudicados por la competencia de la importación, y más aún si es que el tipo de cambio vuelve a atrasarse, con el anuncio del ajuste mensual a ritmo de 2% que comunicó el Banco Central a los banqueros.
Los economistas proyectan que 2024 cerrará con una baja de la actividad económica, que oscilará entre 3% y 5 por ciento
En el sector de indumentaria, por ejemplo, calculan una caída de la demanda que puede llegar al 30%, en el peor de los escenarios, dijeron fuentes del sector. Ya en 2023 se sintió la contracción de las ventas, y no fue mayor debido a las agresivas promociones que realizaron muchas marcas de ropa prácticamente durante el año. Lo que habitualmente se daba para las fechas especiales, como el Día del Padre, de la Madre o las Fiestas, el año pasado sucedió durante todo el año. Y mucho más durante noviembre y diciembre, incluso antes de la semana previa a Navidad, como era habitual.
“En las marcas premium hubo una caída del 10% en unidades, a pesar de que hicieron muchas promo. Para 2024, habrá una merma fuerte pero dependerá de si siguen o no las cuotas. Una caída superior a los 20 puntos afectará a muchos confeccionistas y marcas”, dijo la fuente consultada.
Según confirmaron en la Secretaría de Comercio, el plan de cuotas subsidiadas seguirá, con el nombre “Cuota simple”, pero sólo para 3 y 6 pagos.
En el sector de calzado sucede algo similar. Según contaron fuente de la Cámara del Calzado, “ahora las fábricas están de vacaciones, pero las ventas al mostrador están con el freno de mano puesto. En diciembre cayeron cerca de 30% interanual”. Hacia adelante, la expectativa no es favorable.
“Este año lanzamos la pretemporada de invierno en noviembre y se vendió bien, pero tranquilo. Desde las fábricas sólo esperamos tener trabajo”, dijo un directivo de la entidad.
Para el sector de electrodomésticos, diciembre fue un mes muy duro en términos de ventas. Fuentes de Fedehogar precisaron que en el retail se registró una caída promedio del 65% respecto de noviembre y comienza a observarse que los locales comerciales tienen mucho stock y dejan de poner órdenes de compra a las fábricas.
“Hacia adelante vemos tres meses duros, pero la idea es que empiece a repuntar un poco hacia mitad de año. Dependerá de lo que pase con las cuotas y la capacidad de compra de la gente a raíz de los incrementos de precios que haya en otros rubros”, destacaron las fuentes del sector. Las empresas por ahora no están analizando medidas drásticas; observan lo que sucede con el mercado y están preocupadas por cómo harán frente a la deuda por importaciones con los proveedores del exterior.
Hacia adelante vemos tres meses duros, pero la idea es que empiece a repuntar un poco hacia mitad de año (Fedehogar)
Una gran preocupación hacia adelante radica en lo que pueda suceder con el empleo. Si caen fuerte las ventas, las empresas deberán ajustar estructura y ello se traducirá en mayor niveles de desocupación y/o precarización laboral.
El economista de Ecolatina, Santiago Manoukian, planteó que el desempleo podría ir “a la zona del 8% -el último dato, del tercer trimestre de 2023, fue 5,7%-” y no crecería más de eso porque espera una tendencia más acentuada hacia la precarización del empleo formal, en un contexto de caída de la actividad económica.
Según el analista, los puestos que se verán más afectados serán los de sectores dependientes de la demanda interna. Los trabajadores de sectores con potencial exportador estarán mejor plantados este año.
Manoukian manifestó además que ya se comenzó a ver un punto de inflexión en el crecimiento del empleo formal durante 2023, producto del enfriamiento de economía y sobre eso se montó la aceleración inflacionaria de fin de año. A ello se le sumarán los aumentos de los precios de diversos servicios que están por venir y que seguirán restando ingreso disponible para el consumo, que representa el 70% del PBI.
En Ecolatina esperan una caída de 2,9% en el PBI este año, con una gran heterogeneidad en el desagregado por sector.
“La recesión que ya se estaba dando en 2023 se va a prolongar en este primer trimestre. Luego va a depender del éxito del programa económico. Si funciona, ya a partir de abril la economía podría retomar el proceso de recuperación de la actividad, que no será fortísimo y será dispar entre sectores, pero podría empezar a verse una mejoría. Lo mismo con la inflación”, afirmó María Castiglione, de C&T Asesores Económicos. De todos modos, la economista remarcó que “en el corto plazo se verá una baja muy fuerte de los ingresos”.
Si el programa económico funciona, ya a partir de abril la economía podría retomar el proceso de recuperación de la actividad, que no será fortísimo y será dispar entre sectores (Castiglione)
Desde la consultora Analytica proyectan una fuerte caída del salario real, del consumo y, por ende, del empleo, que derivarán en una contracción de más de 5 puntos del PBI, determinado en gran medida por la disminución de la demanda privada.
Según precisó el economista Claudio Caprarulo, “los salarios caerán fuerte, de la mano de una inflación que superará 20% mensual en el primer trimestre, y el Gobierno parece no tener intenciones de tener una política de ingresos”.
“A su vez -recalcó el economista-, eso se verá reforzado por una contracción del gasto público, por lo el único ítem que funcionará como amortiguador serán las exportaciones, especialmente las agrícolas”.
En cuanto al empleo, Caprarulo coincidió en que se aproximan meses donde se observarán pérdidas de puestos de trabajo, en sectores como la construcción -por la decisión del gobierno de no realizar obra pública-, y de otros dedicados a producir para el mercado interno.
Un informe del Observatorio Pyme reflejó la visión que tienen las pequeñas y medianas empresas del plan económico y las proyecciones hacia adelante. Y si bien la mayoría de las empresas tiene una visión muy positiva sobre el “plan Caputo”, el 75% de ellas cree que habrá recesión y casi un 40% de ellas, que esa crisis durará entre 1 y 2 años.
Además, dice el informe, el 58% estima que la caída de sus ventas durante el primer semestre de 2024 será del 30% o más; y para enfrentar la recesión, un 40% disminuirá costos fijos y/o variables.