Gasoducto Norte: a pesar del ajuste, el Gobierno avanzó en la licitación de una obra clave para el invierno

El abastecimiento energético de siete provincias del norte depende de que el proyecto se finalice antes de que llegue el frío. Techint-Sacde dejó nuevamente la oferta más competitiva

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Una de las etapas de
Una de las etapas de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, en Macachin, La Pampa. (REUTERS)

En medio de las dudas sobre el financiamiento, la empresa estatal Energía Argentina (ex Enarsa) abrió este jueves los sobres del renglón tres de la licitación pública para la obra de reversión del Gasoducto Norte, complementario al de Vaca Muerta y una obra esencial para el abastecimiento energético de siete provincias del norte argentino de cara al próximo invierno. El Gobierno de Javier Milei avanzó en las dos de las tres aperturas que faltaban para adjudicar la obra. La primera, que se había realizado bajo la administración anterior, puede ser declarada nula porque las ofertas superaron el presupuesto original.

La UTE Techint-Sacde quedó mejor posicionada para quedarse con los tres tramos del proyecto, a la espera de novedades oficiales. Sin embargo, La Libertad Avanza aún no dio pistas sobre si pondrá los fondos necesarios, unos USD 100 millones, en medio del fuerte ajuste fiscal previsto para 2024. Las petroleras analizaron en su momento la posibilidad de que la construcción se realice de forma privada, aunque señalan que los tiempos son muy acotados.

La estatal Energía Argentina informó este jueves la apertura de los sobres con las ofertas económicas del tercer renglón de la licitación para el reversal. Según detallaron, “el tercer renglón está compuesto por la construcción de 50 de los 122 kilómetros del gasoducto de integración Federal Tío Pujio-La Carlota, que tiene un diámetro de 36 pulgadas. Las ofertas admitidas técnicamente fueron las de BTU y la UTE Techint-Sacde”. Esta última presentó la oferta más competitiva.

Estuvieron presentes Juan Carlos Doncel Jones, el designado por La Libertad Avanza como presidente de Energía Argentina; Rigoberto Mejía Aravena, su vicepresidente; Alberto Devoto, integrante del directorio, además de Carlos Casares, interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), además de representantes de las empresas oferentes.

La reversión del Gasoducto Norte
La reversión del Gasoducto Norte es clave para el abastecimiento energético invernal de siete provincias del norte. (Pablo Aneli)

Es la segunda apertura que se realiza con las nuevas autoridades de la ex Enarsa y que completa las tres que estaban previstas en el pliego. La última había sido el 28 de diciembre pasado para el renglón dos, que contempla la construcción de los primeros 50 kilómetros del gasoducto de integración Federal Tío Pujio-La Carlota, que tiene un diámetro de 36 pulgadas. Techint-Sacde, que habían estado a cargo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, también tuvo la oferta más competitiva.

El renglón uno había sido abierto en octubre pasado y si bien Techint-Sacde habían presentado la oferta más baja, superó en 62% el presupuesto oficial, con costos que no habían sido bien ponderados por la empresa estatal en medio de las tensiones macroeconómicas durante el proceso electoral. Allí se juega la reversión de cuatro plantas compresoras en Córdoba, Santiago del Estero y Salta, una ampliación de 62 kilómetros y los 22 kilómetros finales del gasoducto o Tío Pujio-La Carlota. Energía Argentina quiere anular la operación y volver a licitar con cambios en el renglón.

En concreto, la reversión del Gasoducto Norte permitirá revertir el flujo gasífero que viene desde Bolivia para llevar el gas de Vaca Muerta a las provincias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, así como la conexión de hogares a la red de gas natural, la generación de electricidad y el desarrollo de actividades como la industrial o la minería de litio, por ejemplo.

Bolivia está en condiciones de enviar fluido al país hasta julio del 2024, por lo que será esencial tener finalizada esa obra antes del próximo invierno. La obra demanda una inversión de USD710 millones, de los cuales USD 540 ya fueron financiados por el Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF).

De los USD 170 millones se desembolsaron USD 70 millones a través de la administradora estatal de energía eléctrica Cammesa para la compra de caños y válvulas. El Estado debería poner solo USD 100 millones, según cálculos privados. El ahorro en importaciones estimado por el Gobierno anterior era de unos USD 1.900 millones para todo 2024.

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