El cuerpo de delegados de SanCor denunció en un comunicado un vaciamiento de la empresa. El conflicto gremial con la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) data de octubre, mes a partir del cual empezaron los bloqueos sindicales a la actividad.
“SanCor viene tercerizando unidades de negocio, desguazando su actividad productiva y produciendo de esta manera un vaciamiento de empresa. Esta despreciable estrategia, no cierra sin despidos masivos y sin violentar todos nuestros derechos laborales”, afirman en el comunicado.
“La situación es dramática y terminal. Los directivos de la empresa lo saben y planean la fuga. En tanto, siguen chupándonos la sangre hasta llevarse lo último que nos quede. Las unidades industriales están devastadas y el panorama es desolador. Se están llevando todo y las instalaciones se encuentran en un estado de abandono total. En una empresa ruinosa, sin mantenimiento ¿Quién asegura la inocuidad de los productos? Las y los trabajadores no queremos convertirnos en cómplices de la mafia responsable”, sostiene el comunicado.
Según Atilra, los directivos de la láctea, “en lugar de regularizar la enorme masa salarial adeudada, violan el periodo conciliatorio utilizándolo para seguir vaciando la empresa y evadiendo al Fisco”.
La empresa niega
La firma sostiene sin embargo que está trabajando normalmente, con excepción de trabajadores y delegados que no aceptaron el proceso de conciliación. Cabe recordar que en diciembre pasado el Ministerio de Capital Humano dictó la conciliación obligatoria por 15 días, periodo en el que Atilra no puede realizar bloqueos y la empresa no puede suspender o despedir personal.
Al respecto, los delegados señalan: “Durante la conciliación no se pueden descontar haberes y lo están haciendo. la situación es terminal y sin salida”.
Previo a la decisión del Gobierno, las fábricas de SanCor ubicadas en Gálvez y La Carlota. habían retomado su actividad luego de dos meses. La reactivación de estas instalaciones se produjo en un contexto de negociaciones y propuestas salariales mejoradas por parte de la empresa. Sin embargo, el conflicto volvió a resurgir.
Al respecto, el comunicado de Atilra señala que el ciclo de la empresa “como hasta hoy se conoce, concluyó. Pero no es el final para nosotros, este cuerpo de delegados, junto a las y los trabajadores y el acompañamiento de nuestro sindicato, no vamos a permitir que 1.400 familias queden en la calle. buscaremos y encontraremos la forma legal para continuar con nuestra querida fuente de trabajo, al margen de estos delincuentes”.
En contexto, la cooperativa ha estado en proceso de reestructuración de su operatoria y organización durante los últimos años y advirtió en aquel momento que las medidas de fuerza interrumpieron una “incipiente recuperación, llegando a un equilibrio en su actividad”.
Fideicomiso
Hay que recordar que meses atrás se cayó la iniciativa de “constituir un fideicomiso de administración” para rescatar a la empresa y lograr su equilibrio económico.
“Esa herramienta proponía la integración de diversos activos por parte de SanCor y el aporte de capital y capacidad de gestión desde un grupo de empresarios interesados”, habían señalado en aquel momento desde SanCor en un comunicado. Pero los objetivos propuestos nunca se alcanzaron.
“SanCor abre ahora un espacio para avanzar en nuevas iniciativas y propuestas”, señaló la láctea en la comunicación oficial, aunque no brindó mayores detalles acerca de posibles inversores o acuerdos financieros”, “Será con interlocutores dispuestos a trabajar de manera creativa y colaborativa, atendiendo las particularidades del negocio lechero y las necesidades de los productores asociados, de los empleados y de todos los allegados a la Cooperativa”, agregó.
Un conflicto sin fin
Atilra reclama deudas salariales y acusa a los directivos de la empresa de llevarla a la quiebra.
Héctor Ponce, secretario general de Atilra, había denunciado: “Hace poco tiempo atrás, uno de los directivos de Sancor me decía, ´mirá, el esfuerzo lo estamos haciendo entre todos´. Yo le decía, mentira, no lo están haciendo entre todos, porque los únicos que están poniendo el esfuerzo, cobrando salarios muchísimo menores que los que tendrían que cobrar. Ustedes entregan la leche y cobran la totalidad del importe de la materia prima que entregan”.
El conflicto entre Sancor y Atilra parece una historia sin fin. A fines de octubre pasado, en torno de la fecha de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el gremio había dispuesto una tregua para no afectar el clima electoral, pero igualmente surgió evidencia del derrame de leche debido al bloqueo de plantas y se calculó que se podían perder hasta 3 millones de litros. Para entonces, Atilra ya había provocado la crisis de dos pymes lácteas, una de las cuales fue incluso mencionada en el segundo debate entre los entonces candidatos presidenciales