Con el último aumento de los combustibles definido por las petroleras, que llevó el litro de nafta súper de YPF a $716 en Capital Federal (trepó 30%), el valor en dólares (USD 0,88) se acercó al promedio de la región pero aún se ubica por debajo de lo que se paga en Brasil, Chile y Uruguay. En el sector anticipan que si bien se avanzó mucho en la recomposición del precio relativo, los aumentos no terminaron y deberá definirse en el corto plazo qué sucederá con los impuestos a los combustibles, que no se cobran desde hace nueve trimestres.
Los aumentos comenzaron hacia fines de noviembre, luego de que Javier Milei resultara electo presidente en el balotaje. Primero aumentaron 12%; antes de su asunción subieron otro 18% promedio (7 de diciembre); pos devaluación (14 de diciembre) casi 40%; y esta semana, 25%. En total, las naftas treparon 106% y el diesel, 103%, en los últimos 40 días, repasó el secretario de Asuntos Institucionales de la Confederación de Entidades de Comercios de Hidrocarburos y Afines de la Argentina (Cecha), Carlos Gold, quien festejó esta recomposición debido a que “el sector hace más de tres años que ya venía alertando que la distorsión de precios del combustible era la más significativa de todos los precios”.
“Políticamente se decidió pisar el precio del combustible como una herramienta electoral, pero eso en algún momento iba a explotar. El valor real del combustible, como funciona en la mayoría de los países, es el precio de paridad de importación, más en un país donde se refina el 80% del combustible que se consume y se importa el 20% restante”, remarcó Gold.
Tras este fuerte salto, el precio de la nafta super en la Argentina quedó a USD 0,88 el litro, por encima de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Paraguay, pero aún por debajo de los principales países limítrofes: Brasil, Chile y Uruguay. Este último es el más costoso de la región, con un precio del litro de nafta que asciende a USD 1,93, pero los dos primeros tienen valores de USD 1,15 y USD 1,44 por litro.
Según consideró un consultor en temas energéticos que prefirió el anonimato, con este último aumento el país está quedando en “poco menos que USD 1 el litro de combustible y sigue más barato que los principales países vecinos”. “El impuesto a los combustibles sigue muy atrasado y también falta un ajuste menor más. Esto todavía no terminó. Tendríamos que estar llegando a USD 1,2 por litro, como tiene Brasil”, remarcó el experto, quien agregó: “El componente impositivo hay que corregirlo”. De acuerdo con cálculos que realizan los estacioneros, si el Gobierno decide actualizar de una vez todo el atraso en esta materia, el precio del combustible debería subir otro 20%, que a valores de hoy representan cerca de $150 por litro. Por lo pronto, el 1° de febrero vencen las prórrogas de los aumentos de impuestos, por lo que si el Gobierno no toma otra decisión, se aplicarán esas subas postergadas.
Desde la Federación de Empresarios de Combustibles de la Argentina (Fecra), su secretario, Hernán Landgrebe, precisó que el Gobierno está analizando de qué forma actualizar esos impuestos pero que todavía no tomó ninguna decisión. Consultado respecto del consumo tras las subas de precios, el directivo señaló que en diciembre registraron una baja de entre 12 y 15 puntos en comparación con el mismo mes del 2022 y que más allá del freno natural en la demanda ni bien suceden los incrementos, la demanda mermará hasta que los salarios empiecen a recuperarse.
En este sentido, Landgrebe adelantó que el sector dará un anticipo, a mediados de mes, del aumento correspondiente a enero -que debería cobrarse a comienzos de febrero- y que luego el 29 volverán a sentarse con el gremio para aplicar un nuevo ajuste. Hasta ahora, el aumento de sueldos entre abril y enero será de 155%, pero resta el último retoque hasta marzo, explicó el empresario. “Estos 3 primeros meses va a haber una recesión muy fuerte, una contracción del consumo importante. Vamos a tener que agudizar el ingenio para poder subsistir. Pero el optimismo tiene que superar al temor”, sumó Gold, de Cecha, quien destacó que a raíz de los aumentos de precios, en diciembre hubo registros de caídas de consumo en naftas de hasta 27% en algunas estaciones.
Mientras que el litro de nafta se ubicó en USD 0,88, el de gasoil trepó a USD 0,90 ($736 en YPF CABA), valor que posicionó al país también en el quinto país más barato de los analizados de la región, detrás de Colombia, Bolivia, Ecuador y Venezuela.
Más allá del retoque que resta aplicar a los precios (que no supera el 10%) más la actualización de los impuestos, luego los valores de los combustibles se moverán de acuerdo a la variación del crudo a nivel internacional, del dólar y de los biocombustibles, cuyo valor lo define el Gobierno.
“Ingresamos en un sendero donde vamos a tener que esperar que se reacomode la economía, que se recuperen los sueldos y pueda reactivarse el consumo. Pero sabemos que tenemos precios justos y razonables. Ahora el sector tiene certidumbre”, consideró el directivo de Cecha.