Un acuerdo de eliminación de la doble tributación entre la Argentina y Luxemburgo atrajo las miradas en medio del intento del Gobierno de Javier Milei de apurar el tratamiento legislativo de decenas de normas a través de la Ley Omnibus y en medio de los efectos del DNU de desregulación que está en vigencia, aunque con trabas en la Justicia. El tratado, algo habitual entre países, despierta suspicacias entre los legisladores que quieren conocer cuál va a ser el impacto de la aprobación en la recaudación. El foco de las dudas está puesto sobre el influyente Grupo Techint, controlado a través de una sociedad con sede en el Gran Ducado europeo.
“Esto beneficia de manera sustancial a cualquier empresa que le pague intereses o dividendos a su vinculada en Argentina. Es un convenio tailor made para una multinacional con sede en Luxemburgo y actividad en Argentina”, escribió Guillermo Michel, exjefe de la Aduana y uno de los primeros en alzar la voz, a través de redes sociales.
Ayer, una reunión de comisión que debía tratar el envío al recinto del Senado cuatro tratados —Turquía, China, Japón y Luxemburgo— dio curso a los dos primeros pero trabó, pidiendo más información, a los dos siguientes. La preocupación de los legisladores tuvo que ver con características de fondo de los tratados, que dan concesiones novedosas o mejores a las habituales, y con el apuro del Gobierno por aprobar sin discusión ni información.
En el caso del tratado con Japón, los pedidos de mayor información tuvieron que ver con una innovación en el marco que se crea para la relación con las empresas de ese país en particular. El texto excluye de la definición de regalías a la asistencia técnica y, argumentan sus críticos, eso va a impulsar una reducción significativa en la recaudación argentina.
“Implica que los pagos que se realicen por asistencia técnica no van a estar sujetos a imposición en el país fuente, salvo que exista un establecimiento permanente en el mismo. Va a ser mas común que una empresa en Argentina pague asistencia técnica a una empresa en Japón sin establecimiento permanente en la Argentina que a la inversa, es decir, una empresa en Japón pague asistencia técnica a una empresa en Argentina sin establecimiento permanente en Japón”, explicó el tributarista Sebastián Domínguez a Infobae.
Pero más allá del acuerdo con Japón, que está detenido a la espera de que el Gobierno explique la necesidad y eventual impacto de esta innovación, el tratado con el Gran Ducado de Luxemburgo aparece como el más candente.
Negociado en abril de 2019, plena presidencia de Mauricio Macri, el texto nunca tuvo dictamen legislativo hasta hoy. Luxemburgo es sede de sociedades controlantes de multinacionales de gran porte, y una mejora en las condiciones tributarias para esas firmas puede ser de interés de un Gobierno que busque atraer inversiones extranjeras.
“Es el tercer distrito más importante del mundo, después de los Estados Unidos y el Reino Unido, en cuando a radicación de empresas multinacionales. Por eso es que es una muy buena idea llegar a un acuerdo de este tipo si lo que se pretende es atraer inversiones”, dijo Alfredo Martínez de Lisiki, Litvin & Asociados.
Ningún legislador nombra a empresas específicas, pero la preocupación de la oposición tiene que ver con las empresas que ya tienen inversiones en la Argentina y que están controladas por sociedades con sede en Luxemburgo.
“Con el tratado que se plantea para Luxemburgo Argentina va a tener pérdida de recaudación. Lo que yo planteé es que quiero saber cuál es el costo fiscal, explicaciones de por qué se firma un acuerdo con condiciones más favorables que con otros países”, señaló Victor Zimmermann, senador por la UCR que participó del tratamiento en comisión.
“Siempre hay un convenio piso de 10% de regalías, estaríamos en desventaja con el resto y eso podría activar la cláusula de país más favorecido para el resto de los convenios”, dijo.
El buque insignia entre las empresas que -temen- pagarían menos impuestos en la Argentina en caso de aprobarse el tratado es el Grupo Techint. La sociedad San Faustín, radicada en Luxemburgo, es la controlante de Techint Holdings, también con domicilio en el pequeño ducado. La empresa sostiene que el tratado no influye en lo más mínimo la carga tributaria sobre sus operaciones en la Argentina, aunque según especialistas eso depende de cómo estructure sus operaciones.
“En cuando a dividendos, hoy las empresas con sede en Luxemburgo pagan en la Argentina el 7% de retención, si aplicamos el convenio esa retención va a ser del 10%, lo que prevé es una figura, en conclusión no trae ningún beneficio”, dijo el especialista en derecho tributario internacional Martínez. “Donde puede encontrar un beneficio es en la retención de la regalía. Si se sella el acuerdo, la retención es menor a la local que es del 35%”, señaló el tributarista.
En caso de avanzar, “la entrada en vigencia del tratado no va implicar una merma en la recaudación impositiva de la Argentina sobre el Grupo Techint”, dijeron fuentes de la empresa a Infobae.