A pesar del fuerte ajuste fiscal en marcha y las dudas sobre el financiamiento, el Gobierno decidió avanzar en la reversión del Gasoducto Norte, una obra esencial para el abastecimiento energético de siete provincias. Sin embargo, no se finalizará antes del próximo invierno tal como estaba previsto debido a los retrasos en el proceso de licitación. Es así que buscarán un esquema “razonable” que implica sumar provisión de gas desde Bolivia y Chile, además de electricidad de Yacyretá, según dijeron a Infobae fuentes del Ministerio de Economía. La obra representaba un ahorro de casi USD 2.000 millones al año pero que en 2024 será menor, ya que se deberá seguir importando el fluido durante el próximo invierno.
El desorden macroeconómico, la aceleración de la inflación y el recambio de Gobierno generaron un retraso en el proceso licitatorio. Hubo ofertas que superaron lo permitido en el pliego original para los renglones 1 y 3 de la obra, aunque la Secretaría de Energía que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo tiene decidido cambiar las condiciones en el primer caso y, en el otro, serán impugnadas y se le va a pedir al mejor ofertante que haga un descuento.
Según afirmaron fuentes oficiales al tanto del proyecto, el Gobierno buscará ahora una “reversión razonable porque no llegamos al invierno con el plan original”
La obra contempla la construcción de 122 kilómetros de gasoducto entre las localidades cordobesas de Tío Pujio y La Carlota, de 122 km de extensión, con caños de 36 pulgadas de diámetro; dos loops (ampliaciones) de 62 kilómetros junto a la traza del gasoducto Norte, con caños de 30 pulgadas de diámetro, y hacer la reversión del flujo gas de las cuatro plantas compresoras en Córdoba, Santiago del Estero y Salta.
En concreto, la reversión del Gasoducto Norte permitirá revertir el flujo gasífero que viene desde Bolivia para llevar el gas de Vaca Muerta a las provincias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, así como la conexión de hogares a la red de gas natural, la generación de electricidad y el desarrollo de actividades como la industrial o la minería de litio, por ejemplo.
Según afirmaron fuentes oficiales al tanto del proyecto, el Gobierno buscará ahora una “reversión razonable porque no llegamos al invierno con el plan original”. En consecuencia, explicaron, deberán continuar con la importación de una parte de la oferta energética necesaria. Es así que Energía comenzó a negociar con Bolivia la provisión de gas para agosto y septiembre por unos 4 millones de metros cúbicos día, ya que el contrato vigente finaliza el próximo 31 de julio. Además, se buscarán nuevos acuerdos con Chile y el envío de electricidad por parte de Yacyretá.
La obra demanda una inversión de USD 710 millones, de los cuales USD 540 ya fueron financiados por el Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF). De los USD 170 millones se desembolsaron USD 70 millones a través de la administradora estatal de energía eléctrica Cammesa para la compra de caños y válvulas. El Estado debería poner solo USD 100 millones, según cálculos privados.
Con el plan original del Gasoducto Norte se esperaba un ahorro en importaciones por casi USD 2.000 millones al año. En el Gobierno reconocen que ahora deberán gastar más divisas ante el retraso de la obra y la expectativa de que no se finalice en la magnitud esperada.
Retraso en la licitación
La licitación de la reversión se había realizado en tres tramos o renglones con el objetivo de que el proyecto avanzara con distintas empresas, ya que ninguna podía quedarse con toda la obra. La que presentó las ofertas más competitivas hasta el momento fue la UTE Techint-Sacde (de Paolo Rocca y Marcelo Mindlin, respectivamente), aunque en dos casos con precios que exceden el presupuesto original.
Este jueves se abrieron los sobres del renglón 2, compuesto por la construcción de 50 de los 122 kilómetros del gasoducto de integración Federal Tío Pujio-La Carlota, que tiene un diámetro de 36 pulgadas. Las ofertas de los oferentes Techint-Sacde y BTU quedaron 7% y 10% por encima del 20% de sobreprecio que permite la ley de obra pública para que pueda ser adjudicada. “Se les va a solicitar un descuento para adecuar sus ofertas dentro de los márgenes permitidos por la ley de Obra Pública.”, dijeron desde el Palacio de Hacienda.
El renglón 2, para los primeros 50 kilómetros de caño, fue adjudicado a Techint-Sacde pero aún resta que se firmen los contratos para iniciar la construcción. Sin embargo, el punto que puede representar un conflicto a futuro es el renglón 1, en donde los mismos oferentes presentaron una oferta 62% arriba de lo presupuestado y la administración de la empresa Energía Argentina de Javier Milei, a cargo de Juan Carlos Doncel Jones, decidió declararla “desierta”.
Allí se juega la reversión de cuatro plantas compresoras en Córdoba, Santiago del Estero y Salta, una ampliación de 62 kilómetros y los 22 kilómetros finales del gasoducto o Tío Pujio-La Carlota. “Vamos a convocar este mes a una nueva licitación pero con la posibilidad de que no se reviertan las cuatro plantas”, explicaron en el Gobierno.
Al respecto, ante la consulta de Infobae, desde la oposición lanzaron: “Ahora hay que ver qué decisión toman, porque o los oferentes bajan 7% o tienen que relicitar toda la obra. La decisión de declarar fracasado el renglón uno ya no les permite el camino de ir por justificar las alteraciones macroeconómicas en la evaluación del proceso. Ya que si no lo hicieron con el renglón 1, hacerlo en el renglón tres los expone a responsabilidades penales”.
Lo cierto es que el presupuesto para la reversión del Gasoducto Norte había sido realizado por los equipos del ex titular de Energía Argentina, Agustín Gerez, en junio de 2023 mientras que las ofertas del primer tramo el 29 de septiembre de 2023. En el medio, pasaron las elecciones, la devaluación, la aceleración inflacionaria y los restricciones de acceso a divisas para pagar insumos importados. La gestión anterior tenía previsto excusar el sobreprecio del renglón uno bajo el criterio de “imprevisión” que había dejado como antecedente un fallo de la Corte Suprema en la causa “Vialco S.A. c/Agua y Energía” el 29 de junio de 1982.
En el sector empresarios consideran que, tras la experiencia que dejó el Gasoducto Néstor Kirchner de Vaca Muerta, la del reversal no es una obra “compleja”. Por tanto, consideran que las empresas que queden a cargo del proyecto podrán cumplir con los plazos establecidos.